Archivo de noviembre de 2018

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 11 de noviembre de 2018

11 de noviembre 2018 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El episodio del Evangelio de este domingo se compone de dos partes: en una se describe como no deben ser los seguidores de Cristo; en la otra, se propone un ideal ejemplar de cristiano. En la primera parte, Jesús señala tres defectos que se manifiestan en el estilo de vida de los escribas, maestros de la ley: soberbia, avidez e hipocresía. Los escribas “aparentan hacer largas oraciones”. También hoy existe el riesgo de comportarse de esta forma. Por ejemplo, cuando se separa la oración de la justicia, porque no se puede rendir culto a Dios y causar daño a los pobres. O cuando se dice que se ama a Dios y, sin embargo, se antepone a Él la propia vanagloria, el propio provecho. La segunda parte: una pobre mujer, viuda, da en su limosna apenas dos pequeñas monedas. Debido a su extrema pobreza, hubiera podido ofrecer una sola moneda para el templo y quedarse con la otra. Pero ella no quiere ir a la mitad con Dios: se priva de todo. En su pobreza ha comprendido que, teniendo a Dios, lo tiene todo; se siente amada totalmente por Él y, a su vez, lo ama totalmente. ¡Qué bonito ejemplo esa viejecita! (8-11-2015).

1Reyes 17, 10-16: El profeta Elías se puso en camino hacia Sarepta, y, al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: Por favor, tráeme un poco de agua en un jarro para que beba. Mientras iba a buscarla, le gritó: Por favor, tráeme también en la mano un trozo de pan. Respondió ella: Te juro por el Señor tu Dios, que no tengo ni pan; me queda sólo un puñado de harina en el cántaro y un poco de aceite en la alcuza. Ya ves que estaba recogiendo un poco de leña. Voy a hacer un pan para mí y para mi hijo; nos lo comeremos y luego moriremos. Respondió Elías: No temas. Anda, prepáralo como has dicho, pero primero hazme a mí un panecillo y tráemelo; para ti y para tu hijo lo harás después. Porque así dice el Señor, Dios de Israel: “La orza de harina no se vaciará, la alcuza de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra”. Ella se fue, hizo lo que le había dicho Elías y comieron él, ella y su hijo. Ni la orza de harina se vació, ni la alcuza de aceite se agotó, como lo había dicho el Señor por medio de Elías.

Salmo 145, 7-10: Alaba, alma mía, al Señor.

Hebreos 9, 24-28: Cristo ha entrado no en un santuario construido por hombres, imagen del auténtico, sino en el mismo cielo, para ponerse ante Dios, intercediendo por nosotros. Tampoco se ofrece a sí mismo muchas veces como el sumo sacerdote, que entraba en el santuario todos los años y ofrecía sangre ajena. Si hubiese sido así, tendría que haber padecido muchas veces, desde la fundación del mundo. De hecho, él se ha manifestado una sola vez, al final de los tiempos, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo. Por cuanto el destino de los hombres es morir una sola vez. Y después de la muerte, el juicio. De la misma manera Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos. La segunda vez aparecerá, sin ninguna relación al pecado, para salvar definitivamente a los que lo esperan.

Marcos 12, 38-44: Instruyendo Jesús en el templo, les decía: ¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plazas, buscan los asientos de honor en la sinagoga y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, y aparentan hacer largas oraciones. Esos recibirán una condenación más rigurosa. Estando Jesús sentado enfrente de las arcas para las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas, es decir, un cuadrante. Llamando a sus discípulos les dijo: En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 10 de noviembre de 2018

10 de noviembre 2018 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: (No podéis servir a Dios y al dinero) Tú, yo, ¿adoramos al Señor? ¿Acudimos a Dios solo para pedir, para agradecer, o nos dirigimos a Él, también para adorarlo? Adorar al Señor quiere decir dale a Él el lugar que le corresponde; afirmar, creer que únicamente Él guía verdaderamente nuestra vida; estar convencidos ante Él de que es el único Dios, el Dios de nuestra vida, el Dios de nuestra historia. Esto tiene una consecuencia en nuestra vida: despojarnos de tantos ídolos, pequeños o grandes, que tenemos, y el los cuales nos refugiamos, en los cuales buscamos y tantas veces ponemos nuestra seguridad. Son ídolos que a menudo mantenemos bien escondidos, como la ambición… ¿He pensado qué ídolo oculto tengo en mi vida que me impide adorar al Señor? Adorar es despojarse de nuestros ídolos. El Señor es el único, el único Dios de nuestra vida, y nos invita a despojarnos de tantos ídolos y a adorarle solo a Él (14-4-2013)

Decía Jesús a sus discípulos: Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo poco también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto. Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Los fariseos, que eran amigos del dinero, estaban escuchando todo esto y se burlaban de él. Y les dijo: Vosotros os las dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones, pues lo que es sublime entre los hombres es abominable ante Dios.

