Lectura diaria de la Biblia

28 de marzo, 2024

28 de marzo 2024 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

JUEVES SANTO DE LA CENA DEL SEÑOR

Papa Francisco: El amor de Jesús por nosotros no tiene límites: cada vez más, cada vez más. No se cansa de amar. A ninguno. Nos ama a todos nosotros, hasta el punto de dar la vida por nosotros; si, dar la vida por cada uno de nosotros. Y cada uno puede decir: Dio la vida por mí. Por cada uno. Ha dado la vida por ti, por mí, por él… Por cada uno, con nombre y apellido. Su amor es así: personal. El amor de Jesús nunca defrauda, porque Él no se cansa de amar, como no se cansa de perdonar, no se cansa de abrazarnos. Esta es la primera casa que quería deciros: Jesús nos amó, a cada uno de nosotros, hasta el extremo. (02-04-2015).

Éxodo 12, 1-8.11-14: En aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: Este mes será para vosotros  el principal de los meses; será para vosotros el primer mes del año. Decid a toda la asamblea de los hijos de Israel: “el diez de este mes cada uno procurará un animal para su familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con el vecino más próximo a su casa, hasta completar el número de personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo. Será un animal sin defecto, mocho, de un año; lo escogeréis entre los corderos y los cabritos. Lo guardaréis hasta el catorce del mes y toda la asamblea de los hijos de Israel lo matará al atardecer”. Tomaréis la sangre y rociaréis las dos hambas y el dintel de la casa donde lo comáis. Esa noche comeréis la carne asada a fuego, y comeréis panes si fermentar hierbas amargas. Y lo comeréis así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y lo comeréis a toda prisa, porque es la pascua, el paso del Señor. Yo pasaré esta noche por la tierra de de Egipto y heriré a todos los primogénitos de la tierra de Egipto, desde los hombres hasta los ganados, y me tomaré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo, el Señor. La sangre será vuestra señal en las casas donde habitáis. Cuando yo vea la sangre, pasaré de largo ante vosotros, y no habrá ante vosotros plaga exterminadora, cundo y hiera a la tierra de Egipto. Este será un día memorable para vosotros; en él celebraréis fiesta en honor del Señor. De generación en generación, como ley perpetua lo festejaréis.

Salmo 115, 12-18: El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo.

1Corintios 11, 23-26: Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he trasmitido: el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado tomó pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía. Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: Este cáliz es la nueva a lianza en mi sangre: haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía. Por eso, cada vez que comáis este pan y bebéis del  cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.

Juan 13, 1-15: Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había suscitado en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, la intención de entregarlo; y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarle los pies a los discípulos, secándolos con la toalla que se había ceñido. Llegó a Simón Pedro, y este le dijo: Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?. Jesús le replicó: Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde. Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le contestó: Si no te lavo, no tienes parte conmigo. Simón Pedro le dice: Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza. Jesús le dijo: Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos. Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: No todos estáis limpios. Cuando acabó de lavarle los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: ¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.

Lectura diaria de la Biblia

27 de marzo, 2024

27 de marzo 2024 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La autoridad nace del buen ejemplo, para ayudar a los otros a practicar lo que es justo y necesario, sosteniéndoles en las pruebas que se encuentran en el camino del bien. La autoridad es una ayuda, pero si está mal ejercida, se convierte en opresiva, no deja crecer a las personas y crea un clima de desconfianza y de hostilidad, y lleva también a la corrupción. (05-11-2017)

Jesús habló a la gente y a los discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabí”. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabí”, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

Isaías 1, 10.16-20; Salmo 49, 8-9.16bc-17.21.23 . Mateo 23, 1-12

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26 de marzo, 2024

26 de marzo 2024 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

MARTES SANTO

Papa Francisco: Con la traición de Judas, comienza el camino de la humillación, del despojamiento de Jesús. (…) Una vez iniciada la senda de la humillación y del despojamiento, Jesús la recorre hasta el final. (16-04-2014)

Estando Jesús a la mesa con sus discípulos, se turbó en su espíritu y dio testimonio diciendo: En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar. Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía. Uno de ellos, el que Jesús amaba, estaba reclinado a la mesa en el seno de Jesús. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quien lo decía. Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó: Señor, ¿quién es?. Le contestó Jesús: Aquel a quién yo le dé este trozo de pan untado. Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo pronto. Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, alguno suponía que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres. Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche. Cuando salió, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros: “Donde yo voy, no podéis ir vosotros”. Simón Pedro le dijo: Señor, ¿a dónde vas?. Jesús le respondió: A donde yo voy no me puedes seguir ahora, me seguirás más tarde. Pedro replicó: Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Daré mi vida por ti. Jesús le contestó: ¿Con que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces.

