Archivo de marzo de 2017

Lectura diaria de la Biblia

martes, 21 de marzo de 2017

21 de marzo 2017 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El perdón se pide sinceramente. Primero, pedir perdón es tener conciencia del propio pecado. Segundo, Dios siempre perdona, siempre. Pero me pide que yo perdone. Si yo no perdono, en cierto sentido cierro la puerta al perdón de Dios (S.M.10-3-2015).

Acercándose Pedro a Jesús le preguntó: Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?. Jesús le contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el Señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo”. Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: “Págame lo que me debes”. Él compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré”. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”. Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.

Dan 3, 25.34-43; Sal 24, 4-9 . Mateo 18, 21-35

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 20 de marzo de 2017

20 de marzo 2017 – Lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA

Papa Francisco: Yo quiero mucho a san José, porque es un hombre fuerte y de silencio, y en mi escritorio tengo una imagen de san José durmiendo, y durmiendo cuida a la Iglesia. Y cuando tengo un problema, una dificultad, yo escribo un papelito y lo pongo debajo de san José, para que lo sueñe. Esto significa: para que rece por ese problema. José escuchó al ángel del Señor, y respondió a la llamada de Dios a cuidar a Jesús y de María. De esta manera, cumplió su papel en el plan de Dios, y llegó a ser una bendición no solo para la sagrada Familia, sino para toda la humanidad. Con María, José sirvió de modelo para el niño Jesús, mientras crecía en sabiduría, edad y gracia (cf. Lc 2, 52). Cuando las familias tienen hijos, los forman en la fe y en sanos valores, y les enseñan a colaborar en la sociedad, se convierten en una bendición para nuestro mundo (16-1-2015).

Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.

2Sm 7, 4-5a.12-14a.16; Sal 88, 2-5.27.29; Rm 4, 13.16-18.22 . Mateo 1, 16.18-21.24a

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domingo, 19 de marzo de 2017

19 de marzo 2017 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús no tiene ninguna dificultad en encontrarse con los samaritanos, considerados herejes, cismáticos, separados de los judíos. Su actitud nos da a entender que confrontarse con los que son diferentes de nosotros pueden hacernos crecer. Jesús, cansado del viaje, no duda en pedir de beber a la mujer samaritana. Su sed, lo sabemos, va mucho más allá de la sed física: es también sed de encuentro, deseo de entablar un diálogo con aquella mujer, ofreciéndole así la posibilidad de un camino de conversión interior. Jesús es paciente, respeta a la persona que tiene ante él, se revela a ella gradualmente. Su ejemplo alienta a buscar una confrontación pacífica con el otro. Para entenderse y crecer en la caridad y en la verdad, es preciso detenerse, acogerse y escucharse (25-1-15).

Éxodo 17, 3-7: El pueblo, torturado por la sed, murmuraba contra Moisés: ¿Nos has hecho salir de Egipto para hacernos morir de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?. Clamó Moisés al Señor y dijo: ¿Qué puedo hacer con este pueblo? Poco falta para que me apedreen. Respondió el Señor a Moisés: Preséntate al pueblo llevando contigo alguno de los ancianos de Israel; lleva también en tu mano el cayado con que golpeaste el río y vete, que allí estaré yo ante ti, sobre la peña, en Oreb; golpearás la peña y saldrá de ella agua para que beba el pueblo. Moisés lo hizo así a la vista de los ancianos de Israel. Y puso por nombre a aquel lugar Massá y Meribá, por la reyerta de los hijos de Israel y porque habían tentado al Señor diciendo: ¿Está o no está el Señor en medio de nosotros?.

Salmo 94, 1-2.6-9: Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: No endurezcáis vuestro corazón.

Romanos 5, 1-2.5-8: Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en que estamos; y nos gloriamos apoyados en la esperanza de la gloria de los hijos de Dios. La esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado. En efecto, cuando todavía estábamos sin fuerza, el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; -en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir-; más la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.

