Archivo de mayo de 2020

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 11 de mayo de 2020

11 de mayo 2020 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En el Evangelio, Jesús nos dice: “El Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho”. Es el Espíritu Santo quien da firmeza al corazón en medio de las persecuciones, problemas, discusiones, envidias y celos. ¿Cómo está mi corazón? ¿Es un corazón que parece un bailarín, que va de un lado al otro, que parece una mariposa a la que hoy le gusta este, luego va con aquel, y está siempre en movimiento? ¿Es un corazón que se espanta de las vicisitudes de la vida, se esconde y tiene miedo de dar testimonio de Jesucristo? ¿Es un corazón valiente o es un corazón que tiene mucho temor y trata siempre de esconderse? ¿Cuál es el tesoro al que está pegado nuestro corazón? Tenemos un hermoso don que Jesús nos ha dejado: este espíritu de fortaleza, de consejo, que nos ayuda a seguir adelante (19-5-2014).

Dijo Jesús a sus discípulos: “El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él”. Le dijo Judas, no el Iscariote: Señor, ¿qué ha sucedido para que te reveles a nosotros y no al mundo?. Respondió Jesús y le dijo: “El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama, no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho”.

Hechos 14, 5-18; Salmo 113B, 1-4.15-16 . Juan 14, 21-26

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domingo, 10 de mayo de 2020

10 de mayo 2020 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Hoy la primera lectura, de los Hechos de los Apóstoles, nos hace ver que también en la Iglesia de los orígenes surgen las primeras tensiones y las primeras divergencias. Cuando el cristianismo, que por voluntad de Jesús está destinado a todos los pueblos, se abrió al ámbito cultural griego, faltaba esta homogeneidad y surgieron las primeras dificultades. La ayuda de la comunidad a las personas necesitadas –viudas, huérfanos y pobres en general-, Parecía privilegiar a los cristianos de origen judío respecto a los demás. Los Apóstoles convocaron a una reunión abierta también a los discípulos, discutieron juntos la cuestión. Todos. Es hermosa esta confrontación franca entre los pastores y los demás fieles. Los Apóstoles hicieron una propuesta que fue acogida por todos: ellos se dedicarán a la oración y al ministerio de la Palabra, mientras que siete hombres, los diáconos, proveerán al servicio de las mesas de los pobres. Estos siete no fueron elegidos por ser expertos en negocios, sino que por ser hombres honrados y de buena reputación, llenos de Espíritu Santo y de sabiduría; y fueron constituidos en su servicio mediante la imposición de las manos por parte de los Apóstoles. Y, así, de este descontento, se llegó a una solución. Confrontándonos, discutiendo y rezando, así se resuelven los conflictos en la Iglesia. Con la certeza de que las críticas, las envidias y los celos no podrán jamás conducirnos a la concordia, a la armonía o a la paz (18-5-2014).

Hechos 6, 1-7: Al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, porque en el servicio diario no se atendían a sus viudas. Los Doce, convocando a la asamblea de los discípulos, dijeron: “No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos del servicio de las mesas. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea; nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra”. La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Simón, Parmenas y Nicolas, prosélito de Antioquia. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos orando. La palabra de Dios iba creciendo y en Jerusalén se multiplicaba el número de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe.

Salmo 32, 1-5.18-19: Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

1Pedro 2, 4-9: Acercándoos al Señor, piedra viva rechazada por los hombres, pero elegida y preciosa para Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción de una casa espiritual para un sacerdocio santo, a fin de ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios por medio de Jesucristo. Por eso se dice en la Escritura: “Mira, yo pongo en Sión una piedra angular, elegida y preciosa; el que cree en ella no queda defraudado”. Para vosotros, pues, los creyentes, ella es el honor, pero para los incrédulos “la piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular”, y también “piedra de choque y roca de estrellarse”; y ellos chocan al despreciar la palabra. A eso precisamente estaban expuestos. Vosotros, en cambio, sois un linaje elegido, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las proezas del que nos llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.

Juan 14, 1-12: Dijo Jesús a sus discípulos: “No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y a donde yo voy, ya sabéis el camino”. Tomás le dice: “Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?”. Jesús le responde: Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto”. Felipe le dice: Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Jesús le replica: “Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre”.