Isaías 49, 1-6; Salmo 70, 1-6.15.17 . Juan 13, 21-33.36-38

Lectura dioaria de la Biblia

26 de marzo, 2024

25 de marzo 2024 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

LUNES SANTO

Papa Francisco: Con su humillación, Jesús nos invita a caminar por su camino. Volvamos a Él la mirada, pidamos la gracia de entender al menos un poco de este misterio de su anonadamiento por nosotros; y así, en silencio contemplemos el misterio de esta semana. (20-03-2016)

Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice: ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselo a los pobres?. Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando. Jesús dijo: Déjala, lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis. Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.

Isaías 42, 1-7; Salmo 26, 1-3.13-14 . Juan 12, 1-11

Lectura diaria de la Biblia

25 de marzo, 2024

24 de marzo 2024 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús nos sorprende desde el primer momento. Su gente lo acoge con solemnidad, pero Él entra en Jerusalén sobre un humilde burrito. La gente espera para la Pascua al libertador poderoso, pero Jesús viene para cumplir la Pascua con su sacrificio. Su gente espera celebrar la victoria sobre los romanos con la espada, pero Jesús viene a celebrar la victoria de Dios con la cruz. ¿Qué le sucedió a aquella gente, que en pocos días pasó de aclamar con Hosannas a Jesús a gritar “crucifícalo”? ¿Qué le sucedió? En realidad, aquellas personas seguían más una imagen del Mesías, que al Mesías real. Admiraban a Jesús, pero no estaban dispuestos a dejarse sorprender por Él. El asombro es distinto a la simple admiración. La admiración puede ser mundana, porque busca los gustos y la expectativa de cada uno; en cambio, el asombro permanece abierto al otro, a su novedad. También hoy hay muchos que admiran a Jesús, porque habló bien, porque habló y perdonó, porque su ejemplo cambió la historia… y tantas cosas más. Lo admiran, pero sus vidas no cambian. Porque admirar a Jesús no es suficiente. Es necesario seguir su camino, dejarse cuestionar por Él, pasar de la admiración al asombro. (28-03-2021)     

Procesión

Marcos 11, 1-10: Cuando se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, mandó Jesús a dos de sus discípulos, diciéndoles: Id a la aldea de enfrente, y en cuanto entréis, encontraréis un pollino atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta por qué lo hacéis, contestadle: El Señor lo necesita, y lo devolverá pronto. Fueron y encontraron el pollino en la calle atado a una puerta; y lo soltaron. Algunos de los presentes les preguntaron: ¿Qué hacéis desatando el pollino? Ellos les contestaron como había dicho Jesús; y se lo permitieron. Llevaron el pollino, le echaron encima los mantos, y Jesús se montó. Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante y detrás, gritaban: Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David. ¡Hosanna en las alturas!

Misa del día

Isaías 50, 4-7: Mi Señor me ha dado una lengua de discípulo; para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los discípulos. El Señor Dios me ha abierto el oído; yo no resistí ni me eché atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que mesaban mi barba. No escondí el rostro ante ultraje y salivazos. El Señor Dios me ayudaba, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.

Salmo 21, 8-9.17-18a.19-20.23-24: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Filipenses 2, 6-11: Cristo, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; al contrario, se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres. Y así, reconocido como hombre por su presencia, se humilló así mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN MARCOS (15, 1-39): Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, hicieron una reunión. Llevaron atado a Jesús y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó: ¿Eres tú el rey de los judíos? Él respondió: Tú lo dices. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo: ¿No contestas nada? Mira de cuantas cosas te acusan. Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba extrañado. Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los rebeldes que habían cometido un homicidio en la revuelta. La muchedumbre que se había reunido comenzó a pedirle lo que era costumbre. Pilato les contestó: ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó: ¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos? Ellos gritaron de nuevo: ¡Crucifícalo!. Pilato les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho?. Ellos gritaron más fuerte: ¡Crucifícalo!. Y Pilato, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio –al pretorio- y convocaron a toda la compañía. Lo visten de púrpura, le ponen una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo: ¡Salve, rey de los judíos!. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. Pasaba uno que volvía del campo, Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo; y lo obligan a llevar la cruz. Y conducen a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de la calavera), y le ofrecían vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucifican y se reparten sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno. Era la hora tercia cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: El rey de los judíos. Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo: Tú que destruyes el templo y lo reconstruyes en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz. De igual modo, también los sumos sacerdotes comentaban entre ellos, burlándose: A otros ha salvado, y así mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz para que lo veamos y creamos. También los otros crucificados lo insultaban. Al llegar la hora sexta, toda la región quedó en tinieblas hasta la hora nona. Y, a la hora nona, Jesús clamó con voz potente: Eloí, Eloí, lemá sabaktaní (que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?. Algunos de los presentes, al oírlo, decían: Mira, llama a Elías. Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber, diciendo: Dejar, a ver si viene Elías a bajarlo. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo: Realmente este hombre era Hijo de Dios.

