Archivo de noviembre de 2020

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 20 de noviembre de 2020

20 de noviembre 2020 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El Evangelio de hoy nos presenta el episodio de la expulsión de los vendedores del templo. Jesús “hizo un látigo con cuerdas y los echó a todos del Templo”. ¿Sabéis cuál es el látigo de Jesús para limpiar nuestra alma? La misericordia. Abrid el corazón a la misericordia de Jesús. ¿Le permito que haga limpieza de todos mis comportamientos contra Dios, contra el prójimo y contra nosotros mismos? ¿Permito que Jesús haga un poco de limpieza en mi corazón? –Pero, Padre, tengo miedo de que me reprenda.- No. Jesús no reprende jamás. Jesús hará limpieza con ternura, con misericordia, con amor. La misericordia es su modo de hacer limpieza (8-3-15).

Entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: Escrito está: “Mi casa será casa de oración”; pero vosotros la habéis hecho una “cueva de bandidos”. Todos los días enseñaba en el templo. Por su parte los sumos sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo buscaban acabar con él, pero no sabían que hacer, porque todo el pueblo estaba pendiente de él, escuchándolo.

Apocalipsis 10, 8-11; Salmo 118, 14.24.72.103.111.131 . Lucas 19, 45-48

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 19 de noviembre de 2020

19 de noviembre 2020 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús mira a su pueblo, mira la ciudad de Jerusalén: “¡Cuantas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas!” El llanto ante la tumba de Lázaro es el llanto del amigo. Este es el llanto del Padre. El Padre (del hijo prodigo) continuamente subía a la terraza para mirar el camino y ver si el hijo volvía. Este es el llanto de Dios Padre. Y con este llanto el Padre recrea en su hijo toda la creación. Dios se ha hecho hombre para poder llorar y nuestro Padre Dios hoy llora por esta humanidad que no termina de entender la paz que Él nos ofrece, la paz del amor (27-10-2016).

Al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, lloró sobre ella mientras decía: ¡Si reconocieras en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos. Pues vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco de todos los lados, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el tiempo de tu visita.

Apocalipsis 5, 1-10; Salmo 149, 1bc-6a.9b . Lucas 19, 41-44

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 18 de noviembre de 2020

18 de noviembre 2020 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Que los dones que el Señor nos dio, sean para los demás, crezcan, produzcan fruto con nuestro testimonio. Las riquezas, todo lo que Dios me ha dado de espiritual, de bondad, la Palabra de Dios, ¿cómo hago para que crezca en los demás? ¿O solo los cuido en la caja fuerte? Dios se fía de nosotros, Dios tiene esperanza en nosotros. No lo decepcionemos. No nos dejemos engañar por el miedo, sino devolvamos confianza por confianza (16-11-2014).

Jesús dijo una parábola: Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez minas de oro, diciéndoles: “Negociad mientras vuelvo”. Cuando regresó de conseguir el título real, mandó llamar a su presencia a los siervos a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: “Señor, tu mina ha producido diez”. Él le contestó: “Muy bien, siervo bueno; como has sido fiel en lo pequeño, recibe el gobierno de diez ciudades”. El segundo llegó y dijo: “Tu mina, señor, ha rendido cinco”. A ese le dijo también: “Pues toma tú el mando de cinco ciudades”. El otro llegó y dijo: “Señor, aquí está tu mina; la he tenido guardada en un pañuelo, porque te tenía miedo, porque eres hombre exigente, que retiras lo que no has depositado y siegas lo que no has sembrado”. Él le dijo: “Por tu boca te juzgo, siervo malo ¿conque sabías que soy exigente, que retiro lo que no he depositado y siego lo que no he sembrado? Pues, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses”. Entonces dijo a los presentes: “Quitadle a éste la mina y dádsela al que tiene diez minas”. Le dijeron: “Señor, ya tiene diez minas”. “Os digo: al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene”.