Juan 4, 6-9a.10-11.13-15.18-19.21a.23-29.32.34-36.39-42: Llegó Jesús al pozo de Jacob. Cansado del camino, estaba allí sentado junto al pozo. Era hacia la hora sexta. Llega una mujer de Samaría a sacar agua, y Jesús le dice: Dame de beber. La Samaritana le dice: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? Jesús le contestó: Si conocieras el don de Dios, y quien es el que te dice “dame de beber”, le pedirías tú, y él te daría agua viva. El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna (…). Has tenido cinco maridos y el de ahora no es tu marido. La mujer le dice: Señor, dame esa agua. Veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén. Jesús le dice: Créeme, mujer: se acerca la hora, ya está aquí, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que lo adoren así. Dios es espíritu, y los que adoran deben hacerlo en espíritu y verdad. La mujer le dice: Se que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga él nos lo dirá todo. Jesús le dice: Yo soy, el que habla contigo. En esto llegaron sus discípulos y se extrañaban de que estuviera hablando con una mujer. La mujer entonces dejó el cántaro, se fue al pueblo y dijo a la gente: Venid a ver un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿será éste el Mesías?. Mientras tanto sus discípulos le insistían: Maestro, come. Él les dijo: yo tengo un alimento que vosotros no conocéis. Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra. ¿No decís vosotros que faltan todavía cuatro meses para la cosecha? Yo os digo esto: Levantad los ojos y contemplad los campos, que están ya dorados para la siega; el segador ya está recibiendo salario y almacenando fruto para la vida eterna: y así se alegran lo mismo sembrador y segador. En aquel pueblo muchos samaritanos creyeron en él por el testimonio que había dado la mujer: Me ha dicho todo lo que he hecho. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron mucho más por su predicación, y decían a la mujer: Ya no creemos por lo que tú dices, nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo.

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sábado, 18 de marzo de 2017

18 de marzo 2017 – Sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La parábola del hijo prodigo, se dice que cuando el padre –que es una figura de Dios que perdona- ve llegar a su hijo tuvo compasión. Cuando Dios perdona, perdona como Padre y no como un empleado del tribunal, que lee una sentencia y dice: Absuelto por insuficiencia de pruebas. Nos perdona desde dentro. Perdona porque se ha puesto en el corazón de esta persona (S.M. 30-10-2015).

Se acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: Ése acoge a los pecadores y come con ellos. Jesús les dijo esta parábola: Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”. El padre le repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Recapacitando entonces, se dijo: “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me podré en camino a donde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”. Se levantó y vino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus criados: “Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado”. Y empezaron el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Éste le contestó: “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”. Él se indignó y no quería entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Entonces él respondió a su padre: “Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”. El padre le dijo: “Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado”.

Miq 7, 14-15.18-20; Sal 102, 1-12 . Lucas 15, 1-3.11-32

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viernes, 17 de marzo de 2017

17 de marzo 2017 – Viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: (Por último les mandó a su hijo) tanto amó Dios al mundo, que entregó a su unigénito. (Jn 3, 16). Al escuchar estas palabras, dirijamos la mirada de nuestro corazón a Jesús crucificado y sintamos que Dios nos ama, nos ama. Esta es la expresión que resume todo el evangelio, toda la fe, toda la teología: Dios nos ama con amor gratuito y sin medida (15-3-2015).

Dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos. Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: “Tendrán respeto a mi hijo”. Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: “Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia”. Y, agarrándolo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores? Le contestaron: Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a su tiempo. Y Jesús les dice: ¿No habéis leído nunca en la Escritura: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente?”. Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos. Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente que lo tenía por profeta.

Gén 37, 3-4.12-13ª.17b-28; Sal 104, 16-21 . Mateo 21,33-43.45-46

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jueves, 16 de marzo de 2017

16 de marzo 2017 – Jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Los mundanos están solos con su egoísmo, el corazón enfermo, tan apegado a este modo de vivir mundano que difícilmente podría sanar. Mientras que el pobre tenía un nombre, Lázaro, el rico no tenía nombre, porque los mundanos pierden el nombre. Son solo uno más de la masa acomodada, que no necesita nada. También nosotros, si tenemos el corazón mundano, hemos perdido el nombre. Pero no somos huérfanos. Hasta el final, hasta el último momento, existe la seguridad de que tenemos un padre que nos espera (S.M. 5-3-2015).

Dijo Jesús a los fariseos: Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió que se murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán. Murió también el rico, y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo: “Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”. Pero Abrahán le dijo: “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado”. Él dijo: “Te ruego, entonces, padre, que lo mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les de testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”. Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen”. El rico contestó: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”. Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”.

Jr 17, 5-10; Sal 1, 1-6 . Lucas 16, 19-25.27-31

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miércoles, 15 de marzo de 2017

15 de marzo 2017 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Santiago y Juan querían sentarse a su derecha y a su izquierda en el reino de Dios, reclamando puestos de honor, según su visión jerárquica del reino. El planteamiento con el que se mueven estaba todavía contaminado por sueños de realización terrena… Jesús nos invita a cambiar de mentalidad y a pesar del afán del poder al gozo de desaparecer y servir; a erradicar el instinto de dominio sobre los demás y vivir la virtud de la humildad (18, 10-2015).

