Archivo de febrero de 2010

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 8 de febrero de 2010

8 de Febrero 2010 – Lunes

Mundo: Las deficiencias, dolencias y miserias del mundo serían menos si se contara con Dios.

Fe: Más importante que tocar el manto de Jesús es recibirlo personalmente a él en la eucaristía: por nuestra falta de fe no nos cura.

Jesús y sus discípulos, terminada la travesía, tocaron tierra en Genesaret y atracaron. Apenas desembarcados, algunos lo reconocieron, y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente donde estaba Jesús, le llevaban los enfermos en camillas. En la aldea o pueblo o caserío donde llegaba, colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos. 

1R 8, 1-7.9-13; Sal 131, 6-10 . Marcos 6, 53-56 

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 7 de febrero de 2010

7 de Febrero 2010 – Domingo

 

Mundo: En la noche del ateísmo, muchos se pasan la vida bregando sin pescar nada bueno.

Fe: El cristiano, débil y pecador, siguiendo la palabra de Dios y confiando en él, puede lograr maravillas.

 

Is 6, 1-2a. 3-8: El año de la muerte del rey Ocías, vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el templo. Y vi serafines en pie junto a él. Y se gritaban unos a otros diciendo: ¡Santo, santo, santo, el Señor de los ejércitos, la tierra está llena de su gloria! Y temblaban las jambas de las puertas al clamor de su voz, y el templo estaba lleno de humo. Yo dije: ¡Ay de mí, estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, he visto con mis ojos al rey y Señor de los ejércitos. Y voló hacia mí uno de los serafines con un ascua en la mano, que había tomado del altar con unas tenazas; la aplicó a mi boca y me dijo: Mira; esto ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado. Entonces escuché la voz del Señor que decía: ¿A quién mandaré? ¿Quién irá por mí? Contesté: Aquí estoy mándame.

Sal 137, 1-8: Delante de los ángeles tañaré para ti, Señor.

 

1Co 15, 1-11: Lo primero que yo os trasmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados según las escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí.

Lucas 5, 1-11: La gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Jenesaret; y vio dos barcas que estaban junto a la orilla: los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que le apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: Rema mar adentro y echad las redes para pescar. Simón contestó: Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos pescado nada; pero, por tu palabra, echaré las redes. Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande, que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, que soy un pecador. Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían pescado; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: No temas: desde ahora, serás pescador de hombres. Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

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sábado, 6 de febrero de 2010

6 de Febrero 2010 – Sábado

 

Mundo: Cristo no desprecia al mundo, le da lástima de que tantos se pierdan por no escuchar su voz.

 

Fe: El cristiano tiene la misión de dar a conocer lo maravilloso que es tener fe, para que el mundo crea en Jesús y sea feliz.

 

Los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco. Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.

 

1R 3, 4-13; Sal 118, 9-14 . Marcos 6, 30-34 

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viernes, 5 de febrero de 2010

5 de Febrero 2010 – Viernes

 

Mundo: En el mundo sigue habiendo Herodes que matan  a quien dice la verdad.

 

Fe: Juan el Bautista fue el valiente testigo de la verdad, Cristo, a quien vino a servir.

 

Como la fama de Jesús se había extendido, el rey Herodes oyó hablar de él. Unos decían: Juan Bautista ha resucitado, y por eso los poderes actúan en él. Otros decían: Es Elías. Otros: Es un profeta como los antiguos. Herodes, al oírlo, decía: Es Juan, a quien yo decapité que ha resucitado. Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: Pídeme lo que quieras, que te lo doy. Y le juró: Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino. Ella salió a preguntarle a su madre: ¿Qué le pido? La madre le contestó: La cabeza de Juan, el Bautista. Entró ella enseguida, a toda prisa, se acerco al rey y le pidió: Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista. El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. Enseguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.   

 

Si 47, 2-13; Sal 17, 31.47-51 . Marcos 6, 14-29

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jueves, 4 de febrero de 2010

4 de Febrero 2010 – Jueves

 

Mundo: Para el mundo, la pobreza es una desgracia, hay que tener todo lo que se pueda, porque fiarse de Dios es una insensatez.

 

Fe: Por muchos medios y riquezas que tengamos, sin el Espíritu de Jesús nada bueno podremos hacer.

 

Llamó Jesús a los doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforjas, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa. Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.  

 

1R 2, 1-4.10-12; Sal 1Cr 29, 10-12 . Marcos 6, 7-3

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miércoles, 3 de febrero de 2010

3 de Febrero 2010 – Miércoles

 

Mundo: Para los “listos” del mundo, como para los nazarenos, es un escándalo que Cristo, pobre carpintero, hable sabiamente y haga milagros.

 

Fe: Para el cristiano es normal que Jesús, el Hijo de Dios, haga las obras de Dios.

 

Fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: ¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Símón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí? Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía: No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa. No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.

 

2S 24, 2.9-17; Sal 31, 1-6 . Marcos 6, 1-6

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martes, 2 de febrero de 2010

2 de Febrero 2010 – Martes

 

Mundo: En Israel, y en todo el mundo, Cristo es bandera discutida y rechazada por quienes no ven en él al Salvador.

 

Fe: Cristo es la luz de las naciones, el Salvador enviado por Dios: ésa es la actitud del cristiano.

 

FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR

 

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y para entregar la oblación como dice la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma. Había también una profetisa Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayuno y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.

 

MI 3, 1-4; Sal 23, 7-10; Hb 2, 14-18 . Lucas 2, 22-40 

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lunes, 1 de febrero de 2010

1 de Febrero 2010 – Lunes

 

Mundo: Cuando se rechaza a Dios, se cae en hechicerías, horóscopos, tarots, artes diabólicas.

 

Fe: Cristo se encarnó, no para los animales, sino para el hombre, y libera al hombre del poder del demonio.

 

Jesús y sus discípulos llegaron a la orilla del lago, en la región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, desde el cementerio, donde vivía en los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerzas para domarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras. Viendo de lejos a Jesús, echó a acorrer, se postró ante él y gritó a voz en cuello: ¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes. Porque Jesús le estaba diciendo: Espíritu inmundo, sal de este hombre. Jesús le preguntó: ¿Cómo te llamas?. Él respondió: Me llamo Legión, porque somos muchos. Y le rogaba con insistencia que no le expulsara de aquella comarca. Había cerca una gran piara de cerdos hozando en la falda del monte. Los espíritus le rogaron: Déjanos ir a meternos en los cerdos. Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al lago y se ahogó en le lago. Los porquerizos echaron a correr y dieron la noticia en el pueblo y en los cortijos. Y la gente fue a ver que había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados. Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su país. Mientras se embarcaban, el endemoniado le pidió que lo admitiese en su compañía. Pero no se lo permitió, sino que le dijo: vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia. El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.

 

2S 15, 13-14.30; 16, 5-13a; Sal 3, 2-7 . Marcos 5, 1-20