Archivo de agosto de 2018

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 20 de agosto de 2018

21 de agosto 2018 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: O sirves a Dios o sirves al dinero. En el dinero estaba todo ese espíritu mundano; dinero, vanidad, orgullo… ¡El Evangelio es el Evangelio!: despojarnos del yo orgulloso y despegarnos del afán de tener, del dinero, que es un ídolo que posee. Todos estamos llamados a ser pobres, despojarnos de nosotros mismos; y por esto debemos aprender a estar con los pobres, compartir con quien carece de lo necesario, tocar la carne de Cristo.

Dijo Jesús a sus discípulos: En verdad os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: Más fácil es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de los cielos. Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: Entonces ¿quién puede salvarse?. Jesús se les quedó mirando y les dijo: Es imposible para los hombres; pero Dios lo puede todo. Entonces le dijo Pedro a Jesús: Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?. Jesús les dijo: En verdad os digo: cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierra, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos primeros.

Ezequiel 28, 1-10; Salmo: Deuteronomio 32, 26-28.30.35-36 . Mateo 19, 23-30

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lunes, 20 de agosto de 2018

20 de agosto 2018 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El espíritu del mundo no ama el camino del Hijo de Dios, que se vació así mismo, se hizo pobre, se hizo nada, se humilló, para ser uno de nosotros. La pobreza que le dio miedo a aquél muchacho tan generoso –había cumplido todos los mandamientos-, y cuando Jesús le dijo: “Mira, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres”, se puso triste, le tuvo miedo a la pobreza. Siempre tratamos de escamotear la pobreza, incluso por cosas razonables, pero estoy hablando de escamotearla en el corazón. Que hay que saber administrar los bienes, es una obligación, pues los bienes son un don de Dios, pero cuando esos bienes entran en el corazón y te empiezan a conducir la vida, ahí perdiste. Ya no eres como Jesús. Tienes tu seguridad donde la tenía el joven triste, el que se fue entristecido (20-9-2015).

Se acercó uno a Jesús y le preguntó: Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna? Jesús le contestó: ¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Él le preguntó: ¿Cuáles? Jesús le contestó: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo. El muchacho le dijo. Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta? Jesús le contestó: Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes, da el dinero a los pobres –así tendrás un tesoro en el cielo- y luego ven y sígueme. Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.

Ezequiel 24, 15-24; Salmo: Deuteronomio 32, 18-21 . Mateo 19, 16-22

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 19 de agosto de 2018

19 de agosto 2018 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: ¿Qué significa comer la carne y beber la sangre de Jesús? Para responder, es necesario intuir que sucede en el corazón de Jesús mientras parte el pan para la muchedumbre hambrienta. Sabiendo que deberá morir en la cruz por nosotros, Jesús se identifica con este pan partido y compartido, y eso se convierte para Él en signo del Sacrificio que le espera. Este proceso culmina en la Última Cena, donde el pan y el vino se convierten realmente en su Cuerpo y en su Sangre. Es la Eucaristía, que Jesús nos deja con una finalidad precisa: que nosotros podamos convertirnos en una sola cosa con Él. Nutrirnos de ese Pan de vida significa entrar en sintonía con el corazón de Cristo, asimilar sus elecciones, sus pensamientos, sus comportamientos. Significa entrar en un dinamismo de amor y convertirse en persona de paz, persona de perdón, de reconciliación, de compartir solidario. Vivir en comunión real con Jesús en esta tierra, nos hace pasar de la muerte a la vida. El cielo comienza precisamente en esta comunión con Jesús (16-8-2015).

Proverbios 9, 1-6: La sabiduría se ha construido su casa plantando siete columnas; ha preparado el banquete, mezclado el vino y puesto la mesa; ha despachado a sus criados para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: Los inexpertos, que vengan aquí, voy a hablar a los faltos de juicio: Venid a comer mi pan y a beber mi vino que he mezclado; dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la prudencia”

Salmo 33, 2-3.10-15: Gustad y ved que bueno es el Señor.