Subiendo Jesús a Jerusalén, tomando a parte a los Doce, les dijo por el camino: Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará. Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: ¿Qué deseas? Ella contestó: Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. Pero Jesús replicó: No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?. Contestaron: Podemos. Él les dijo: Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre. Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo: Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida en rescate por muchos.

Jr 18, 18-20; Sal 30, 5-16 . Mateo 20, 17-28

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martes, 14 de marzo de 2017

14 de marzo 2017 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Todos somos pícaros y siempre encontramos el camino que no es correcto, para parecer más justos de lo que somos: es el camino de la hipocresía… ¿Cómo puedo convertirme? ¡Aprendiendo a hacer el bien! La conversión. La suciedad del corazón no se quita como se quita una mancha: vamos a la tintorería y salimos limpios… Se quita con el hacer: realizar un camino distinto, otro camino que no es el del mal. ¡Aprender a hacer el bien!, es decir, el camino de hacer el bien… En la segunda semana de la Cuaresma tenemos estas tres palabras para pensar y meditar: la invitación a la conversión, el don que nos dará el Señor y eso es un perdón grande; y la trampa, es hablar, fingir convertirse, tomar el camino de la hipocresía (S. M. 3-3-2015).

Habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que lo vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabí”. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabí”, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

Is 1, 10.16-20; Sal 49, 8-23 . Mateo 23, 1-12

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lunes, 13 de marzo de 2017

13 de marzo 2017 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La sabiduría de acusarme a mí mismo… Acusarse así mismo es el primer paso. Voy por la calle, paso delante de la cárcel: “Eh, estos se lo merecen”, Pero ¿sabes que si no fuera por la gracia de Dios tu estarías allí? ¿Has pensado que tú eres capaz de hacer las cosas que ellos han hecho, y aún peores todavía? Esto es acusarse así mismo, no esconderse así mismo las raíces del pecado que están en nosotros, las muchas cosas que somos capaces de hacer, también si no se ven. Que el Señor, en esta Cuaresma, nos dé la gracia de aprender a acusarnos: Ten piedad de mí, Señor, ayúdame a avergonzarme y dame misericordia, así yo podré ser misericordioso con los otros (S.M. 2-3-2015).

Dijo Jesús a sus discípulos: Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros.

Dan 9, 4b-10; Sal 78, 8-13 . Lucas 6, 36-38

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domingo, 12 de marzo de 2017

12 de marzo 2017 – Domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En este segundo domingo de cuaresma, la Iglesia nos indica la finalidad de este itinerario de conversión, o sea a la participación a la gloria de Cristo, en quien resplandece su rostro de siervo obediente, muerto y resucitado por nosotros… La página evangélica nos cuenta el evento de la transfiguración, que se coloca en el ápice del ministerio público de Jesús. Una nube blanca los envuelve y resuena desde lo alto la voz del Padre: Este es mi Hijo el amado: escuchadlo. (Mc 9, 7)… Escuchad a Cristo, de hecho comporta asumir la lógica de su misterio pascual, ponerse en camino con él, para hacer de la propia existencia un don de amor a los otros, en dócil obediencia con la voluntad de Dios, con una actitud de separación de las cosas mundanas y de libertad interior. El camino de Jesús siempre nos lleva a la felicidad, habrá en medio una cruz o las pruebas, pero al final nos lleva siempre a la felicidad. Jesús no nos engaña. Nos prometió la felicidad y nos la dará si seguimos su camino (1-3-2015)

Génesis 12, 1-4a: El Señor dijo a Abrahán: Sal de tu tierra y de la casa de tu padre hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre y será una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo. Abrahán marchó, como le había dicho el Señor.

Salmo 32, 4-5.18-22: Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

2Timoteo 1, 8b-10: Querido hermano: Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según las fuerzas que Dios te dé. Él nos salvó y nos llamó a una vida santa no por nuestros méritos, sino porque antes de la creación, desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado por medio del evangelio, al aparecer nuestro salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal, por medio del Evangelio.

Mateo 17, 1-9: Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y subió con ellos aparte a un monte alto. Se transfiguró delante de ellos y su rostro resplandecía como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. De repente se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: Éste es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadle. Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces llenos de espanto. Jesús se acercó y tocándolos les dijo: Levantaos, no temáis. Al alzar los ojos no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban del monte, Jesús les mandó: No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.