Apocalipsis 4, 1-11; Salmo 150, 1b-6a . Lucas 19, 12-13.15a.16b-26

Lectura diaria de la Biblia

martes, 17 de noviembre de 2020

17 de noviembre 2020 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Zaqueo, impedido de acercarse a Jesús, probablemente por motivo de su mala fama, y siendo pequeño de estatura, trepa a un árbol, para poder ver al Maestro que pasa, se resigna a verlo solo de paso. Pero Jesús lo llama por su nombre: Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa. Y Jesús va a casa de Zaqueo, suscitando las críticas de toda la gente de Jericó: “Cómo? Con todas las personas buenas que hay en la ciudad, ¿va a estar precisamente con ese publicano?”. Jesús dice: “Hoy ha sido la salvación de esta casa” En casa de Zaqueo entró la alegría, la paz, la salvación: Jesús (3-11-2013).

Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa. Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más. Jesús le dijo: Hoy ha sido la salvación de esta casa; pues también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.

Apocalipsis 3, 1-6.14-22; Salmo 14, 2-5 . Lucas 19, 1-10

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 16 de noviembre de 2020

16 de noviembre 2020 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Nuestra vida, algunas veces, es semejante a la del ciego que se abrió a la luz, a Dios, a su gracia. Lamentablemente, desde lo alto de nuestro orgullo juzgamos a los demás, incluso al Señor, como los doctores de la ley. Estamos invitados a abrirnos a la luz de Cristo para dar fruto en nuestra vida, para eliminar las que no son cristianas; somos cristianos, pero algunas veces tenemos conductas no cristianas, que son pecado. Debemos arrepentirnos de esto, eliminar estos comportamientos para caminar con decisión por el camino de la santidad, que tiene su origen en el Bautismo: “iluminado” por Cristo en el Bautismo, a fin de que podamos comportarnos como “hijos de la luz”, con humildad, paciencia, misericordia (30-3-2014).

Cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba que era aquello; y le informaron: Pasa Jesús el Nazareno. Entonces empezó a gritar: ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!. Los que iban delante lo regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: ¡Hijo de David, ten compasión de mí!. Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: ¿Qué quieres que haga por ti?. Él dijo: Señor, que recobre la vista. Jesús le dijo: Recobra la vista, tu fe te ha salvado. Y enseguida recobró la vista y lo seguía, glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alabó a Dios.

Apocalipsis 1, 1-4; 2, 1-5a; Salmo 1, 1-4.6 . Lucas 18, 35-43

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 15 de noviembre de 2020

15 de noviembre 2020 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Este pobre gritó y el Señor lo escuchó (Sal 34, 7). El salmo describe con tres verbos la actitud del pobre y su relación con Dios. 1. Ante todo, “gritar”. La condición de pobreza no se agota en una palabra, sino que se transforma en un grito que atraviesa los cielos y llega hasta Dios. En esta jornada estamos llamados a hacer un serio examen de conciencia para darnos cuenta de si realmente hemos sido capaces de escuchar a los pobres. Si somos nosotros los que hablamos mucho, no lograremos escucharlos. Cuando los pobres hacen sentir su voz, quizá pensamos que basta con un gesto de altruismo para quedarnos satisfechos, sin tener que comprometernos directamente. 2. El segundo verbo es “responder”. El salmista dice que el Señor le responde. La respuesta de Dios al pobre es siempre una intervención para curar las heridas del alma y del cuerpo, para restituir justicia y para ayudar a reemprender la vida con dignidad. La respuesta de Dios es también una invitación a que todo el que cree el Él obre de la misma manera. La Jornada Mundial de los Pobres pretende ser una pequeña respuesta que la Iglesia entera, extendida por el mundo, dirige a los pobres de todo tipo y de cualquier lugar para que no piensen que su grito se ha perdido en el vacío. 3. El tercer verbo es “liberar”. El pobre de la Biblia vive con la certeza de que Dios interviene en su favor para restituirle la dignidad. La pobreza no es algo buscado, sino que es causada por el egoísmo, el orgullo, la avaricia y la injusticia. La salvación de Dios adopta la forma de una mano tendida hacia el pobre, que acoge, protege y hace posible experimentar la amistad que tanto necesita. A partir de esta cercanía, concreta y tangible, comienza un genuino itinerario de liberación: Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres, de manera que puedan integrarse plenamente en la sociedad; esto supone que seamos dóciles y atentos para escuchar el clamor del pobre y socorrerlo (18-11-20118).