Efesios 5, 15-20: Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos. Por eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere. No os emborrachéis con vino, que lleva al libertinaje; sino dejaos llenar del Espíritu. Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor. dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Juan 6, 51-58: Dijo Jesús a la gente: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne, por la vida del mundo. Disputaban los judíos entre sí: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?. Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come, vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron: el que come este pan vivirá para siempre.

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sábado, 18 de agosto de 2018

18 de agosto 2018 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En una sociedad bien constituida los privilegios solamente deben ser para los niños y para los ancianos. Los niños porque ciertamente llevarán la fuerza delante de la historia, y los ancianos porque son la sede de la sabiduría de un pueblo. Los horrores de la manipulación educativa que hemos vivido en las grandes dictaduras genocidas del siglo veinte conservan su actualidad bajo ropajes diversos y propuestas que fuerzan a caminar a los niños por el camino dictatorial del “pensamiento único”. Me decía hace poco un gran educador: “A veces uno no sabe si con estos proyectos educativos manda el niño a la escuela o a un campo de reeducación” (11-4-2014).

Le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase, pero los discípulos los regañaban. Jesús dijo: Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos. Les impuso las manos y se marchó de allí.

Ezequiel 18, 1-10.13b.30-32; Salmo 50, 12-15.18-19 . Mateo 19, 13-15

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viernes, 17 de agosto de 2018

17 de agosto 2018 – Viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La castidad por el reino de los cielos muestra como la efectividad tiene su lugar en la libertad madura y se convierte en un signo del mundo futuro, para hacer resplandecer siempre el primado de Dios. Pero, por favor, una castidad fecunda, una castidad que genera hijos espirituales en la Iglesia. Es importante esta maternidad de la vida consagrada, esta fecundidad (8-5-2013).

Se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: ¿Es lícito a un hombre despedir a su mujer por cualquier motivo?. Él les respondió: ¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer, y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne”? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Ellos insistieron: ¿Y por qué mandó Moisés darle acta de divorcio y repudiarla?. Él les contestó: Por la dureza de vuestro corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres; pero, al principio, no era así. Pero yo os digo que, si uno se repudia de su mujer –no hablo de unión ilegítima- y se casa con otra, comete adulterio. Los discípulos le replicaron: Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse. Pero él les dijo: No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el reino de los cielos. El que pueda entender, que entienda.

Ezequiel 16, 1-15.60.63; Salmo Isaías 12, 2-3.4bcd.5-6 . Mateo 19, 3-12

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jueves, 16 de agosto de 2018

16 de agosto 2018 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia. El nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría.

Se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces? Jesús le contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con que pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo”. Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: “Págame lo que me debes”. El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré”. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”. Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mí Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.

Ezequiel 12, 1-12; Salmo 77, 56-62 . Mateo 18, 21-30.32-35

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miércoles, 15 de agosto de 2018

15 de agosto 2018 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA

Papa Francisco: María, una humilde y sencilla joven de un pueblecito perdido de la periferia del imperio romano, justamente porque acogió y vivió el Evangelio, fue admitida por Dios para estar en la eternidad al lado del trono de su Hijo. La Asunción de María concierne a cada uno de nosotros, atañe a nuestro futuro: nos hace mirar al cielo, preanuncia “los cielos nuevos y la tierra nueva”, con la victoria de Cristo resucitado sobre la muerte y la derrota definitiva del Maligno (15-8-2016).

En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor, “se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su esclava”. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí: “su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”. El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia” –como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.

Apocalipsis 11, 19a; 12, 1-6.10; Salmo 44, 11-12.16; 1Corintios 15, 20-27a . Lucas 1, 39-56

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lunes, 13 de agosto de 2018

14 de agosto 2018 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños. Los niños son en sí mismos una riqueza para la humanidad y también para la Iglesia, porque nos remiten constantemente a la condición necesaria para entrar en el reino de Dios: la de no considerarnos autosuficientes, sino necesitados de ayuda, amor y perdón. Los niños nos recuerdan otra cosa hermosa, nos recuerdan que somos siempre hijos: incluso cuando se llega a la edad de adultos, o ancianos: la vida no nos la hemos dado nosotros mismos, sino que la hemos recibido. El gran don de la vida es el primer regalo que nos ha sido dado. Es motivo de gran alegría sentir que en cada edad de la vida, en cada situación, en cada condición social, somos y permanecemos hijos (18-3-2015).

