Archivo de abril de 2022

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 2 de abril de 2022

3 de abril 2022 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En el Evangelio de hoy Jesús salva de la condena de muerte a la mujer adúltera. Las palabras que Jesús utiliza son palabras de amor y misericordia, son palabras que invitan a la conversión: Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más. Dios es un padre misericordioso, siempre tiene paciencia con nosotros, no se cansa de perdonarnos.

Isaías 43, 16-21: Así dice el Señor, que abrió camino en el mar y senda en las aguas impetuosas; que sacó a batalla carros y caballos, tropa con sus valientes: caían para no levantarse, se apagaron como mecha que se extingue. No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? Abriré un camino por el desierto, ríos en el yermo; me glorificarán las bestias del campo, chacales y avestruces, porque ofreceré agua en el desierto, ríos en el yermo, para apagar la sed de mi pueblo, de mi escogido, el pueblo que yo formé, para que proclamara mi alabanza.

Salmo 125, 1b-6: El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

Filipenses 3, 8-14: Todo lo estimo pérdida, comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por Él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo y existir en él, no con una justicia mía –la de la ley-, sino con la que viene de la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe. Para conocerlo a Él, y la fuerza de su resurrección, y la comunión con sus padecimientos, muriendo su misma muerte, para llegar un día a la resurrección de entre los muertos. No es que ya haya conseguido el premio, o que ya esté en la meta: yo sigo corriendo. Y aunque poseo el premio, porque Cristo Jesús me lo ha entregado, hermanos, yo a mí mismo me considero como si aún no hubiera conseguido el premio. Sólo busco una cosa: olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, corro hacia la meta para ganar el premio, al que Dios desde arriba llama en Cristo Jesús.

Juan 8, 1-11: Jesús se retiró al monte de los olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio y, colocándola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?. Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra. E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó: Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?. Ella contestó: Ninguno, Señor. Jesús dijo: Tampoco yo te condeno. Anda y en adelante no peques más.

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 1 de abril de 2022

2 de abril 2022 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Nuestro Señor se ganó el corazón de la gente con la Palabra. Venían a escucharlo de todas partes y se quedaban maravillados por sus enseñanzas. También con la Palabra los apóstoles, instituidos por Él, atrajeron al seno de la Iglesia a todos los pueblos.

Algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: Este es de verdad el profeta. Otros decían: Este es el Mesías. Pero otros decían: ¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?. Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima. Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron: ¿Por qué no lo habéis traído?. Los guardias respondieron: jamás ha hablado nadie como ese hombre. Los fariseos les replicaron: ¿También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos. Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: ¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho? Ellos le replicaron: ¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas. Y se volvieron cada uno a su casa.

Jeremías 11, 18-20; Salmo 7, 2-3.9-12 . Juan 7, 40-53