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 9 de mayo de 2020

9 de mayo 2020– sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Hoy estoy aquí con vosotros, que me regaláis el júbilo de vuestros corazones: “Que hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la buena noticia”. Es la belleza que estamos llamados a difundir, como buen perfume de Cristo: Nuestra oración, nuestras buenas obras, nuestro sacrificio por los más necesitados. Es la alegría de evangelizar y “puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica” (6-7-2015).

Dijo Jesús a sus discípulos: Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto. Felipe le dice: Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Jesús le replica: Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe?. Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, Él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre, y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.

Hechos 13, 44-52; Salmo 97, 1b-4 . Juan 14, 7-14

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viernes, 8 de mayo de 2020

8 de mayo 2020 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas. Voy a prepararos un lugar”. Con su oración por cada uno de nosotros, Jesús pide por nosotros y esta es la intercesión: yo creo que Jesús muestra las llagas al Padre -porque las llagas las ha llevado consigo- y nombra a cada uno de nosotros. Se puede imaginar así la oración de Jesús. Y el cristiano se anima sabiendo esto: en este momento Jesús intercede por mí. “Cuando vaya os prepararé un lugar, volveré y os llevará conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros”. He aquí la esperanza del cristiano. Jesús dice: “¡Vendré!”. ¿Cómo es mi esperanza? ¿Creo que intercede ante el Padre por mí? ¿Creo de verdad que el Señor regresará? (22-4-2016).

Dijo Jesús a sus discípulos: “No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino”. Tomás le dice: “Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?”. Jesús le responde: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí”.

Hechos 13, 26-33; Salmo 2, 6-12 . Juan 14, 1-6

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jueves, 7 de mayo de 2020

7 de mayo 2020 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Yo sé bien a quienes he elegido… Hace bien el corazón cristiano hacer memoria del camino, volver atrás para ver como Dios nos ha salvado, recorrer –con el corazón y con la mente- el camino con la memoria y así llegar a Jesús. En la cena, Jesús nos dio su cuerpo y su sangre y dijo: “Haced esto en memoria mía”. Memoria de la obra que Dios ha hecho en nosotros, en esta re-creación, en esta regeneración, que nos lleva más allá del esplendor que tenía Adán en la primera creación. ¿Cómo ha sido mi vida? ¿Cómo han sido mis relaciones con el Señor? Memoria de las cosas buenas, grandes, que el Señor ha hecho en la vida de cada uno de nosotros (21-4-2016).

Cuando Jesús terminó de lavar los pies a sus discípulos, les dijo: En verdad, en verdad os digo: el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quienes he elegido, pero tiene que cumplirse la escritura: “El que compartía mi pan me ha traicionado”. Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy. En verdad, en verdad os digo: El que recibe a quien yo envíe, me recibe a mí; y el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado.

Hechos 13, 13-25; Salmo 88, 2-3.21-22.25.27 . Juan 13, 16-20

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miércoles, 6 de mayo de 2020

6 de mayo 2020 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El arrepentimiento debido, las obras y los esfuerzos humanos adquieren un sentido más profundo, como respuesta a Aquél que nos amó primero y nos salvó con el precio de su sangre inocente, cuando aún estábamos sin fuerzas. El primer deber de la Iglesia no es condenar, sino proclamar la misericordia de Dios, llamar a la conversión y conducir a todos los hombres a la salvación. Pablo VI decía: “En Cristo, Dios se revela infinitamente bueno. Él nos ama, busca, piensa, conoce, inspira y espera. Él será feliz –si puede decirse así- el día en que nosotros queramos regresar y decir: “Señor, en tu bondad, perdóname”. Nuestro arrepentimiento se convierte en la alegría de Dios (24-10-2015).

Jesús gritó diciendo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas. Al que oiga mis palabras y no las cumpla yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, ésa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y como he de hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo lo hablo como me ha encargado el Padre.

Hechos 12, 24-13, 5a; Salmo 66, 2-3.5-6.8 . Juan 12, 44-50

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martes, 5 de mayo de 2020

5 de mayo 2020 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos le preguntaban: ¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente. Y Jesús: “Os lo he dicho y no creéis”. Son incapaces de salir y cualquier novedad para ellos es una amenaza. Por eso terminaron por asesinar a Jesús. Esta cerrazón se convierte en rigidez. No tienen el Espíritu Santo en el centro, se ponen ellos mismos, cerrados, rígidos. Pidamos al Señor que nos dé la gracia de saber resistir a lo que viene del maligno, lo que nos quita la libertad. Y la gracia de abrirnos a las novedades que vienen de Dios con la fuerza del Espíritu Santo (24-4-2018).

