Archivo de mayo de 2014

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 10 de mayo de 2014

10 de Mayo 2014 – Sábado. Leed la Biblia, la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Mundo: Cristo sabía desde el principio quienes no creían y quienes lo iban a entregar. Y jamás dejó de ayudarles, ayer y hoy, para que creyeran.

Fe: ¿También vosotros queréis marcharos? –Señor, ¿A quien vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna.

Juan 6, 60-69: Muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso? Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: ¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son Espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen. Pues Jesús sabía desde el principio quienes no creían y quien lo iba a entregar. Y dijo: Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede. Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los doce: ¿También vosotros queréis marcharos? Simón Pedro le contestó: Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.

Hechos de los Apóstoles 9, 31-42 Salmo 115, 12-17

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 9 de mayo de 2014

9 de Mayo 2014 – Viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Mundo: Si no coméis la carne del Hijo del hombre, no tenéis vida en vosotros. ¿Alguien quiere abocarse a la muerte pudiendo tener vida?

Fe: El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.

Juan 6, 52-59: Disputaban los judíos entre sí: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?. Entonces Jesús les dijo: Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre. Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.

Hechos de los Apóstoles 9, 1-20 Salmo 116, 1.2  

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 8 de mayo de 2014

8 de Mayo 2014 – Jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Mundo: El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo. Sólo Cristo puede decir eso, ojalá lo acojan con fe el mundo y los mundanos.

Fe: El que cree tiene vida eterna. El que coma de este pan vivirá para siempre.

Juan 6, 44-51: Dijo Jesús a la gente: Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.

Hechos de los Apóstoles 8, 26-40 Salmo 65, 8-9.16-17.20

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 7 de mayo de 2014

7 de Mayo 2014 – Miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Mundo: Me habéis visto y no creéis. El que me ha enviado no quiere que pierda ninguno: El Padre y Cristo quieren que todos se salven. ¿Y tú?

Fe: todo el que ve al Hijo y cree en él tendrá vida eterna.

Juan 6, 35-40: Dijo Jesús a la gente: Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis. Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Ésta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. Ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna y yo lo resucitaré en el último día.

Hechos de los Apóstoles 8, 1b-8 Salmo 65, 1-7

Lectura diaria de la Biblia

martes, 6 de mayo de 2014

6 de Mayo 2014 – Martes.  Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Mundo: ¿Qué signos vemos que haces tú, para que creamos en ti? -¿Aún quiere más signos el mundo? Mirad y ved que Cristo está vivo en su Iglesia.

Fe: Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre.

Juan 6, 30-35: Dijo la gente a Jesús: ¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Les dio a comer pan del cielo”. Jesús les replicó: Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo. Entonces le dijeron: Señor, danos siempre de este pan. Jesús les contestó: Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed.

Hechos de los Apóstoles 7, 51-8, 1a . Salmo 30, 3-8.17.21

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 5 de mayo de 2014

5 de Mayo 2014 – Lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Mundo: Trabajad, no por el alimento que perece: Cristo invita a todo hombre a trabajar por objetivos que jamás pasarán. ¡Merece la pena oír su voz!

Fe: La obra que Dios quiere es esta: que creáis en el que él ha enviado.

Juan 6, 22-29: Después que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del lago notó que allí no había habido más que una lancha y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos. Entretanto, unas lanchas de Tiberiades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan sobre el que el Señor pronunció la acción de gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: Maestro, ¿cuándo has venido aquí?. Jesús les contestó: Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios. Ellos le preguntaron: Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?. Respondió Jesús: La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado.

Hechos de los Apóstoles 6, 8-15 Salmo 118, 23-30

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 4 de mayo de 2014

4 de Mayo 2014 – Domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Mundo: ¿No era preciso que el Mesías padeciera para entrar en la gloria? El mundo huye del dolor, Cristo lo asume y le da sentido.

Fe: Los discípulos huyen por debilidad, pero Jesús les sale al encuentro: no han perdido la fe.

Hechos de los Apóstoles 2, 14.22b-33: El día de Pentecostés, Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les dirigió la palabra: judíos y vecinos todos de Jerusalén, escuchad mis palabras y enteraos bien de lo que pasa. Escuchadme, israelitas: Os hablo de Jesús Nazareno, el hombre que Dios acreditó ante vosotros realizando por su medio los milagros, signos y prodigios que conocéis. Conforme al designio previsto y sancionado por Dios, os lo entregaron, y vosotros, por manos de paganos, lo matasteis en una cruz. Pero Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte; no era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio, pues David dice: “Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón, exulta mi lengua, y mi carne descansa esperanzada. Porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia”. Hermanos, permitidme hablaros con franqueza: El patriarca David murió y lo enterraron, y conservamos su sepulcro hasta el día de hoy. Pero era profeta y sabía que Dios le había prometido con juramento sentar en su trono a un descendiente suyo; cuando dijo que “no lo entregaría a la muerte y que su carne no conocería la corrupción”, hablaba previendo la resurrección del Mesías. Pues bien, Dios resucitó a este Jesús, y todos nosotros somos testigos. Ahora, exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo que estaba prometido, y lo ha derramado. Esto es lo que estáis viendo y oyendo.   
                                                                                                                                                                                   Salmo 15, 1-11: Señor, me enseñarás el sendero de la vida.

1ª de Pedro 1, 17-21: Si llamáis Padre al que juzga a cada uno, según sus obras, sin parcialidad, tomad en serio vuestro proceder en esta vida. Ya sabéis con que os rescataron de ese proceder inútil recibido de vuestros padres: no con vienes efímeros, con oro o plata, sino a precio de la sangre de Cristo, el Cordero sin defecto ni mancha, previsto antes de la creación del mundo y manifestado al final de los tiempos por nuestro bien. Por Cristo vosotros creéis en Dios, que lo resucitó y le dio gloria, y así habéis puesto en Dios vuestra fe y vuestra esperanza.  

Lucas 24, 13-35: Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: ¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?. Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?. Él les preguntó: ¿Qué?. Ellos le contestaron: Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y todo el pueblo; como lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro libertador de Israel. Y ya ves, hace dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no le vieron. Entonces Jesús les dijo: ¡Qué necios y torpes sois para no creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?. Y comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura. Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante, pero ellos le apremiaron diciendo: Quédate con nosotros porque atardece y el día va de caída. Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció. Ellos comentaron: ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y no explicaba las Escrituras?.Y levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que andaban diciendo: Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón. Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y como lo habían reconocido al partir el pan.

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 3 de mayo de 2014

3 de mayo 2014 – Sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Mundo: Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conocéis? De muchos modos se llega al conocimiento de Cristo, aunque se esté lejos de él. El espera una respuesta de amor y de amistad.

Fe: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré.

Juan 14, 6-14: Dijo Jesús a Tomás: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto. Felipe le dice: Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Jesús le replica: Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.

1ª de Corintios 15, 1-8 Salmo 18, 2-5