Archivo de noviembre de 2010

Lectura diaria de la Biblia

martes, 30 de noviembre de 2010

30 de Noviembre 2010 – Martes

 

Mundo: ¡Qué locura, para el mundo, que Pedro y Andres, Santiago y Juan lo dejaran todo para seguir a Jesús!

 

Fe: Venid y seguidme: os haré pescadores de hombres.

 

Pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que le llaman Pedro, y a Andres, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús lo llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

Rm  10, 9-18; Sal 18, 2-5 . Mateo 4, 18-22

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 29 de noviembre de 2010

29 de Noviembre 2010 – Lunes

 

Mundo: Un centurión, un pagano, se humilla a pedir a Cristo un milagro y lo consigue: Cristo sigue esperando poder ayudar a los alejados, cuando quieran.

 

Fe: Señor, no soy quien para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra.

 

Al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho. Jesús le contestó: Voy yo a curarlo. Pero el centurión le replicó: Señor, no soy quien para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; a mi criado: “Haz esto”, y lo hace. Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de lo cielos.

Is  4, 2-6; Sal 121, 1-9 . Mateo 8, 5-11

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domingo, 28 de noviembre de 2010

28 de Noviembre 2010 – Domingo

 

Mundo: Cuando el mundo vivía contra Dios llegó el diluvio y pocos se salvaron.

 

Fe: Estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre.

 

Is 2, 1-5: Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén: Al final de los días estará firme el monte de la casa del Señor, en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas. Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos numerosos. Dirán: Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén la palabra del Señor. Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados; de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, ven; caminemos a la luz del Señor.

 

Sal 121, 1-9: Vamos alegres a la casa del Señor.

                                            

Rm 13, 11-14a: Daos cuenta del momento en que vivís; ya es hora de espabilarse, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz. Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor Jesucristo.

 

Mateo 24, 37-44: Dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por tanto estad en vela, porque no sabéis que día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de la casa a que hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejará abrir un boquete en su casa. Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.

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sábado, 27 de noviembre de 2010

27 de Noviembre 2010 – Sábado

 

Mundo: Cristo advierte al mundo: No se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida.

 

Fe: Jesús previene a sus discípulos que estén siempre despiertos y en oración, pidiendo a Dios las fuerzas necesarias para hacer frente a tanto horror.

 

Jesús dijo a sus discípulos: Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerzas para escapar de todo lo que está por venir y manteneos en pie ante el Hijo del hombre.

Ap  22.1-7; Sal 9, 1-7 . Lucas 21, 34-36

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viernes, 26 de noviembre de 2010

26 de Noviembre 2010 – Viernes

 

Mundo: El reino de Dios se acerca: ¿Cómo acogerá el mundo a Cristo?

 

Fe: El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán.

 

Expuso Jesús una parábola a sus discípulos: Fijaos en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan brotes, os basta verlos para saber que el verano está cerca. Pues, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Os aseguro que antes que pase esta generación todo eso se cumplirá. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasaran.

Ap  20, 1-4.11-21, 2; Sal 83, 3-8 . Lucas 21, 29-33

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jueves, 25 de noviembre de 2010

25 de Noviembre 2010 – Jueves

 

Mundo: Jerusalén será pisoteada por los gentiles: la iglesia, perseguida por el mundo.

 

Fe: Cuando suceda esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.

 

Dijo Jesús a sus discípulos: Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que está cerca su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a la sierra; los que estén en la ciudad, que se alejen; los que estén en el campo, que no entren en la ciudad porque serán días de venganza en que se cumplirá todo lo que está escrito. ¡Ay de las que estén en cinta o criando en aquellos días! Porque habrá angustia tremenda en esta tierra y un castigo para este pueblo. Caerán a filo de espada, los llevarán cautivos a todas las naciones, Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora. Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.

Ap  18, 1-2.21-23; 19,1-3.9a Sal 99, 2-5 . Lucas 21, 20-28

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miércoles, 24 de noviembre de 2010

24 de Noviembre 2010 – Miércoles

 

Mundo: Os echarán mano, os perseguirán, os odiarán por causa mía. ¿Quiénes? Los que odiaron al Maestro y no aceptan a sus discípulos.

 

Fe: Tendréis ocasión de dar testimonio. Con vuestra paciencia salvaréis vuestras almas.

 

Dijo Jesús a sus discípulos: Os echarán mano, os perseguirán, entregandoos a la sinagoga y a la cárcel, y os harán compadecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a alguno de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.

Ap  15, 1-4; Sal 97, 1-3.7-9 . Lucas 21, 12-19

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martes, 23 de noviembre de 2010

23 de Noviembre 2010 – Martes

 

Mundo: Falsos profetas y maestros nunca han faltado. Maestro sólo hay uno: Cristo.

 

Fe: Cuidado con que nadie os engañe: sólo Cristo y su iglesia tienen la verdad.

 

Algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido. Ellos le preguntaron: Maestro, ¿Cuándo va a ser eso?, ¿y cual será la señal de que todo eso está para suceder?. Él contestó: Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: “Yo soy”, o bien: “El momento está cerca”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá enseguida. Luego les dijo: Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.

Ap  14, 14-19; Sal 95, 10-13 . Lucas 21, 5-11

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lunes, 22 de noviembre de 2010

22 de Noviembre 2010 – Lunes

 

Mundo: Dios no necesita nada del hombre, sólo que le abra el corazón para llenárselo de paz y de amor.

 

Fe: Cristo ve toda la vida del que se acerca a él: no le importa la cantidad de la limosna, sino el desprendimiento de las cosas y la confianza en Dios.

 

Alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el arca de las ofrendas; vio también una viuda pobre que echaba dos reales, y dijo: Sabed que esa pobre viuda a echado más que nadie, porque todos los demás han echado de lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.

Ap  14, 1-3.4b-5; Sal 23, 1-6 . Lucas 21, 1-4

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domingo, 21 de noviembre de 2010

21 de Noviembre 2010 – Domingo

 

Mundo: Siempre ha habido quien se burla de Cristo: Ayer, las autoridades y los soldados que lo crucificaban, hoy los que rechazan su evangelio y su iglesia.

 

Fe: El cristiano, viendo a Cristo en la cruz exclama: Acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.  

 

2S 5, 1-3: Todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron: Hueso y carne tuya somos; ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel. Además el Señor te ha prometido: Tú serás el pastor de mi pueblo, Israel, tú serás el jefe de Israel. Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel.

 

Sal 121, 1-5: Vamos alegres a la casa del Señor.

                                            

Col 1, 12-20: Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e  invisibles, tronos, dominaciones, principados, potestades; todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él. Él es también la cabeza del cuerpo: de la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz.

 

Lucas 23, 35-43: Las autoridades y el pueblo hacían muecas a Jesús, diciendo: A otros ha salvado; que se salve así mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido. Se burlaban de él los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo: Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: Éste es el rey de los judíos. Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo: ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros. Pero el otro lo increpaba: ¿Ni siquiera temes tú a Dios estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada. Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino. Jesús le respondió: Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso.