Archivo de diciembre de 2013

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 4 de diciembre de 2013

4 de diciembre 2013 – Miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Mundo: Me da lástima de la gente… y no quiero despedirlos en ayunas. El ansia de felicidad del corazón humano solo puede llenarla Dios.

Fe: Con los siete panes y unos peces, Jesús sació a una muchedumbre, y sobraron siete cestas. ¡Qué inmenso, el poder de Jesús!

Jesús, bordeando el lago de Galilea, subió al monte y se sentó en él. Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los echaban a sus pies, y él los curaba. La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y dieron gloria al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: Me da lástima de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen que comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino. Los discípulos le preguntaron: ¿De donde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?. Jesús les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis?. Ellos contestaron: Siete y unos pocos peces. Él mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete cestas llenas.

Is  25, 6-10a; Sal 22, 1-6 . Mateo 15, 29-37

Lectura diaria de la Biblia

martes, 3 de diciembre de 2013

3 de Diciembre 2013 – Martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Mundo: Padre, has escondido estas cosas a los sabios y entendidos: la humildad es indispensable para acoger la palabra de Dios.

Fe: ¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis!

Lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó Jesús: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Si, Padre, porque así te ha perecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quien es el Hijo, sino el Padre; ni quien es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar. Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: ¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

Is  11, 1-10; Sal 71, 2.7-8.12-13.17 . Lucas 10, 21-24

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 2 de diciembre de 2013

2 de Diciembre 2013 – Lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Mundo: Un pagano se humilla a pedir a Cristo un milagro, y lo consigue: Cristo sigue esperando poder ayudar  a los alejados.

Fe: Señor, no soy quien para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra.

Al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho. Jesús le contestó: voy yo a curarlo. Pero el centurión le replicó: Señor, no soy quien para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; a mi criado: “Haz esto”, y lo hace. Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos.

 Is  2, 1-5; Sal 121, 1-9 . Mateo 8, 5-11

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 1 de diciembre de 2013

1 de Diciembre 2013 – Domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Mundo: Cuando el mundo vivía contra Dios llegó el diluvio y pocos se salvaron. No hace falta esperar un diluvio para reflexionar y convertirse.

Fe: Estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre.

Is 2, 1-5: Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén: Al final de los días estará firme el monte de la casa del Señor, en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas. Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos numerosos. Dirán: Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén la palabra del Señor. Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados; de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, ven; caminemos a la luz del Señor.

Sal 121, 1-9: Que alegría cuando me dijeron: vamos a la casa del Señor.

Rom 13, 11-14a: Daos cuenta del momento en que vivís; ya es hora de espabilarse, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz. Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor Jesucristo y que el cuidado de nuestro cuerpo no fomente los malos deseos.  

Mateo 24, 37-44: Dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por tanto estad en vela, porque no sabéis que día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de la casa a que hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejará abrir un boquete en su casa. Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.