Lectura diaria de la Biblia

25 de marzo, 2024

24 de marzo 2024 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús nos sorprende desde el primer momento. Su gente lo acoge con solemnidad, pero Él entra en Jerusalén sobre un humilde burrito. La gente espera para la Pascua al libertador poderoso, pero Jesús viene para cumplir la Pascua con su sacrificio. Su gente espera celebrar la victoria sobre los romanos con la espada, pero Jesús viene a celebrar la victoria de Dios con la cruz. ¿Qué le sucedió a aquella gente, que en pocos días pasó de aclamar con Hosnnas a Jesús a gritar “crucifícalo”? ¿Qué le sucedió? En realidad, aquellas personas seguían más una imagen del Mesías, que al Mesías real. Admiraban a Jesús, pero no estaban dispuestos a dejarse sorprender por Él. El asombro es distinto a la simple admiración. La admiración puede ser mundana, porque busca los gustos y la expectativa de cada uno; en cambio, el asombro permanece abierto al otro, a su novedad. También hoy hay muchos que admiran a Jesús, porque habló bien, porque habló y perdonó, porque su ejemplo cambió la historia… y tantas cosas más. Lo admiran, pero sus vidas no cambian. Porque admirar a Jesús no es suficiente. Es necesario seguir su camino, dejarse cuestionar por Él, pasar de la admiración al asombro. (28-03-2021)     

Procesión

Marcos 11, 1-10: Cuando se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, mandó Jesús a dos de sus discípulos, diciéndoles: Id a la aldea de enfrente, y en cuanto entréis, encontraréis un pollino atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta por qué lo hacéis, contestadle: El Señor lo necesita, y lo devolverá pronto. Fueron y encontraron el pollino en la calle atado a una puerta; y lo soltaron. Algunos de los presentes les preguntaron: ¿Qué hacéis desatando el pollino? Ellos les contestaron como había dicho Jesús; y se lo permitieron. Llevaron el pollino, le echaron encima los mantos, y Jesús se montó. Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante y detrás, gritaban: Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David. ¡Hosanna en las alturas!

Misa del día

Isaías 50, 4-7: Mi Señor me ha dado una lengua de discípulo; para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los discípulos. El Señor Dios me ha abierto el oído; yo no resistí ni me eché atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que mesaban mi barba. No escondí el rostro ante ultraje y salivazos. El Señor Dios me ayudaba, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.

Salmo 21, 8-9.17-18a.19-20.23-24: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Filipenses 2, 6-11: Cristo, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; al contrario, se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres. Y así, reconocido como hombre por su presencia, se humilló así mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN MARCOS (15, 1-39): Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, hicieron una reunión. Llevaron atado a Jesús y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó: ¿Eres tú el rey de los judíos? Él respondió: Tú lo dices. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo: ¿No contestas nada? Mira de cuantas cosas te acusan. Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba extrañado. Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los rebeldes que habían cometido un homicidio en la revuelta. La muchedumbre que se había reunido comenzó a pedirle lo que era costumbre. Pilato les contestó: ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó: ¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos? Ellos gritaron de nuevo: ¡Crucifícalo!. Pilato les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho?. Ellos gritaron más fuerte: ¡Crucifícalo!. Y Pilato, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio –al pretorio- y convocaron a toda la compañía. Lo visten de púrpura, le ponen una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo: ¡Salve, rey de los judíos!. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. Pasaba uno que volvía del campo, Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo; y lo obligan a llevar la cruz. Y conducen a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de la calavera), y le ofrecían vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucifican y se reparten sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno. Era la hora tercia cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: El rey de los judíos. Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo: Tú que destruyes el templo y lo reconstruyes en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz. De igual modo, también los sumos sacerdotes comentaban entre ellos, burlándose: A otros ha salvado, y así mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz para que lo veamos y creamos. También los otros crucificados lo insultaban. Al llegar la hora sexta, toda la región quedó en tinieblas hasta la hora nona. Y, a la hora nona, Jesús clamó con voz potente: Eloí, Eloí, lemá sabaktaní (que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?. Algunos de los presentes, al oírlo, decían: Mira, llama a Elías. Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber, diciendo: Dejar, a ver si viene Elías a bajarlo. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo: Realmente este hombre era Hijo de Dios.