Se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?. El llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: En verdad os digo que, si no volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial ¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños.

Ezequiel 2, 8-3, 4: Salmo 118, 14.24.72.103.111.131 . Mateo 18, 1-5.10.12-14

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 12 de agosto de 2018

13 de agosto 2018 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús, tras verificar que Pedro y los otros once habían creído en él como Mesías e Hijo de Dios, comenzó a manifestarles que tenía que padecer mucho…, ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro siente el deber de reprender al Maestro. Entonces Jesús reprende duramente a Pedro, porque no piensa como Dios, sino como los hombres. Los cristianos vivimos en el mundo, incorporados en la realidad social cultural de nuestro tiempo, y es justo que sea así, pero esto comporta el riesgo de convertirnos en “mundanos”. Es triste encontrar que ya no son sal de la tierra, y sabemos que cuando la sal pierde su sabor ya no sirve para nada (31-8-2014).

Mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos Galilea, les dijo: El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día. Ellos se pusieron muy tristes. Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: ¿Vuestro maestro no paga las dos dracmas? Contestó: Sí. Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños? Contestó: A los extraños. Jesús le dijo: Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no dar mal ejemplo, ve al mar, echa el anzuelo, agarra el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Tómala y págales por mí y por ti.

Ezequiel 1, 2-5.24-28c; Salmo 148, 1-2.11-14 . Mateo 17, 22-27

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 12 de agosto de 2018

12 de agosto 2018 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La gente busca a Jesús, porque se ha quedado entusiasmada con el milagro de la multiplicación de los panes, ¡querían hacerlo rey! Pero cuando Jesús afirma que el verdadero pan es el mismo, muchos se escandalizan, no comprenden, y comienzan a murmurar. Jesús responde: “Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió”; y añade: “El que cree, tiene la vida eterna”. Esta palabra introduce en la dinámica de la fe, que es una relación entre la persona humana, todos nosotros, y la persona de Jesús, donde el Padre juega un papel decisivo, y naturalmente, también el Espíritu Santo, que está implícito aquí. Muchas personas estuvieron en estrecho contacto con Jesús y no le creyeron, es más, también lo despreciaron y condenaron: ¿por qué esto? ¿No fueron atraídos por el Padre? No, esto sucedió porque su corazón estaba cerrado a la acción del Espíritu de Dios. Y si tú tienes el corazón cerrado, la fe no entra. Dios Padre siempre nos atrae hacia Jesús. Somos nosotros quienes abrimos nuestro corazón o lo cerramos. “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre”. En Jesús, en su “carne” está presente todo el amor de Dios, que es el Espíritu Santo. Quien se deja atraer por este amor va hacia Jesús, y va con fe, y recibe de Él la vida, la vida eterna (9-8-2015).

1Reyes 19, 4-8: Elías continuó por el desierto una jornada de camino, y al final se sentó bajo una retama, y se deseó la muerte diciendo: Basta ya, Señor, quítame la vida, pues yo no valgo más que mis padres. Se echó debajo de la retama y se quedó dormido. De pronto un ángel lo tocó y le dijo: Levántate, come. Miró Elías y vio a su cabecera un pan cocido en las brasas y una jarra de agua. Comió, bebió y volvió a echarse. Pero el ángel del Señor le tocó por segunda vez diciendo: Levántate, come, que el camino es superior a tus fuerzas. Se levantó Elías, comió y bebió, y con la fuerza de aquel alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches, hasta el Horeb, el monte de Dios.

Salmo 33, 2-9: Gustad y ved que bueno es el Señor.

Efesios 4, 30-5, 2: No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios porque el os ha sellado para el día de la liberación final. Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad. Sed buenos, comprensivos, perdonaos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo. Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor.

Juan 6, 41-51: Los judíos murmuraban de Jesús porque había dicho: Yo soy el pan bajado del cielo, y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo? Jesús tomó la palabra y les dijo: No critiquéis. Nadie puede venir a mí, si no lo trae el Padre que me ha enviado. Y yo le resucitaré en el último día. Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: éste ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne, por la vida del mundo.