Provervios 31, 10-13.19-20.30-31: Una mujer fuerte, ¿quién la hallará?, supera en valor a las perlas. Su marido se fía de ella pues no le faltan riquezas. Le trae ganancias, no pérdidas, todos los días de su vida. Busca la lana y el lino, y los trabaja con la destreza de sus manos. Aplica sus manos al huso, con sus dedos sostiene la rueca. Abre sus manos al necesitado y tiende sus brazos al pobre. Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura; la que teme al Señor merece alabanza. Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en público.

Salmo 127, 1-5: Dichosos los que temen al Señor.

1Tesalonicenses 5, 1-6: En lo referente al tiempo y a las circunstancias, no necesitáis que os escriba, pues vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: paz y seguridad, entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está en cinta, y no podrán escapar. Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas de forma que ese día os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo somos de la noche ni de las tinieblas. Así, pues, no nos entreguemos al sueño como los demás, sino estemos en vela y vivamos sobriamente.

Mateo 25, 14-30: Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: “Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”. Su señor le dijo: “¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”. Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”. Su señor le dijo: “¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”. Se acercó también el que había recibido un talento y dijo: “Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”. El señor le respondió: “Eres un siervo negligente y holgazán. ¿Conque sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes.

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 15 de noviembre de 2020

15 de noviembre 2020 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Este pobre gritó y el Señor lo escuchó (Sal 34, 7). El salmo describe con tres verbos la actitud del pobre y su relación con Dios. 1. Ante todo, “gritar”. La condición de pobreza no se agota en una palabra, sino que se transforma en un grito que atraviesa los cielos y llega hasta Dios. En esta jornada estamos llamados a hacer un serio examen de conciencia para darnos cuenta de si realmente hemos sido capaces de escuchar a los pobres. Si somos nosotros los que hablamos mucho, no lograremos escucharlos. Cuando los pobres hacen sentir su voz, quizá pensamos que basta con un gesto de altruismo para quedarnos satisfechos, sin tener que comprometernos directamente. 2. El segundo verbo es “responder”. El salmista dice que el Señor le responde. La respuesta de Dios al pobre es siempre una intervención para curar las heridas del alma y del cuerpo, para restituir justicia y para ayudar a reemprender la vida con dignidad. La respuesta de Dios es también una invitación a que todo el que cree el Él obre de la misma manera. La Jornada Mundial de los Pobres pretende ser una pequeña respuesta que la Iglesia entera, extendida por el mundo, dirige a los pobres de todo tipo y de cualquier lugar para que no piensen que su grito se ha perdido en el vacío. 3. El tercer verbo es “liberar”. El pobre de la Biblia vive con la certeza de que Dios interviene en su favor para restituirle la dignidad. La pobreza no es algo buscado, sino que es causada por el egoísmo, el orgullo, la avaricia y la injusticia. La salvación de Dios adopta la forma de una mano tendida hacia el pobre, que acoge, protege y hace posible experimentar la amistad que tanto necesita. A partir de esta cercanía, concreta y tangible, comienza un genuino itinerario de liberación: Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres, de manera que puedan integrarse plenamente en la sociedad; esto supone que seamos dóciles y atentos para escuchar el clamor del pobre y socorrerlo (18-11-20118).