Lectura diaria de la Biblia

22 de marzo, 2024

23 de marzo 2024 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Esta historia de persecución, de incomprensión, continúa desde el tiempo de los profetas hasta hoy. Este, por lo demás, es también el camino del Señor, el camino de quienes siguen al Señor. Un camino que termina siempre para el Señor, con una resurrección, pero pasando por la cruz. Así, pues, no tengan miedo a las persecuciones, a las incomprensiones, incluso si por la causa de ellas siempre se pierden muchas cosas. Para los cristianos siempre habrá persecuciones, incomprensiones. Pero hay que afrontarlas con la certeza de que Jesús es el Señor y este es el desafío y la cruz de nuestra fe. (04-04-2014)

Muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: ¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación. Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera. Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no solo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos. Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que se retiró a una región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos. Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban: ¿Qué os parece? ¿Vendrá a la fiesta?. Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.

Ezequiel 37, 21-28; Salmo: Jeremías 31, 10-13 . Juan 11, 45-57

Lectura diaria de la Biblia

22 de marzo, 2024

22 de marzo 2024 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Muchas personas estuvieron en estrecho contacto con  Jesús y no le creyeron, es más, también lo despreciaron y condenaron. Y yo me pregunto: ¿por qué, esto? ¿No fueron atraídos por el Padre? No, esto sucedió porque su corazón estaba cerrado a la acción del Espíritu de Dios. Y si tú tienes el corazón cerrado, la fe no entra. Dios Padre siempre nos atrae hacia Jesús. Somos nosotros quienes abrimos nuestro corazón o lo cerramos. (09-08-2015)

Muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: ¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación. Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera. Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no solo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos. Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que se retiró a una región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos. Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban: ¿Qué os parece? ¿Vendrá a la fiesta?. Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.

Ezequiel 37, 21-28; Salmo: Jeremías 31, 10-12b.13 . Juan 11, 45-57

Lectura diaria de la Biblia

21 de marzo, 2024

21 de marzo 2024 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús es la Vida y la Resurrección, porque con su amor crucificado venció la muerte. En Jesús, Dios nos da la vida eterna, la da a todos, y gracias a Él todos tienen la esperanza de una vida aún más auténtica que esta. La vida que Dios nos prepara no es un sencillo embellecimiento de esta vida actual: ella supera nuestra imaginación, porque Dios nos sorprende continuamente con su amor y con su misericordia.

Dijo Jesús a los judíos: Os aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre. Los judíos le dijeron: Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: “Quien guarde mi palabra no conocerá lo que es morir para siempre”? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?. Jesús contestó: Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: “Es nuestro Dios”, aunque no lo conocéis. Yo sí lo conozco, y si dijera: “No lo conozco”, sería, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría. Los judíos le dijeron: No tienes todavía 50 años, ¿y has visto a Abrahán?. Jesús les dijo: Os aseguro que antes que naciera Abrahán, existo yo. Entonces agarraron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.

Génesis 17, 3-9; Salmo 104, 4-9 . Juan 8, 51-59

Lectura diaria de la Biblia

20 de marzo, 2024

20 de marzo 2024 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La serpiente de bronce curaba, pero era signo de dos cosas: del pecado hecho por la serpiente, de la seducción de la serpiente, de la astucia de la serpiente; y también de la señal de la cruz de Cristo. Era una profecía. La salvación solo viene de la cruz, pero de esta cruz que es Dios hecho carne. No hay salvación en las ideas, no hay salvación en la buena voluntad, en el deseo de ser buenos… No. La única salvación está en Cristo crucificado, porque solo él, como significaba la serpiente de bronce. Ha sido capaz de tomar todo el veneno del pecado y nos ha curado allí. Pero ¿qué es vla cruz para nosotros? Sí, es el signo de los cristianos, es el símbolo de las cristianos. Y nosotros nos hacemos el signo de la cruz, pero no siempre lo hacemos bien, porque no tenemos esta fe en la cruz. Otras veces, para algunas personas es un distintivo de pertenencia: “Sí, yo llevo la cruz para hacer ver que soy cristiano”. Está bien eso, pero no solo como distintivo, como si fuera de un equipo, sino como memoria de aquel que se hizo pecado. (04-04-2017)

Dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le replicaron: Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: “Seréis libres”?. Jesús les contestó: En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre. Ellos replicaron: Nuestro padre es Abrahán. Jesús les dijo: Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios, y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre. Le replicaron: Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios. Jesús les contestó: Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió.

Daniel 3, 14-20.91-92.95; Salmo: Daniel 3, 52a-56a . Juan 8, 31-42