Archivo de abril de 2011

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 20 de abril de 2011

20 de abril 2011 – Miércoles

Mundo: Hay quienes creen que son más poderosos pecando que Dios perdonando: hasta ahí puede llegar la soberbia que impide la conversión.

Fe: Es preferible morir antes de traicionar a Jesús y venderlo por unas monedas.

Uno de vosotros me va a entregar. Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los somos sacerdotes y les propuso: “¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?”. Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo. El primer día de los Ácimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: “¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?”. Él contestó: Id a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: “El Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos”. Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los doce. Mientras comían dijo: “Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar” Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: “¿Soy yo acaso, Señor?”. El respondió: “El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va ha entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va ha entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido”. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: “¿Soy yo acaso, Maestro?”.Él respondió: “Tú lo has dicho”.

Is 50, 4-9a; Sal 68, 8-10.21-22.31-34 . Mateo 26, 14-25 

Lectura diaria de la Biblia

martes, 19 de abril de 2011

19 de abril 2011 – Martes

 

Mundo: ¿No entregan a Cristo quienes retiran los crucifijos y persiguen al cristianismo?

 

Fe: El cristiano no siempre es fiel a Jesús, pero siempre cuenta con su amor, su mirada, su perdón: se fía del Maestro.

Jesús, profundamente conmovido, dijo: os aseguro que uno de vosotros, me va a entregar. Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía. Uno de ellos, el que Jesús tanto amaba, estaba reclinado a la mesa junto a su pecho. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía. Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó: Señor, ¿quién es?. Le contestó Jesús: Aquel a quién yo le dé este trozo de pan untado. Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo: Lo que tienes que hacer, hazlo enseguida. Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres. Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche. Cuando salió, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: Pronto lo glorificará. Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros: “Donde yo voy, vosotros no podéis ir”. Simón Pedro le dijo: Señor, ¿adonde vas?. Jesús le respondió: Adonde yo voy no me puedes acompañar ahora, me acompañarás más tarde. Pedro replicó: Señor, ¿por qué no puedo acompañarte ahora? Daré mi vida por ti. Jesús le contestó: ¿Con que darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces.

 

Is 49, 1-6; Sal 70, 1-6.15.17 . Juan 13, 21-33.36-38 

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 18 de abril de 2011

18 de abril 2011 – Lunes

 

Mundo: No faltan hoy quienes critican a la Iglesia por el esplendor de su culto a Dios y a la Virgen, y olvidan la inmensa labor a favor de los pobres.

 

Fe: Jesús sigue vivo y presente en los pobres, a quienes acogen y ayudan los cristianos.

Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice: ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselo a los pobres? Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa llevaba lo que iban echando. Jesús dijo: “Déjala, lo tenía guardado para el día de mi sepultura”; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis. Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.

 

Is 42, 1-7; Sal 26, 1-3.13-14 . Juan 12, 1-11 

Entregado a la muerte por amor

lunes, 18 de abril de 2011

Amado Jesús. ¡Que dolor tan inmenso y que gran soledad debiste sentir para llegar a decir: ¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?

En los últimos minutos, cuando agonizaba ¿adonde estaba Lázaro, el ciego de Jericó, el ciego de Siloe, el paralítico, el centurión y los cientos o miles de agraciados por curaciones o prodigios, sus discípulos, su pueblo: el pueblo de Dios, pueblo que esperaba al Mesías…

Seguro que lo menos importante fue el dolor físico. La actuación de los romanos, acostumbrados a invadir países, era de lo más previsible. Lo menos lógico fue que el pueblo de Dios que esperaba al Mesías con unas características, además de esto otro: subido en un pollino, signos claros de identidad, (Isaías) sirva estos para detener a Jesús y crucificarlo.

El mundo al que había venido a salvar, a otorgarle la vida eterna, con su perdón, le había dado la espalda, y su Padre le había abandonado. ¡Que muerte tan injusta! Solo el amor pudo ayudarle a no enloquecer.

A la luz de los hechos, vemos que Dios nunca abandona, lo que ocurre es que no se hace notar, y Jesús extenuado de dolor de alma y cuerpo, necesitaba una gota de consuelo, un poquito de alivio, algún signo que le mitigara su dolor.

Todo se ha cumplido, y hasta la última tilde se cumplirá.

Debemos tener presente que Jesucristo ya no vendrá a servir, ya vendrá a que le sirvan.

…al nombre de Jesús toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra y en el Abismo,  y toda lengua proclame: ¡Jesucristo es Señor! Para gloria de Dios Padre.

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 17 de abril de 2011

17 de Abril 2011 – Domingo

 

DOMINGO DE RAMOS

 

Mundo: No importa que el pueblo vitoree a Cristo: los que traman su muerte acabarán crucificándolo.

 

Fe: Los niños y la gente sencilla hoy aclaman a Jesús. ¿Qué gritarán el viernes ante Pilatos?

 

PROCESIÓN

 

Cuando se acercaba a Jerusalén y llegaron a Betfage, junto al monte de los olivos, Jesús mandó dos discípulos, diciéndoles: Id a la aldea de enfrente, encontraréis enseguida una borrica atada con su pollino, desatadlos y traédmelos. Si alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y los devolverá pronto. Esto ocurrió para que se cumpliese lo que dijo el profeta: Decid a la hija de Sión: “Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de acémila”. Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús: trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. La multitud extendió sus mantos por el camino; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada. Y la gente que iba delante y detrás gritaba: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo!. Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad preguntaba alborotada: ¿Quién es éste?. La gente que venía con él decía: Es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea. Mateo 21, 1-11

 

MISA  

 

Is 50, 4-7: Mi señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor Dios me ha abierto el oído; y yo no me he revelado ni me he echado atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que mesaban mi barba. No oculté el rostro a los insultos y salivazos. Mi Señor me ayudaba, por eso no quedaba confundido, por eso ofrecí el rostro como pedernal y sé que no quedaré avergonzado.
 

Sal 21, 8-9, 17-24: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?.

                                            

Flp 2, 6-11: Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le concedió el “Nombre-sobre-todo-nombre”; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble –en el cielo, en la tierra, en el Abismo-, y toda lengua proclame: ¡Jesucristo es el Señor!, para gloria de Dios Padre.  

 