Provervios 31, 10-13.19-20.30-31: Una mujer fuerte, ¿quién la hallará?, supera en valor a las perlas. Su marido se fía de ella pues no le faltan riquezas. Le trae ganancias, no pérdidas, todos los días de su vida. Busca la lana y el lino, y los trabaja con la destreza de sus manos. Aplica sus manos al huso, con sus dedos sostiene la rueca. Abre sus manos al necesitado y tiende sus brazos al pobre. Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura; la que teme al Señor merece alabanza. Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en público.

Salmo 127, 1-5: Dichosos los que temen al Señor.

1Tesalonicenses 5, 1-6: En lo referente al tiempo y a las circunstancias, no necesitáis que os escriba, pues vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: paz y seguridad, entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está en cinta, y no podrán escapar. Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas de forma que ese día os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo somos de la noche ni de las tinieblas. Así, pues, no nos entreguemos al sueño como los demás, sino estemos en vela y vivamos sobriamente.

Mateo 25, 14-30: Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: “Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”. Su señor le dijo: “¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”. Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”. Su señor le dijo: “¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”. Se acercó también el que había recibido un talento y dijo: “Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”. El señor le respondió: “Eres un siervo negligente y holgazán. ¿Conque sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes.

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 14 de noviembre de 2020

14 de noviembre 2020 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Dios hace, hará justicia a sus elegidos que gritan a Él día y noche, como dijo a Moisés: “He oído el llanto y el lamento de mi pueblo”. Así es la fuerza del Señor: El mar rojo convertido en un camino practicable y el oleaje impetuoso en una verde llanura, por donde pasaron en masa los protegidos de tu mano (Sab. 18, 7-8). Y ¿Cuál es la fuerza del hombre? Es la oración: la viuda del Evangelio que llama continuamente a la puerta del juez. Llamar, pedir, lamentarse por tantos problemas, tantos dolores, y pedir al Señor la liberación de estos pecados, de estos problemas. Esta es la fuerza del hombre, la oración, y es la debilidad de Dios. El Señor es débil solo en esto (16-11-2013).

Jesús dijo a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer: Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario”. Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo: “Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”. Y el Señor añadió: Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?.

3Juan 5-8; Salmo 111, 1b-6 . Lucas 18, 1-8

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 13 de noviembre de 2020

13 de noviembre 2020 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En estas dos últimas semanas del año litúrgico, la Iglesia en las lecturas de la misa nos hace reflexionar sobre el final del mundo; y también, sobre el fin de cada uno: La propia muerte. Vendrá un día en el que el Señor nos diga a cada uno: “ven”. La llamada para algunos será repentina, para otros será después de una enfermedad: no sabemos, pero habrá llamada y será una sorpresa, no la última de Dios, que será la sorpresa de la eternidad. Pensemos en cómo será mi final. Como sucedió en los días de Noé: comían, bebían, se casaban… Párate un poco, párate, no siempre será así, un día no será así. Pensar en la muerte no es una fantasía fea, es una realidad: si es fea o no es fea depende de mí, de cómo lo pienso yo, pero estará y allí habrá un encuentro con el Señor: esto será lo hermoso de la muerte, será Él quien venga al encuentro, será Él quien diga: Ven, ven, bendito de mi Padre, ven conmigo. No sirve de nada decir: Pero, Señor, espera que debo arreglar esto, esto. No se puede arreglar nada: Aquel día, donde estés te tomarán, tú lo dejarás todo (17-11-2017).

Dijo Jesús a sus discípulos: Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos. Así mismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se revele el Hijo del hombre. Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en casa, no baje a recogerlas; igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. Acordaos de la mujer de Lot. El que pretenda guardar su vida la perderá; y el que la pierda, la recobrará. Os digo que aquella noche estarán dos juntos: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán. Ellos le preguntaron: ¿Dónde, Señor? Él les dijo: Donde está el cadáver, allí se reunirán los buitres.

2Juan 4-9; Salmo 118, 1.2.10.11.17.18 . Lucas 17, 26-37