Filipenses 4, 10-19; Salmo 111, 1-2.5-6.8.9 . Lucas 16, 9-15

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viernes, 9 de noviembre de 2018

9 de noviembre 2018 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

FIESTA DE LA DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN

Papa Francisco: Hoy, en las lecturas de la misa se ve claramente la capacidad que tiene el pueblo de alegrarse, cuando se restaura y se purifica el templo, y en cambio la incapacidad de alegrarse de que tienen los jefes de los sacerdotes y los escribas ante la expulsión de los mercaderes del templo por parte de Jesús. Y os digo sinceramente, tengo miedo a las rigideces, tengo miedo. Los sacerdotes rígidos… ¡Lejos! ¡Te muerden! Y viene a mi mente la expresión de san Ambrosio, del siglo cuarto: donde hay misericordia está el espíritu del Señor, donde hay rigidez están solo sus ministros. El ministro sin el Señor se hace rígido, y esto es un peligro para el pueblo de Dios. Pastores, no funcionarios (20-11-2015).

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre. Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: El celo de tu casa me devora. Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: ¿Qué signos nos muestras para obrar así?. Jesús contestó: Destruid este templo y en tres días lo levantaré. Los judíos replicaron: Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?. Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

Ezequiel 47, 1-2.8-9.12; Salmo 45, 2-9 . Juan 2, 13-22

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viernes, 9 de noviembre de 2018

8 de noviembre 2018 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La actitud de los escribas y de los fariseos es la misma, excluyente. En cambio, la actitud de Jesús es incluir. Hay dos caminos en la vida: el camino de la exclusión de las personas de nuestra comunidad y el camino de la inclusión. No es fácil incluir a la gente porque hay resistencia, hay esa actitud selectiva. Por eso, Jesús contaba dos parábolas: la oveja pérdida y la mujer que pierde una moneda. Tanto el pastor como la mujer hacen todo para encontrar lo que han perdido. Y cuando lo encuentran se llenan de alegría. No juzgar nunca, y decir: Dios sabe; es su vida, pero yo no lo excluyo de mi corazón, de mi oración, de mi saludo, de mi sonrisa, y si tengo ocasión decirle una palabra bonita. Nunca excluir, no tenemos el derecho (5-11-2015).

Solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: Ése acoge a los pecadores y come con ellos. Jesús les dijo esta parábola: Quien de vosotros si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: “¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”. Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. O qué mujer que tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice: “¡Alegraos conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido”. Os digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.

Filipenses 3, 3-8a; Salmo 104, 2-7 . Lucas 15, 1-10

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viernes, 9 de noviembre de 2018

7 de noviembre 2018 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: (Quien no lleve su cruz…) Jesús nos llama a seguirlo por su mismo camino de humillación: cuando en ciertos momentos de la vida no encontramos ningún camino de salida para nuestras dificultades, en la hora que experimentamos que somos frágiles y pecadores, precisamente entonces no debemos ocultar nuestro fracaso, sino abrirnos confiados a la esperanza, como hizo Jesús. Dios puso en la cruz de Jesús todo el peso de nuestros pecados. En la cruz vemos la monstruosidad del hombre, cuando se deja guiar por el mal; pero vemos también la inmensidad de la misericordia de Dios que no nos trata según nuestros pecados sino según su misericordia (18-4-2014).

Mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: Si alguno viene a mí y no me pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí no puede ser discípulo mío. Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: “Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar”. ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si, con diez mil hombres, podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.

Filipenses 2, 12-18; Salmo 26, 1.4.13-14 . Lucas 14, 25-33

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martes, 6 de noviembre de 2018

6 de noviembre 2018 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La fidelidad a Dios es una cuestión de fidelidad a una persona, a la cual nos adherimos para recorrer juntos un mismo camino. Y esta persona es Jesús. Todo lo que tenemos en el mundo no sacia nuestra hambre de infinito. ¡Tenemos necesidad de Jesús, de estar con Él, de alimentarnos en su mesa, con sus palabras de vida eterna! Creer en Jesús significa hacer de Él el centro, el sentido de nuestra vida. Cristo no es un elemento accesorio: es el pan vivo, el alimento indispensable. Adherirse a Él, en una verdadera relación de fe y de amor, no significa estar encadenados, sino ser profundamente libres, siempre en camino. Cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿Quién es Jesús para mí? (23-8-2015).

Uno de los comensales dijo a Jesús: ¡Bienaventurado el que coma en el reino de Dios!. Jesús le contestó: Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó a su criado a avisar a los convidados: “Venid, que ya está preparado”. Pero todos empezaron a excusarse. El primero le dijo: “He comprado un campo y tengo que ir a verlo. Dispénsame, por favor”. Otro dijo: “He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor”. Otro dijo: “Me acabo de casar y, por ello, no puedo ir”. El criado volvió a contárselo a su señor. Entonces el dueño de casa, indignado, dijo a su criado: “Sal a prisa a las plazas y calles de la ciudad y tráete aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos”. El criado dijo: “Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio”. Entonces el señor dijo al criado: “Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se llene la casa”. Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete.