Mateo 27, 11-54: PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

Jesus fue llevado ante Poncio Pilato, y el gobernador le preguntó: ¿Eres tú el rey de los judíos?. Jesús respondió: Tú lo dices. Y, mientras lo acusaban los sumos sacerdotes y los ancianos, no contestaba nada. Entonces Pilato le pregunto: ¿No oyes cuantos cargos presentan contra ti?. Como no contestaba a ninguna pregunta, el gobernador estaba muy extrañado. Por la fiesta, el gobernador solía soltar un preso, el que la gente quisiera. Había entonces un preso famoso, llamado Barrabas. Cuando la gente acudió, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte, a Barrabas o a Jesús, a quien llaman el Mesías?. Pues sabía que se lo habían entregado por envidia. Y, mientras estaba sentado en el tribunal, su mujer le mandó a decir: No te metas con ese justo, porque esta noche he sufrido mucho soñando con él. Pero los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la gente que pidieran el indulto de Barrabas y la muerte de Jesús. El gobernador preguntó: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte?. Ellos dijeron: A Barrabas. Pilato les preguntó: ¿Y qué hago con Jesús, llamado el Mesías?. Contestaron todos: Que lo crucifiquen. Pilato insistió: Pues, ¿Qué mal ha hecho?. Pero ellos gritaban más fuerte: ¡Que lo crucifiquen!. Al ver Pilato que todo era inútil y que, al contrario, se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos en presencia de la multitud, diciendo: Soy inocente de esta sangre. ¡Allá vosotros!. Y el pueblo entero contestó: ¡Su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!. Entonces les soltó a Barrabas; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la compañía: lo desnudaron y le pusieron un manto de color púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y, doblando ante él la rodilla, se burlaban de él, diciendo: ¡Salve, rey de los judíos!. Luego le escupían, le quitaban la caña y le golpeaban con ella la cabeza. Y, terminada la burla, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y lo llevaron a crucificar. Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo forzaron a que llevara la cruz. Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota (que quiere decir la calavera), le dieron a beber vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no quiso beberlo. Después de crucificarlo, se repartieron su ropa, echándola a suertes, y luego se sentaron a custodiarlo. Encima de su cabeza colocaron un letrero con la acusación: Este es Jesús, el rey de los judíos. Crucificaron con él a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda. Los que pasaban lo injuriaban y decían, meneando al cabeza: “Tú que destruías el templo y lo reconstruías entres días, sálvate a ti mismo; “si eres Hijo de Dios, baja de la cruz”. Los sumos sacerdotes con los escribas y los ancianos se burlaban también, diciendo: A otros ha salvado, y él no se puede salvar. ¿No es el rey de Israel? Que baje ahora de la cruz, y le creeremos. ¿No ha confiado en Dios? Si tanto lo quiere Dios, que lo libre ahora. ¿No decía que era hijo de Dios?. Hasta los bandidos que estaban crucificados con él lo insultaban. Desde el medio día hasta la media tarde, vinieron tinieblas sobre toda aquella región. A media tarde, Jesús gritó: Elí, Elí, lamá sabaktaní. (Es decir: Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado?. Al oírlo, algunos de los que estaban por allí dijeron: A Elías llama éste. Uno de ellos fue corriendo; enseguida, tomó una esponja empapada en vinagre y, sujetándola en una caña, le dio a beber. Los demás decían: Déjalo, a ver si viene Elías a salvarlo. Jesús dio otro grito fuerte y exhaló el Espíritu. Entonces, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; la tierra tembló, las rocas se rajaron. Las tumbas se abrieron, y muchos cuerpos santos que habían muerto resucitaron. Después que él resucitó, salieron de las tumbas, entraron en la Ciudad santa y se aparecieron a muchos. El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, dijeron aterrorizados: “Realmente éste era Hijo de Dios”.     

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 16 de abril de 2011

16 de abril 2011 – Sábado

 

Mundo: Deciden dar muerte a Jesús para acabar con él, sin saber que no hay quien pueda contra él ni contra su Iglesia.

 

Fe: Convenía que muriera uno para dar vida a millones, de Israel y del mundo entero.

Muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús (la resurrección de Lázaro), creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: ¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación. Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera. Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos. Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente con los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos. Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban: ¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta? Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de donde estaba les avisara para prenderlo.

 

Ez 37, 21-28; Sal Jr 31, 10-13 . Juan 11, 45-57 

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 15 de abril de 2011

15 de abril 2011 – Viernes

 

Mundo: Apedrean y quieren detener a Cristo: no aceptan que muchos crean en él.

 

Fe: Jesús es incomprendido y perseguido; ¿puede extrañar que lo sea su Iglesia?

Los judíos agarraron piedra para apedrear a Jesús. Él les replicó: Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿Por cuál de ellas me apedreáis?. Los judíos le contestaron: No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios. Jesús les replicó: ¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os digo: Sois dioses”? Si la escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y no puede fallar la escritura), a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿Decís vosotros que blasfema porque dice que es hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre. Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad. Y muchos creyeron en él allí.

 

Jr 20, 10-13; Sal 17, 2-7 . Juan 10, 31-42 

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 14 de abril de 2011

14 de abril 2011 – Jueves

 

Mundo: Algunos agarraron piedras para tirárselas a Cristo: la verdad escuece a veces.

 

Fe: Dice Jesús: Quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir.

Dijo Jesús a los judíos: Os aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre. Los judíos le dijeron: Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: “Quien guarde mi palabra no  conocerá lo que es morir para siempre”? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quien te tienes?. Jesús contestó: Si yo me glorificara a mi mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: “Es nuestro Dios”, aunque no lo conocéis. Yo si lo conozco, y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría. Los judíos le dijeron: No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?. Jesús les dijo: Os aseguro que antes que naciera Abrahán existo yo. Entonces agarraron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.

 

Gn 17, 3-9; Sal 104, 4-9 . Juan 8, 51-59   

miércoles, 13 de abril de 2011


Días de convivencia

miércoles, 13 de abril de 2011

 Viernes: Charla de introducción
Dice Jesús: Os anuncio un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros como yo os he amado.
Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano sigue aún en las tinieblas. Todo el que aborrece a su hermano no tiene vida eterna. Dios no elige a los mejores, eligió a un pueblo esclavo. Nosotros somos pecadores y el Señor nos acepta como somos y quiere que confiemos en él. Nadie debe aborrecer a su hermano, sería un asesino y no tendría vida eterna.
Cristo nos quiere dar en esta noche sus mismos sentimientos.
Dios quiere en esta palabra que nazcamos de nuevo, que nos aceptemos, pero que confiemos en el Señor y él nos enseñará a amar haciéndonos personas nuevas.
Lo que hemos visto y hemos oído os lo anunciamos. Estamos en comunión con él y con el Padre y queremos que vosotros también estéis en comunión con nosotros. Quien dice que ama a Dios y no guarda sus mandamientos es un mentiroso. No amemos de palabra sino de obra.
El pecado es la oscuridad, si te falta la luz por el pecado te falta todo; no puedes caminar sin tropezar. Vivimos en las tinieblas cuando se vive sin la luz de Cristo. Esta noche se simboliza la entrada de la luz en nuestra vida.
Se apaga la luz del fluorescente y en unos momentos aparece la luz del cirio pascual simbolizando la luz de Cristo. El hombre que vive en el pecado vive en un yugo, un yugo que le pesa y le encorva y sólo se ve así mismo. Nos abriremos al Señor, esperaremos en el Señor y él llenará nuestro vacío. Así vivimos en esta oscuridad tenebrosa: permanecemos a merced del mal.
Los cristianos somos hijos de la luz, hijos del amor. Sed perfectos en el amor como vuestro Padre es perfecto. Con el bautismo somos cristianos en germen, que después hay que regar y cuidar para nazca y crezca. El milagro es amar cuando antes no se podía.
 

Charla: Basada en la Carta de San Juan
Hijos míos sois perdonados, más no pequéis, pero si alguno peca que no olvide que tiene su abogado en el Señor que perdona de nuevo. (a)
¿Dónde iremos fuera de ti? Sólo tú tienes palabras de vida eterna. (b)
¿Es posible amar al prójimo? Yo digo que sí. Confiando en el Señor es posible.
La fe es un encuentro con Cristo resucitado.
¿Qué esperas de la vida? (c)
 

¡Ánimo! El reino de Dios ha llegado ya. La fe es la garantía de nuestra resurrección. El que ha recibido este soplo de vida es que puede participar plenamente en la Eucaristía.
 