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: ¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente. Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno.

Hechos 11, 19-26; Salmo 86, 1-7 . Juan 10, 22-30

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martes, 5 de mayo de 2020

5 de mayo 2020 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos le preguntaban: ¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente. Y Jesús: “Os lo he dicho y no creéis”. Son incapaces de salir y cualquier novedad para ellos es una amenaza. Por eso terminaron por asesinar a Jesús. Esta cerrazón se convierte en rigidez. No tienen el Espíritu Santo en el centro, se ponen ellos mismos, cerrados, rígidos. Pidamos al Señor que nos dé la gracia de saber resistir a lo que viene del maligno, lo que nos quita la libertad. Y la gracia de abrirnos a las novedades que vienen de Dios con la fuerza del Espíritu Santo (24-4-2018).

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: ¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente. Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno.

Hechos 11, 19-26; Salmo 86, 1-7 . Juan 10, 22-30

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lunes, 4 de mayo de 2020

4 de mayo 2020 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Yo soy la puerta de las ovejas… Yo soy el Buen Pastor. El cuidado y apoyo de las vocaciones es una parte fundamental del misterio pastoral. Todos los fieles están llamados a tomar conciencia del dinamismo eclesial de la vocación, para que las comunidades de fe lleguen a ser, a ejemplo de la Virgen María, seno materno que acoge el don del Espíritu Santo (29-11-2015).

Dijo Jesús: Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre.

Hechos 11, 1-18; Salmo 41, 2-3; 42, 3-4 . Juan 10, 11-18

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domingo, 3 de mayo de 2020

3 de mayo 2020 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En el Evangelio de este domingo, llamado “el domingo del Buen Pastor”, Jesús se presenta con dos imágenes que se complementan la una con la otra. La imagen del pastor y la imagen de la puerta del redil. Al rebaño se acercan distintas personas: está quien entra en el recinto pasando por la puerta y quien “salta por otra parte”. 1. El primero es el pastor. Jesús se identifica con él y manifiesta una relación de familiaridad con las ovejas, expresada a través de la voz, con la que las llama y ellas reconocen y siguen. 2. La segunda imagen con la que Jesús se presenta es la de la “puerta de las ovejas: Yo soy la puerta: si uno entra por mí, estará a salvo”, es decir tendrá vida y la tendrá en abundancia. Cristo, Buen Pastor, se ha convertido en la puerta de la salvación de la humanidad, porque ha ofrecido la vida por sus ovejas. Jesús es un jefe cuya autoridad se expresa en el servicio, en este mes de mayo recemos el Rosario, en particular por la paz. Por favor: recemos el Rosario por la paz, como pidió la Virgen en Fátima (7-5-2017).

Hechos 2, 14a.36-41: El día de Pentecostés Pedro, poniéndose en pie junto con los Once, levantó la voz y declaró: “Con toda seguridad conozca toda la casa de Israel que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías”. Al oír esto se les traspaso el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: “¿Qué tenemos que hacer, hermanos?”. Pedro les contestó: “Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Mesías, para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos, y para los que están lejos, para cuantos llamare así el Señor Dios nuestro”. Con estas y otras muchas razones dio testimonio y los exhortaba diciendo: “Salvaos de esta generación perversa”. Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día fueron agregadas unas tres mil personas.

Salmo 22, 1-6: El Señor es mi pastor, nada me falta.

1Pedro 2, 20b-25: Queridos hermanos: Que aguantéis cuando sufrís por hacer el bien, eso es una gracia de parte de Dios. Pues para esto habéis sido llamados, porque también Cristo padeció por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas. Él no cometió pecado ni encontraron engaño en su boca. Él no devolvía el insulto cuando lo insultaban; sufriendo no profería amenazas; sino que se entregaba al que juzga justamente. El llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño, para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia. Con sus heridas fuisteis curados. Pues andabais errantes como ovejas, pero ahora os habéis convertido al pastor y guardián de vuestras almas.

Juan 10, 1-10: Dijo Jesús: “En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda y las ovejas le atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños”. Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos: pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.