Filipenses 2, 5-11; Salmo 21, 26-32 . Lucas 14, 15-24

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lunes, 5 de noviembre de 2018

5 de noviembre 2018 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Cuando san Pablo se acercó a los Apóstoles de Jerusalén, el criterio clave de autenticidad que le indicaron fue que no se olvidara de los pobres. Este gran criterio tiene una gran actualidad en el contexto presente, donde tiende a desarrollarse un nuevo paganismo individualista. La belleza misma del Evangelio no siempre puede ser adecuadamente manifestada por nosotros, pero hay un signo que no debe faltar jamás: la opción por los pobres, por aquellos que la sociedad descarta y desecha (Ev. Gaud. 24-11-2013).

Dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo habían invitado: Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque responderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección los justos.

Filipenses 2, 1-4; Salmo 130, 1-3 . Lucas 14, 12-14

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domingo, 4 de noviembre de 2018

4 de noviembre 2018 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El mes de noviembre está dedicado en particular al recuerdo y a la oración por los difuntos. Rogar por los difuntos es, sobre todo, un signo de reconocimiento por el testimonio que nos han dejado y el bien que han hecho. Es un agradecimiento al Señor por habérnoslos donado y por su amor y su amistad. La Iglesia ruega por los difuntos en modo particular durante la Santa Misa: “Concédeles el lugar del consuelo, de la luz y de la paz” (Canon romano). Un recuerdo simple, eficaz, lleno de significado, porque encomiendo a nuestros seres queridos a la misericordia de Dios. Oremos con esperanza cristiana que estén con Él en el paraíso, en la espera de encontrarnos juntos en ese misterio de amor que no comprendemos, pero que sabemos que es verdad porque es una promesa que Jesús ha hecho (30-11-2016).

Deuteronomio 6, 2-6: Habló Moisés al pueblo, diciendo: Teme al Señor, tu Dios, guardando todos los mandamientos y preceptos que te manda, tú, tus hijos y tus nietos, mientras viváis; así prolongarás tu vida. Escúchalo, Israel, y ponlo por obra para que te vaya bien y crezcas en número. Ya te dijo el Señor Dios de tus padres: “Eres una tierra que mana leche y miel”. Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es solamente uno. Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda tu alma, con todas las fuerzas. Las palabras que yo te digo quedarán en tu memoria.

Salmo 17, 2-4.47-51: Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.

Hebreos 7, 23-28: Ha habido multitud de sacerdotes del antiguo testamento, porque la muerte les impedía permanecer; en cambio, este, como permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa. De ahí que pueda salvar definitivamente a los que se acercan a Dios por medio de él, pues vive siempre para interceder en su favor de ellos. Y tal convenía que fuese nuestro sumo sacerdote: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo. Él no necesita ofrecer sacrificios cada día como los sumos sacerdotes, que ofrecían primero por los propios pecados, después por los del pueblo, porque lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. En efecto, la Ley hace sumos sacerdotes a hombres llenos de debilidades. En cambio, la palabra del juramento, posterior a la Ley, consagra al Hijo, perfecto para siempre.

Marcos, 12, 28b-34. Un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: ¿Qué mandamiento es el primero de todos? Respondió Jesús: El primero es: “Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que éstos. El escriba replicó: Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

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sábado, 3 de noviembre de 2018

3 de noviembre 2018 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: San Martín de Porres, peruano, fue un humilde fraile dominicano, que vivió entre mil quinientos setenta y nueve y mil seiscientos treinta y nueve. Su espiritualidad estaba en el servicio, porque sentía que todos los demás, incluso los más grandes pecadores, estaban por encima de él. “Considerad a los demás como superiores a cada uno de vosotros”, dice el Apóstol a los cristianos. Él mismo se declaraba indigno de ser llamado apóstol, el último. Ese era su sentir: pensar que todos los demás eran superiores a él.

Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos lo estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les decía una parábola: Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y venga el que os convidó a ti y al otro y te diga: “Cédele el puesto a este”. Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba”. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

Filipenses 1, 18b-26; Salmo 41, 2-3.5 . Lucas 14, 1.7-11

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viernes, 2 de noviembre de 2018

2 de noviembre 2018 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS

Papa Francisco: Nos detenemos con fe ante las tumbas de nuestros seres queridos, rezando también por los difuntos que nadie recuerda (twit). Un cementerio es triste: nos recuerda a los nuestros que se fueron y nos recuerda el futuro y la muerte. Traemos flores como símbolo de esperanza: más adelante se convertirá en un día de fiesta, la tristeza se mezcla con la esperanza. Se hace memoria de los nuestros ante sus restos mortales, la esperanza nos ayuda para hacer este camino que todos deberemos recorrer, todos, antes o después. Hay un ancla que no desilusiona: la esperanza de la Resurrección: Jesús fue el primero que hizo este camino y Él mismo nos abrió la puerta de la esperanza, con su cruz, para entrar donde contemplaremos a Dios (2-11-2016).

Dijo Jesús a sus discípulos: Que no se tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y a donde yo voy, ya sabéis el camino. Tomás le dice: Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?. Jesús le responde: Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.

Lamentaciones 3, 17-26; Salmo 129, 1-8; Romanos 6, 3-9 . Juan 14, 1-6