Reflexión:
(a)
Quien confiese que Jesús es el hijo de Dios está cerca de la salvación. Es imprescindible reconocer a Jesús para experimentar el gran cambio; el cambio profundo, el cambio que da un mayor sentido a tu vida; es necesario apoyarse en su palabra para no vacilar; en Jesús está la certeza de la vida. La entrega que nos pide es necesaria para cambiar el mundo: quitar el hambre, el racismo, el resentimiento, la intolerancia…
 

 

Reflexión:
(b)
El Señor es el único que nos puede ayudar a pasar al otro lado del mar, a la tierra prometida, al lugar donde mana leche y miel: sinónimo de felicidad  y plenitud.
El mundo, ni por asomo confía en poder pasar solo al otro lado: unos porque son esclavos de su ignorancia; porque no saben vivir en libertad dentro de su pobreza. Y otros porque sus riquezas les ciegan; el lujo y el placer son luces de colores que atraen e influyen además en que otros se dejen arrastrar. De ahí, ¿Cómo puede un ciego conducir a otro ciego? ¿Cómo puede un mundo así crear riqueza y vivir en austeridad para conseguir un equilibrio de la misma? Es bastante difícil que el mundo solo se plantee sufrir privaciones pensando en la felicidad futura, en el bienestar supremo, en el gozo de la otra vida; vida que viviríamos después de la muerte; que tendremos que morir para gozar. ¡Es muy fuerte eso! o es muy efímero. También podíamos decir: La verdad es que estando la vida basada en el dinero y la abundancia de todo, nadie quiere dejar su status y otros muchos, la gran mayoría, no se resignan a vivir en la pobreza. Todos queremos más. Está visto que sólo a las personas de fe, especialmente a los cristianos, les está encomendado llevar pan donde no lo hay, felicidad donde no la hay, amor donde no lo hay; además de justicia y paz y todo lo que necesita el alma; y la razón no lucha para conseguirlo. No olvidemos que la fe será siempre premiada por el juez supremo. Es difícil tener fe, es difícil luchar contra la corriente, es difícil luchar contra la carne. La primera carne que se opone es la tuya propia. Esa “razón” que parece ser el motor del equilibrio, miramos a nuestro mundo y esa misma razón es la que está creando las mayores desigualdades. Mientras haya personas que en la política ganan cientos de miles de euros al año y millones de personas que no superan los nueve mil, y otros miles, rayando la pobreza, sólo se creará desigualdad. El concepto de servir al pueblo se ha desvirtuado: en lugar de servir al pueblo con unos sueldos razonables,  sirven al pueblo con unos sueldos astronómicos.
 

Reflexión:
(c)
La vida ofrece grandes posibilidades a muchas personas (en el mundo desarrollado); a lo largo de una vida surgen oportunidades para mejorar. Pero creo que lo más importante es buscar la verdad y vivir en la verdad, independientemente de la posición social y económica que se tenga.
Hay muchas verdades, aunque creo que hay una verdad que está por encima de todas. La verdad plena está en Jesucristo. Y lo más importante de esta verdad es “que salva”.
Su mensaje es autentico, irrefutable. Es el mensaje de Dios Padre, creador del Universo y creador de la vida. No solo creó vida desde el origen, sino que la crea a partir de la muerte. Yo veo tres pilares en los que se asienta la verdad de Dios: Poder, Amor y Justicia.
 

Sábado: Desayuno
Reflexión:
Permanecemos en silencio desde el final de la charla de anoche.
Le pido al Señor que los frutos sean muchos y que nos ponga en camino hacia él.
La casa de convivencia se encuentra en Pozuelo, paraje inigualable. La naturaleza todavía convive con el hombre. La frondosidad de su arboleda cubre las casas y el silencio reinante en la calle contribuye a la paz interior que necesitamos.
 

 

Charla: Epístola de San Pablo a los Romanos
No hago el bien que quiero y hago el mal que no quiero. ¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo que me lleva a la muerte?
Esta palabra es indispensable para nuestra renovación; para dar prioridad al espíritu sobre la carne. (d)
 

Los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Hijos y herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús. (e)
 

Las insatisfacciones experimentan la muerte.
Como el Señor nos ha hecho a su imagen y semejanza, en el fondo anhelamos una vida espiritual. Hay una lucha en nuestro interior buscando nuestra realidad profunda. Por la fe seremos justificados. La ley no tiene la fuerza para poderla cumplir. La fuerza está en Jesucristo. En el amor que está en Jesucristo. El Señor ha allanado nuestros caminos para traernos aquí, a la convivencia.
Los que están en la carne no pueden agradar a Dios.
No recibisteis espíritus de esclavos, sino un espíritu de libertad, de hijo adoptivo de Dios. Es bueno descubrir nuestra debilidad y comprender que las mismas debilidades están en los demás para no criticarlos. Todo lo que ocurre en tu vida procede del amor de Dios. En los estados de muerte, en la nada, se descubre la vida, el todo. El señor elige a un grupo de cristianos para representarle, incluso para dar la vida por él. Jesús ha derramado hasta la última gota de su sangre para justificarnos, para darnos su gloria, la vida eterna.
El Señor quiere hacer en nosotros un camino, hay que tener paciencia y dejar que el Señor obre en nosotros.
Si Dios está con nosotros ¿Quién contra nosotros? Dios nos protege contra los ataques del maligno. ¿Quién me separará del amor de Dios? ¿Quién me hará temblar? El Señor se fija en nosotros para que salga fruto de amor, fruto de perdón, pero “ojo” no engreírse, hacerse humildes.
 

 

Reflexión:
(d)
El espíritu debe sobreponerse y tomar partido. Sabemos que la carne se impone de forma cotidiana, pero el espíritu hilo conductor con la divinidad, debe mantener a raya al cuerpo. Los apetitos desenfrenados de la carne, son nocivos para una futura vida espiritual. El cuerpo ha de verse guiado por un camino de privaciones, en solidaridad con un mundo hambriento, frustrado y perdido. Dichas privaciones te ayudan a compartir sentimientos y anhelos y te predisponen a la ayuda y a ver en el otro a un cristo necesitado.
 

 

Reflexión:
(e)
Si Dios nos hace herederos suyos hemos de aceptarlo, pero el premio inmediato que se recibe cuando se hace el bien es la sonrisa de agradecimiento del hermano que recibió la ayuda. Este premio inflama el corazón de gozo. El corazón solidario se encoge de dolor ante la cara suplicante del hermano necesitado. Y el corazón que ama se siente pagado con una sola sonrisa.
 

 

Sábado: Charla
Hoy todavía estamos a tiempo, el amor de Dios manifestado en la Creación nos quiere acoger para evitarnos sufrimientos. Dios nos quiere regalar su amor, sólo nos pide que le aceptemos y le reconozcamos como Padre. El amor tiene gran poder de transformación: Una niña sorda y ciega, reacciona positivamente a los estímulos del amor. Ana Salivan realizó el experimento.
 

El hombre fue hecho como lo más importante, a imagen de Dios. Más adelante el hombre dejó de amarse, pero Dios hizo una promesa a Noé para que lo rescatara de todo lo malo. El rescate lo hizo a través de Noe.
 
Luego le dice Dios a Abrahán: Sal de tu tierra. Dios le dio el hijo de la promesa. Lo llevó al desierto, al mando de su pueblo, para que se dieran cuenta que sin Dios no hay nada. Sólo tenían lo que les Dios les daba.
 

La palabra es mucho más que la escritura. En diversas ocasiones Dios da la impresión de que es muy celoso y muy acaparador, y que nos quita libertad. La realidad es otra, sólo pretende que no nos perdamos en la adoración de los ídolos y la aceptación de malos modos de vida. Caminos todos ellos que conducen a la perdición.
Con David se empezaron a escribir cánticos y salmos.
 

Nos dice Dios: ¿Por qué dudas de mi amor porque tengas una enfermedad? (f)
¿Por qué dudas de mi amor porque atravieses por circunstancias adversas? Paro, defunción, ruptura familiar…(g)
 

La palabra de Dios, palabra viva, penetra en nosotros de tal forma que ya no nos deja indiferentes. (h)

 

En un paraje campestre le dicen sus discípulos a Jesús: Maestro ¿A quién vamos a ir que tenga como tú palabras de vida eterna?
La palabra de Dios hay que acogerla, porque hará nacer en nosotros hombres nuevos.
 

Como prueba del amor de Dios, Cristo viene a perdonar los pecados y a salvarnos de la muerte.
.

(f)

Reflexión:
El amor de Dios hacia ti es inquebrantable. Para que te hagas una idea: Su amor es igual al que tiene un padre humano a sus hijos pero multiplicado al infinito. Con la ventaja de que Dios también respeta la libertad. Con mucho dolor y con mucha pena Dios soporta nuestro rechazo, nuestro abandono, por eso celebran tanto en el cielo lo que llaman el rescate de la oveja perdida, o la vuelta del hijo que estuvo a punto de perecer.
Lo que Dios no tolera es la blasfemia, el insulto, la abominación. Nuestro Dios es un Dios santo, y quiere nuestra santidad. Por eso nos perdonaría millones de veces hasta conseguir nuestra purificación total. En el cielo no se permite nada impuro, nada que pueda manchar el amor reinante.
 

 

 

Reflexión:
(g)
En tiempos pasados las dudas estaban más justificadas, hoy disponemos de infinidad de datos que atestiguan sobre la existencia de Dios y sobre la vida eterna; hay innumerables evidencias que ponen al descubierto lo que hace años era un misterio. En el pasado, para crearte un juicio de valor, tenías que limitarte a lo acontecido en tu región, hoy a través de las noticias: radio, prensa, TV, libros, Internet… sabemos lo que acontece en el mundo al instante de suceder. Aún así cuando la duda nos invade en ese momento se cierran los canales de la clarividencia y nuestra fe se tambalea. Los resortes que nos mantienen en sintonía con los aspectos más lógicos de los preceptos y mandatos divinos, fallan y dudamos hasta de nosotros mismos.
 

Reflexión:
(h)
La palabra de Dios es distinta a la palabra del hombre. El hombre ni aún hablando con la máxima nobleza, su palabra sería verdad absoluta, siempre puede equivocarse. Sin embargo la palabra de Dios sí que es verdad absoluta. Es una palabra que te aclara las ideas, ilumina tu visión porque te hace ver la belleza de las cosas, te ayuda a ver el camino a seguir y finalmente es una verdad que salva. La verdad del hombre facilita las cosas, da confianza, pero no salva, no te lleva a la eternidad, al gozo deseado. Fuera frío, fuera cansancio, fuera dolor, fuera angustia, fuera alzheimer. ¡Es tan penetrante y amorosa la palabra que transforma nuestros corazones!. Siempre hay una frase que llega, que te toca el corazón y no te deja indiferente. Para ello es necesario leer la Biblia: Antiguo y Nuevo Testamento. El Antiguo más difícil de entender por tratarse de los primeros encuentros de Dios con el hombre. Inserto en una época y una cultura diferente a la nuestra. La rudeza del hombre dificultaba la comprensión y la aceptación de un Dios único, en un tiempo en el que a cualquier cosa se le atribuía poder. Había muchos dioses, y costó mucho hacer sumiso a un pueblo, casi indómito, que aceptase ser dirigido por personas, muchas veces fuera de la realeza ó nobleza: simples pastores, agricultores y en el N. T. pescadores.

En el Nuevo Testamento, conocido por “Evangelio” “la Buena Nueva”, haciendo uso de nuevos conceptos, lo hacen más asequible a las diferentes culturas del mundo. Palabras inmutables dichas por Jesús, no perderán vigencia hasta el último día. Dice Jesús: “Pasará el cielo y la tierra, mas mis palabras no pasarán”

 

Lectura bíblica
 

Relato del encuentro de la virgen y su prima Isabel.
 

FIESTA DE LA VISITACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
 

María se puso en camino y fue a prisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia

–como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa. 
 

So 3, 14-18a; Sal Is 12, 2-6. Lucas 1, 39-56
 

Arreglar esto
 

Charla
Los cinco primeros libros de la Biblia son conocidos por el nombre de: Pentateuco. En la religión judía por: La Torá
Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio.
 

La Biblia en el Catecumenado es un libro de oración.
 

Oración
 

Gracias te doy Señor por todo el bien que nos concedes.
 

No son palabras vanas. Te doy gracias, Señor, porque eres bueno; porque eres fuente de bondad y misericordia; porque eres justo y sabio; tu luz nos muestra el camino de la salvación. Tu palabra da respuesta a todas nuestras inquietudes y anhelos.
 

Sin ti no somos nada. Sin ti nos invaden sombras de muerte. ¿A quien vamos a ir que nos reciba con tanto amor? Te pido, Padre Santo, que detengas en estos días la furia del mar y los temblores de la tierra (epicentro Japón). El hombre quiere corregir sus desafueros y restaurar la naturaleza. No permitas que los elementos se subleven contra tu criatura predilecta. Te lo pido por nuestro Señor Jesucristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
 

La palabra expresada en la Biblia nos pone en comunión con Dios.
 

Reflexión:
Tu palabra es generadora de fe, trae la conversión. ¿Quién puede creer si antes no se le ha predicado? La fe nos pone ante ti como lo que somos, seres dependientes de amor, necesitados de justicia y necesitados de vida. El anuncio de la cercanía de tu reino, nos devuelve la esperanza y nos exige la aceptación de un cambio moral, un cambio de hábitos, salir de la dinámica del mundo y entrar en la dinámica de la entrega, del amor y del perdón. Tú nos pides colaboración; tú nos pides compromiso y solidaridad con el necesitado. Aquí estoy, hazme instrumento para el bien y dame fuerzas para superar el envite del ignorante y del soberbio.
La palabra da testimonio de la destrucción originada por guerras y malos entendidos. La palabra es constructiva, allana el terreno, endereza caminos, tiende puentes, facilita el entendimiento. Hágase en mí según tu voluntad. Enséñame a vivir en la austeridad. Hazme desprendido y generoso como tú lo eres, Señor. Tu palabra va al corazón y sale por la boca y a nadie puede herir. Tu palabra vino y transformó el mundo; una nueva era empezamos a vivir y desde entonces no ha dejado de fructificar. Roturemos nuestro corazón y airémoslo. Seamos tierra mullida para que tu palabra germine en nosotros renovándonos. Tú que eres, Señor y creador de vida, permite nacer en mí un nuevo retoño; dame el vigor suficiente para caminar derecho hacia ti; dame el deseo de aglutinar y no de dividir; pon en mi boca palabras de concordia y de perdón.
Los profetas que vivieron las vejaciones del mundo ya anunciaban tu venida. Creían que serías aceptado con verdadera pasión por los tuyos y no fue así (vine a mi casa y no me reconocieron) más aquel que me reconozca será hijo de Dios, no nacido de carne.
 

Tu palabra salva porque tu palabra es generadora de amor, nace del amor, vive en el amor: El que acepta tu palabra y la practica vuelve a ti el último día. El que rechaza tu palabra vive en la noche, la luz le molesta, no quiere que se vean sus obras; y la luz que pone todo al descubierto nos muestra nuestra otra cara, nuestra esclavitud, nuestra agonía. ¡Que cosa tan contrapuesta!: la muerte y la vida. La semilla, como tu palabra, creada para germinar, a la mínima que se dan las condiciones óptimas germina, pero si no hay fondo, si hay dureza como en una piedra, no puede echar raíces y no se puede desarrollar. No hay palabras; la felicidad se desvanece, la zozobra hace acto de presencia, el remordimiento nos invade y los recuerdos nos hacen despreciables. ¿Para que ha valido nuestra actitud en toda nuestra vida? En este momento daríamos cualquier cosa porque aquí se acabe todo. No tenemos nada que ofrecer. Si no hemos amado verdaderamente estamos muertos. Cuando nos examinen de amor y tengamos que dejar la hoja en blanco, ¡que descorazonador será!; pediremos como locos otra oportunidad. Entramos en el misterio; nuestra voluntad deja de tener efecto y nos vemos sujetos al plan de la Divinidad.
 

 

Charla:
La virgen dijo: Hágase en mí según tu palabra.
Relato de la Virgen y del ángel Gabriel.
La palabra en los judíos es igual a los hechos. La palabra está unida al amor. Dios ha distinguido a su pueblo entre todos los pueblos del mundo. Con Cristo cambió el mundo. La venida de Cristo es un hecho histórico, anunciado ya en el Antiguo Testamento.
 

Iglesia primitiva                                Constantino                           Concilio
 

La encarnación del verbo de Dios es para salvar a todos los hombres sin excepción.
 

María, la elegida de Dios, es ejemplo de humildad y de fe, como esclava del Señor.
 

Lectura bíblica: Anunciación del Señor
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David: la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Y María le dijo al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?. El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible. María contestó: Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y la dejó el ángel.
Is 7, 10-14; 8, 10; Sal 39, 7-11; Hb 10, 4-10 . Lucas 1, 26-38
 

Charla:
El Señor pasa, el Señor interviene y todo se pone en movimiento. Aparece un camino y la vida se ilumina.
 

Abrahán no estaba contento con su historia; quería hijos y no tenía ninguno, estaba triste y Dios se le aparece. Le pone en camino y empieza a vivir una nueva historia, Dios ha dado sentido a la vida de Abrahán. Cuando Dios le promete vida a Abrahán y a su esposa Sara se ríen, les parece la promesa de Dios una broma. La intervención de Dios es un hecho histórico que el hombre ha vivido. La fe es un encuentro con Dios, conocimiento experimental con Dios. Nosotros, los cristianos estamos llamados a iluminar a los demás. El Espíritu de Dios penetra en los apóstoles y les quita el miedo.
 

En la Eucaristía se relata la acción de Dios. Es una fiesta exultante.
 

El pueblo de Israel está en Egipto esclavo sometido al Faraón.
 

Entra en el desierto, en la nada y todo lo que recibe es de Dios. El Señor hace una alianza con el pueblo judío. Dios rompe toda esclavitud. El pueblo responde con la Pascua con una gran liturgia. También la Eucaristía es una acción de gracias. Los apóstoles se ponen en camino en el momento de recibir el Espíritu. Hay una similitud entre los cuarenta años del desierto y la vida a partir de Pentecostés. La Eucaristía, es una respuesta nuestra, es una celebración de los cristianos. La Eucaristía comienza en la última cena. La última cena es la celebración de la Pascua. Nos relata, la conferenciante, los últimos días hasta la salida de Egipto. La pascua es el paso del Señor, empezaron a  celebrarla los últimos días en Egipto. En la pascua celebran un sacramento del Éxodo.
 

ESCLAVITUD                       PASCUA                                LIBERTAD
 

PAZ                                        CENA                                     COPA
Hierbas amargas                      Pascua hebrea                         De la santificación
 

PASCUA CRISTIANA                                             COPA DE LA SANTIFICACIÓN
 

En la víspera de la Pascua los judíos hacen un rito con una luz; buscan por todos los rincones de la casa lo viejo para ser destruido. El pan con levadura representa lo viejo y lo destruyen. En la fiesta de la Pascua todo lo que entra ha de ser nuevo. Comienza la fiesta habiendo preparado pan, hierbas amargas, cordero, pasta oscura hecha con miel y almendra… eso representa el Éxodo. Es una fiesta importantísima porque Dios de nuevo se hace presente. Equivale a la Eucaristía. El que preside levanta una copa y la fiesta se inicia. Comienza con unas bendiciones en las que está Dios.
 

Bendicen los alimentos que el Señor nos ha dado. Todo gira en torno al pan. Hacen el rito de la liberación. La bolita de hierbas amargas la toman y les sabe a rayos, les recuerda el tiempo de la esclavitud. En la primera Pascua dicen “El que tenga hambre que venga a comer con nosotros” Hoy somos esclavos, mañana seremos libres. Esto que estamos viviendo, que todos se lo graben en su corazón. Que todos lo recuerden, y lo revivan sobre todo aquellos que lo vivieron la primera vez.
 

Los niños son muy importantes en esta fiesta. Los niños preguntan mucho sobre la fiesta y entonces los padres empiezan a contarles toda su vida, en Egipto y en el Éxodo. Según se va narrando la historia se acompaña de cánticos y salmos, 113-114. A los niños les emocionan estas narraciones.
 

En mi reflexión me pregunto: Y los niños, hijos de los católicos ¿se interesan por la religión? ¿Les educan sus padres cristianamente?
 

Este es el pan que tú nos regalaste con el maná. Y ahora dice Jesucristo: Este es mi cuerpo entregado por vosotros: Hacedlo en memoria mía. La celebración de la Eucaristía es mi memorial: Mi cuerpo que se entrega a la muerte por vosotros.
 

Con gran ansia he celebrado esta Pascua con vosotros, para eso he venido.
 

El pan en este caso cambia de contenido. Ya este pan no representa el triunfo de la salida de Egipto, sino que representa el paso de la muerte a la vida por mi muerte y resurrección. El pan es, dice Jesus: Este es mi cuerpo que se entrega a la muerte por vosotros. Se ha cumplido la Torá con los cinco libros del Pentateuco en Jesús.
 

En la cena, que es la alegría donde corre el vino y el buen humor. Al final el que preside dice: Permitidme que de gracias a Dios. Esta copa es la Antigua Alianza del Sinaí. Dicen los que todavía no creen en Jesucristo. En la Eucaristía cuando se levanta la copa, dice: Esta copa es la Nueva Alianza ofrecida por vosotros, de mi sangre derramada por vosotros.
 

Cuando nos preguntamos ¿Qué ha hecho Jesucristo en la última cena? Jesucristo en la última cena ha dicho: Este es mi paso de la Antigua Alianza a la Nueva. En mí se ha cumplido. Y a partir de hoy este es mi memorial. Este es mi cuerpo, esta es mi sangre que se entrega por vosotros. Sacramento vivo pasando de la muerte a la vida.
 

La Eucaristía es el centro de la vida del cristiano.
La Eucaristía es una prefiguración de la Pascua.
En la Eucaristía Cristo se hace presente. Es como una explosión, como un bin ban, una explosión de alegría; es una luz. Es una fiesta, una acción de gracias. Es un término griego que significa agradecimiento, reconciliación. El pueblo cristiano la vivía en las catacumbas. Se hacían plegarias eucarísticas. La Eucaristía ha ido cambiando a través de los siglos. Ya no se presenta el esplendor como en el principio.
 

Los cristianos celebraban la Eucaristía el Día del Sol, el domingo.
San Justino nace en Jerusalén, sus padres eran griegos.
 

Salmo 23: El Señor es mi pastor nada me falta.
Si no había un determinado número de personas, la misa no se celebraba. La asamblea es necesaria. Se leían tres o cuatro lecturas: primera, segunda, tercera y Evangelio. Se leían acontecimientos de vidas presentes. Se leía la palabra y la asamblea; uno a uno tenía que decir en que medida le había influido para cambiar su vida, adecuar su vida a algo de lo manifestado en la palabra.
 

El presidente de la asamblea o presbítero, levanta el pan y el vino haciendo una acción de gracias. En la época de Constantino, convertido al cristianismo todos los que lo seguían también se convierten y también su madre. Dejó la Iglesia de ser perseguida. La Iglesia empezó a formar parte de estado. Todos los que creían en estos dioses se convertían al catolicismo, con Constantino. Al principio a estas personas había que catequizarlas. En esta época se construyen grandes catedrales. El Papa entraba en la catedral de modo solemne. Al principio las ofrendas eran para los pobres, después eran para Dios. Se iba a la Iglesia con temor de Dios y por eso se le ofrecían cosas.
 

Las ofrendas se dejaban en el templo, después en el altar. Era una ofrenda como un sacrificio a Dios para recibir favores de él. En el siglo octavo hasta el quince empieza una interpretación teológica, deja de ser asamblea. El presbítero la celebraba de espaldas al pueblo y en latín. La gente no entendía nada. Cada uno hacía lo que quería. El Papa Pío XII viendo esto y viendo que la gente no sacaba nada de provecho, se hicieron muchas imágenes mediante pintura y éstas servían para catequizar. Isaías dice: Veo a todo el pueblo en pie, como exultante, algo de fiesta y no se ponían de rodillas. Los Obispos ordenaban sacerdotes incluso sin saber leer ni escribir. Decían muchas misas que incluso cobraban. El siglo X fue el siglo más decadente de la Iglesia; incluso pagaban una misa para que alguien muriera. El Papa Paulo III y terminó con Pío IV              lo cambia todo en el Concilio de Trento. Por entonces Martín Lutero se aparta de la Iglesia y le siguen muchos. Esta persona le da otro sentido distinto a la Eucaristía.
El Concilio de Trento hace una renovación grande de la Iglesia; de la Eucaristía y de todos los sacramentos: Los hace más vigentes. No se entiende la presencia de Santísimo en el Sacramento de la Eucaristía. El que no reconoce el Misterio, el Sacramento sea anatema: dijo el Papa. La Eucaristía concede una gracia que santifica. Con el Vaticano II se configura la Eucaristía hasta nuestros días. Ya el cristiano puede acceder a las Escrituras Da importancia a la catequización. La asamblea participa más en la Eucaristía.
La Eucaristía es un Sacramento, una fiesta, como la Pascua que celebraba el pueblo de Israel. Se celebra que Dios es amor. Dios nos invita a participar de la Fiesta, de su amor. No creemos a fondo que Dios nos ama; no aceptamos que Dios permita el sufrimiento y la muerte. Dios nos abre las puestas del cielo a nosotros, pasando primero Jesucristo con su resurrección. Muchos interrogantes hay en la vida, pero nuestro consuelo, y nuestra esperanza debe estar en Dios. Porque Dios nos cede la vida eterna aunque seamos pecadores. Nosotros debemos facilitar las cosas perdonando y trabajando para crear una conciencia cristiana.
 

La palabra de hoy domingo es una palabra determinante. Hoy nacemos de nuevo. Si aceptamos la palabra hoy el hombre nuevo empezará a gestarse en nosotros. La paz de Dios es aquella que hace vivir confiando en todo lo que acontece. El Señor da respuesta a todos los interrogantes de nuestra vida.
 

 

 

Lectura: Evangelio según san Mateo, 5. 6. 7.

Las Bienaventuranzas.

5, Viendo a la muchedumbre subió al monte y se sentó. Sus discípulos se le acercaron. Entonces, tomando la palabra, les enseñaba así:

Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosas, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan, y cuando por mi causa, os acusen en falso de toda clase de males. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; Pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.

 

Sal de la Tierra y luz del mundo

Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿Con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara para ponerla debajo del celemín, sino en el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean lustras buenas obras y alaben a vuestro padre que está en los cielos.

 

Cumplimiento de la Ley.  

No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolirlos. Sino a darles cumplimiento. Os aseguro que, mientras duren el cielo y la tierra, no dejará de estar vigente ni una i ni una tilde la ley hasta que todo suceda. Por tanto, el que no de importancia a uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el reino de los cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ese será grande en el reino de los cielos.

 

La justicia nueva superior a la antigua.

Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás, pues el que mate será reo ante el tribunal. Pues yo os digo que todo aquel que se encolerice contra su hermano será reo ante el tribunal; el que llama a su hermano imbécil será reo ante el Sanedrín; y el que le llame renegado será reo de la Gehenna de fuego. Entonces, si al momento de presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano. Luego vuelves y presentas tu ofrenda. Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él de camino, no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo. Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo que todo el que mira con deseo a una mujer ya cometió adulterio con ella en su corazón. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de tropiezo, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de tropiezo, córtatela y arrójala de ti; te conviene que se pierda uno de tus miembros, antes que todo tu cuerpo vaya a la Gehenna. También se dijo: el que repudia a su mujer, que le de acta de divorcio. Pero yo os digo que todo aquel que repudia a su mujer –excepto en caso de fornicación- la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada comete adulterio. Habéis oído también que se dijo a los antepasados: No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos. Pues yo os digo Que no juréis en modo alguno: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey. Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. Limitaos a decir: “Sí, sí” “No, no”, pues lo que pasa de aquí proviene del maligno. Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pues yo os digo que no os resistáis al mal; antes bien, al que te abofetea la mejilla derecha ofrécele también la otra; al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; y al que te obligue a andar una  milla vete con él dos. Al quién te pida da, y no vuelvas la espalda al que desee que le prestes algo. Habéis oído que se dijo: amará a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amar a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los paganos? Vosotros, pues sed perfectos como es perfecto vuestro Padre del cielo.

 

6, La limosna en secreto.

Cuida de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para que os vean; en tal caso no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Así que, cuando hagas limosna no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que con eso ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha. Así tu limosna quedara en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

 

La oración en secreto.

Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, bien plantados, para que los vean la gente. Os aseguro que con eso ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puesta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará.

 

La verdadera oración. El Padre nuestro.

Ahora bien, cuando oréis, no charléis mucho, como los paganos, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo. Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga tu reino; hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdona nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación mas líbranos del mal.

Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.

 

 

El ayuno en secreto.

Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que la gente vea que ayunan. Os aseguro que con eso ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu cara, para que tu ayuno sea visto, no por la gente, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

 

El verdadero tesoro.

No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban. Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben; porque donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón.

 

El ojo, lámpara del cuerpo.

El ojo es la lámpara del cuerpo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará iluminado; pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡que oscuridad habrá!

 

Dios y el dinero.

Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se dedicará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a dios y al dinero.

 

Abandono en la providencia.

Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, pensando qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, discurriendo con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, pero vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? Por lo demás, ¿Quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? Y del vestido, ¿Por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, como crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en todo su esplendor, se vistió como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? No andéis, pues preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos?, pues por todas esas cosas se afanan los paganos. Vuestro Padre celestial ya sabe que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Así que no os preocupéis del mañana, pues el mañana se preocupará de sí mismo: cada día tiene bastante con su propio mal.

 

7 No juzgar.  

No juzguéis, para no ser juzgados. Porque seréis juzgados con el juicio con que juzguéis, y seréis medidos con la medida con que midáis. ¿Cómo eres capaz de mirar la brizna que hay el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: Deja que te saque la brizna del ojo, teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano.

 

No profanar las cosas santas.

No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen.

 

Eficacia de la oración.

Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, haya; y al que llama, se le abrirá. ¿Acaso alguno de vosotros le da una piedra a su hijo cuando le pide pan?; ¿O le da una culebra cuando le pide un pez? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!

 

La regla de oro.

Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos. En esto consisten la Ley y los Profetas.

 

Los dos caminos.

Entrad por la entrada estrecha, porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición; y son muchos los que entran por ella. En cambio, ¡qué estrecha la entrada y que angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos son los que lo encuentran.

 

Los falsos profetas.

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producirlos buenos. Todo árbol que no da buen fruto es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los reconoceréis.

 

Los verdaderos discípulos

No todo el que me diga “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán aquel día: “Señor, Señor” ¿no profetizamos en tu nombre y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Pero entonces les declararé: ¡jamás os conocí; apartaos de mí, malhechores! Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica se parecerá al hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y embistieron contra aquella casa, pero no se derrumbó, porque estaba cimentada sobre roca. Pero todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica se parecerá al hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos e irrumpieron contra aquella casa, que se derrumbó, y su ruina fue estrepitosa.

 

Admiración de la gente.
Cuando Jesús acabó estos discursos, la gente se quedó asombrada de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas.
 

 

 

Charla
¿Qué es la comunidad?
No se puede entender a Dios con la razón.
A lo largo de las catequesis se nos ha abierto una ventana desde lo alto. Se nos ha mostrado un paisaje, belleza, el diseño que Dios tiene para nosotros. Lo que Dios quiere para nuestra vida es que salgamos de nosotros mismos como Abrahán salió de su vida. Dios con la palabra, sobre todo con la de esta mañana, nos ilumina y nos sirve de guía en nuestra vida.
La vida del cristiano es un trípode. La palabra provoca en nosotros una respuesta: Una liturgia, unos actos: Entrega de biblias, fiesta, penitencial. Palabra, liturgia, comunidad.
La comunidad no es un compromiso férreo. Es libre, en cualquier momento se puede dejar. La dirección o hermanos más responsables son conscientes de que cuando el Espíritu Santo no actúa en nosotros difícilmente podremos hacer un gran esfuerzo o un compromiso.
El Concilio Vaticano II da respuesta:
Nos encontrábamos en un proceso de sacralización y los valores cristianos se habían relegado. Empezaba a imperar el ateismo, y el helenismo. El progreso ha influido en este cambio. Se considera que las injusticias del mundo obedecen a estructuras injustas y se trata de cambiar las leyes. Incluso la Iglesia ha caído en un error. Ha intentado catequizar entrando en las estrategias de nuestro mundo y ella ha sido catequizada.
La religiosidad natural nos mantiene con una fe infantil. Se le pide a Dios a cambio de sacrificios. Los signos de la fe hoy casi se han perdido. Hay que pasar de una pastoral de sacralización a una pastoral de Evangelización. Hay que hacer presente a Cristo con un signo, con el Kerigma.
Kerigma es Cristo que ha muerto y ha resucitado por nosotros. Ha muerto por amor a nosotros.
Su amor entre ellos era algo admirable. Este amor es lo que debemos mostrar nosotros a nuestro entorno para que crean en que nosotros somos cristianos coherentes. Nuestra palabra debe estar en sintonía con los hechos. El amor es caridad hacia los demás. Solamente podremos amar si nos dejamos hacer, en este caso recibiremos el Espíritu. Es difícil amar al enemigo, es difícil dar la vida por un enemigo. ¿Dónde está este amor hoy? Está en la Iglesia. Esto nos hace retornar a la Iglesia Primitiva. Con su ejemplo enseñaba y convencía. El Concilio II ha suscitado carismas. Ha dado respuesta a la renovación de la liturgia. Ha puesto su acento en la catequización. Hoy, ¿Cómo se lleva a la práctica estas renovaciones del Concilio? Con nuestra fe infantil ¿Qué podemos hacer para llegar a una fe adulta? Creando comunidades. En la nueva Comunidad se crea un catecumenado, se renueva la liturgia parroquial. Esto conduce a la fe adulta, lo que facilita la aparición de carismas. En el Cuerpo de Cristo todos son importantes, y por el testimonio de una primera comunidad empiezan a nacer otras comunidades. ¿Cuál es la misión de la Iglesia y de la comunidad para con los que están fuera? El que acoge la palabra, con el Espíritu Santo, empieza a obrar conforme a los deseos de Dios. Dios elige a gente normal, pero que después su cambio sorprende.
 

Lectura bíblica: El amor según San Pablo
Primera Epístola a los Corintios
Capítulo, 13, 1-13
Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Ya podría yo tener el don de profecía y conocer todos los misterios y toda la ciencia, o poseer una fe capaz de trasladar montañas; si no tengo caridad nada soy. Ya podría yo repartir todos mis bienes, e incluso entregar mi cuerpo a las llamas; si no tengo caridad, nada me aprovecha. La caridad es paciente y bondadosa; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa ni orgullosa; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. La caridad no acabará nunca; en cambio, desaparecerán las profecías, cesarán las lenguas y desaparecerá la ciencia. En realidad, nuestra ciencia es parcial, y parcial nuestra profecía; pero, cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo parcial. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como un niño; pero al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, de forma borrosa, pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré tal como soy conocido.
Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres realidades. Pero la mayor de todas ellas es la caridad.
 

Debemos actuar para que los hombres se salven ¿Qué puede hacer el cristiano frente a Judas?
El mal es un misterio necesario para que brille la luz de Cristo.
 

Lectura bíblica: Isaías el siervo de Yahvé
Capitulo 53, 1-12
¿Quién creyó en nuestra noticia? ¿A quién le fue revelado el brazo poderoso de Yahvé? Creció ante él como un retoño, como raíz en tierra reseca. No tenía apariencia ni presencia; (le vimos) y carecía de aspecto que pudiésemos estimar. Despreciado, marginado, hombre doliente y enfermizo, como de taparse el rostro por no verle. Despreciable, un Don Nadie ¡Y de hecho cargó con nuestros males y soportó todas nuestras dolencias! Nosotros le tuvimos por azotado, herido por Dios y humillado. Mas fue herido por nuestras faltas, molido por nuestras culpas. Soportó el castigo que nos regenerará y fuimos curados con sus heridas. Todos errábamos como ovejas, cada uno marchaba por su camino, y Yahvé descargó sobre él la culpa de todos nosotros. Fue oprimido y humillado, pero él no abrió la boca. Como cordero llevado al degüello. Como oveja que va a ser esquilada, permaneció mudo, sin abrir la boca. Detenido, sin defensor y sin juicio, ¿quién se ocupó de su generación? Fue arrancado de la tierra de los vivos, herido por la rebeldía de su pueblo; pusieron su tumba entre malvados, su sepultura entre malhechores. Por más que no cometió atropellos ni hubo nunca mentira en su boca, Yahvé quiso quebrantarlo con males. Si se dá así mismo en expiación, verá descendencia, alargará sus días; su mano ejecutará el designio de Yahvé. Después de sufrir, verá la luz, el justo se saciará con su conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, pues las culpas de ellos soportará. Le daré su parte entre los grandes y con poderosos repartirá despojos, pues se entregó indefenso a la muerte y fue tenido por un rebelde, cuando él soportó la culpa de muchos e intercedió por los rebeldes.
 

¿Cuál es la misión de la Iglesia? ¿Cuál es la misión del cristiano? Ser un siervo, ser humilde, considerando a los demás superiores.
Mostrar que la muerte ha sido vencida. ¡Cuánto sufrimiento hay en el mundo cuando se vive sin Dios! ¡Eso si que es grave, vivir sufriendo sin esperanza! Con el perdón de Dios experimentamos la libertad. Ni te quitan nada ni tú puedes dar. Dios hecho hombre es un escándalo para los judíos y una necedad para los griegos: la razón
Morir con Cristo es el paso previo para resucitar con Cristo. Ser siervo de Yahvé es una revolución: responder al mal con bien, no juzgar, ¿Cómo poder al enemigo? Naciendo de nuevo. Lo que hace impuro al hombre es lo que sale del corazón ¿Cómo verán los hombres que Dios le ama? La misión del siervo de Llave es devolver bien por mal. Tenerlo muy presente.
 

San Esteban primer mártir de la Iglesia. Dio su sangre por los que le mataron.
San Pablo se considera a sí mismo un aborto; el último de los apóstoles.
Los mártires no tenían miedo y decían antes de morir “El que muere no soy yo es Cristo el que da su sangre por mí”.
¿Paresia? Dice la Iglesia: Hablar con verdad y valentía.
Es bueno tener paciencia e ir esperando los frutos en el tiempo.
La gestación necesita tiempo.
Zaqueo que es un ser despreciable, recaudador de impuestos, fue llamado por Jesús.
 

El camino de la vida es el amor al enemigo. El camino de la muerte es el aborrecer al enemigo. Por el amor que Dios nos tiene cuando nos perdona nos quita un peso de encima. Guardar la palabra es creer que Dios nos ama, que si caemos Dios nos ayuda a levantarnos, que Dios nos acepta, que Dios se nos entrega para que descansemos en él. Así a través nuestro será luz para otros hombres.
 

Catequesis María
María ha recibido una buena noticia. Lectura del ángel y respuesta de María.
“El camino de la salvación”
 

Lectura bíblica
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David: la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Y María le dijo al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?. El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible. María contestó: Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y la dejó el ángel.
Is 7, 10-14; 8, 10; Sal 39, 7-11; Hb 10, 4-10 . Lucas 1, 26-38
 

 

Anunciación                             Gestación                                Nacimiento
Kerigma                                  Catecumenado            
 

Familia de Nazaret                   Muerte en Jerusalén                 Bautismo-Resurrección
 

 

Neofitado                                                                               Siervo de Yahvé         
 

 

 

Si yo puedo cambiar mi corazón de piedra por uno de carne, ya empieza a gestarse en mí un hombre nuevo. Nuestra gestación se producirá en el seno de la Iglesia. El camino neucatecumenal es un descendimiento, un bautismo, hombre nuevo.
María y José viven en continua alabanza. Nadie que se crea superior a otro puede renovar su bautismo.
Jesús llama a su madre, mujer. La considera la nueva Eva, nuestra madre.
Jesús sabe que su Padre tiene poder para sacar vida de la muerte en cruz. Habrá cosas que no entendemos hasta que nos muramos.
David fue elegido. Era mala persona, y cuando se descubre a sí mismo, se arrepiente y deja de pecar.
El infierno es la ausencia de Dios, que ya es bastante. Hablar siempre con sinceridad en la comunidad.
 

Reflexión:
Esta catequesis y la convivencia final ha significado en nuestras vidas un nuevo renacer a la fe. Vemos una presencia más activa de Dios en los acontecimientos del mundo, aunque de forma sutil. Jesús de manera gratuita ama a este mundo pecador y le invita a la reflexión. En este estado de silencio podremos observar los valores que llevamos dentro disfrutarlos. Vivimos absorbidos por lo que vamos a hacer en un futuro, cuando tenía que ser por lo que estamos haciendo en el presente. La incertidumbre por lo que vamos a hacer, acongoja a veces y siempre nos distrae de nuestro presente.
Jesús nos llama a tener un encuentro con él, porque sabe que nuestra vida adquiriría otra dimensión. Nos dice que tenemos valores eternos, pero que hemos de cultivarlos, participando con él en extender por el mundo la voluntad del Padre Dios, el evangelio del reino. Es un error pensar que podemos dar la espalda a Dios, hecho que conlleva una falta de disfrute y el poder saborear los frutos inherentes al crecimiento espiritual. Dios sabe que el hombre es terco y desagradecido y que dadas estas aptitudes tardará en reconocerlo como su creador y experimentar la grandeza de ser sus hijos. Si acaso lo que hará es aprovecharse del patrimonio del Padre sin importarle el crecimiento de ese patrimonio. Es extraordinario saber que Dios desde siempre ha estado interesado en transmitir al hombre su plan. Plan personal de cada uno y plan global de todo su pueblo. El global que empieza con la salida de Egipto del pueblo elegido, para que ese pueblo irradie la fe a todos los pueblos del mundo. Cosa que se intenta realizar con la comunidad o Iglesia cristiana naciente a raíz de la resurrección de Cristo. No sabemos cuando Dios instaurará su reino en este mundo anulando este sistema de cosas. No estaría demás una intervención divina para sacarnos de nuestro letargo. Dios merece más atención y el mundo mira a otro lado.
 

HIMNO A LA CONVERSIÓN  de la mano de María
Momentos de confusión nos ha tocado vivir.
Que gentes de buen corazón no saben por donde ir.
Unos dicen que Pepe, otros dicen que Juan, otros dicen que es Jesús el que anuncia la verdad.
Verdades hay muchas, para cada uno cuarenta, pero la más importante es la que da vida eterna.
¡Verdad! Que misterio encierras para aquellos que no quieren entenderte.
Me refiero a la auténtica verdad. Aquella que aceptan y aclaman los corazones sinceros, los corazones que se despojaron de toda inmundicia, los corazones que dijeron “si” a tu hijo y recibieron la luz.
A nosotros se nos dice: Llamad y se os abrirá; a ti te llamaron y sin dudarlo un instante “al Señor dijiste si”
«Si» que palabra esta tan sencilla a la que los hombres llenamos de misterio. La mayoría hubiéramos dicho: ¿Por qué yo? ¡No entiendo nada! ¡Con lo tranquilo que estoy! ¡No quiero complicaciones! ¡No sabré hacerlo! ¡Esto es ridículo!  Y otras miles de excusas. Tú sin embargo dijiste “Si”
Comprendo que no fue fácil, pues con ello empezó tu calvario, pero… ¿qué mejor calvario que en compañía del Creador?
Qué fe más grande la tuya, reconocer tu fragilidad y ponerte al servicio de nuestro Dios.
Como te envidio Virgen María de Piedra Escrita, Madre de mi Señor.
¿Cuando nos haremos como niños, si queremos que el Señor se fije en nosotros, como niña eras tú cuando se fijó en ti?
¡Que sencillez la tuya Virgen Santa!
A través de tu humildad conseguiste la más hermosa revelación de Dios a los hombres.
Alegraos los humildes, los pobres y sencillos, porque Dios os desvelará los auténticos y verdaderos misterios de la vida cuando llegue su momento. Ahora, aprendamos tu lección, que culminó en ese profundo silencio, viendo como tu hijo moría injustamente en la cruz, al lado de unos ladrones.
¡Que dolor debiste sentir!
¡Como pudiste callar viendo lo que hacían con un Santo, que además era tu hijo! ¡Cómo te envidio Virgen María de Piedra Escrita!
Cuando lo normal hubiera sido, romper el silencio con desgarros de dolor, no lo hiciste, no quisiste llamar la atención, no quisiste brillar tú. De ahí que hoy tu silencio nos hable y siga hablando a todas las generaciones, diciendo:
¡Yo no quise brillar! ¡La luz que debe brillar es la luz de mi hijo!
Perla preciosa encarnó el Creador en mi seno.
¡Me maravillas Virgen Santa! Yo, que andaba en tinieblas, hoy soy testigo de la luz, todas mis faltas quedaron al descubierto y su peso se volvió liviano como una pluma.
No obstante, sigo tropezando, sigo cayendo, mi debilidad es grande, pero ya se que tu Hijo Jesús me acompaña y me ayuda a levantarme.
Amigo peregrino: Si te sientes triste y apesadumbrado y tus dudas y confusión no te dejan ver el camino, no continúes por más tiempo en ese estado, la  luz del Señor Jesús quiere iluminarte a ti también y quiere llevar tu carga.
Aprovecha este momento y dile “si” al Señor Jesús, no esperes a mañana, el ruido del mundo no te dejará oír lo que te dice este silencio de la Virgen en su ermita.
Este encuentro puede ser decisivo. Abre tu corazón a la Santísima Virgen y ella te llevará a su hijo amado, camino, luz, verdad y vida eterna.
Les pido al Señor Jesús y a su Santa Madre, que nos ayuden a todo el pueblo de Campanario a ser felices y a creer en su nombre.
Si estamos en la oscuridad de la duda, vayamos a la luz de la verdad.
Diego Caballero
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