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Lectura diaria de la Biblia

viernes, 6 de mayo de 2011

7 de Mayo 2011 – Sábado

 

Mundo: No hay vida humana sin problemas: noches, huracanes, depresiones. ¡Cristo puede ser la respuesta!

 

Fe: Jesús está siempre atento a nuestra vida, y acude a nuestra ayuda: Soy yo, no temáis.

Al oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al lago, embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaún. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte, y el lago se iba encrespando. Habían remado unos cinco o seis kilómetros, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el lago, y se asustaron. Pero él les dijo: Soy yo, no temáis. Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra enseguida, en el sitio a donde iban.

 

Hch 6, 1-7; Sal 32, 1-5.18-19 . Juan 6, 16-21

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 6 de mayo de 2011

6 de Mayo 2011 – Viernes

 

Mundo: Todos los hombres están llamados al banquete de la vida preparado por Cristo, pero muchos no se dan por enterados.

 

Fe: El amor de Jesús llega al hombre completo: alimento espiritual con su palabra de Vida, y alimento corporal con el pan.

Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberiades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: ¿Con qué compraremos panes para que coman estos?. Lo decía para tantearlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo. Uno de los discípulos, Andres, el hermano de Simón Pedro, le dice: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?. Jesús dijo: Decid a la gente que se siente en el suelo. Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; Sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y lo repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se  saciaron, dice a sus discípulos: Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie. Lo recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: Este si que es el profeta que tenía que venir al mundo. Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró de nuevo a la montaña él solo.

 

Hch 5, 34-42; Sal 26, 1-4.13-14 . Juan 6, 1-15

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 5 de mayo de 2011

5 de Mayo 2011 – Jueves

 

Mundo: El que no cree en el Hijo no verá la vida: si al menos quisieran pedirle la fe…

 

Fe: El que cree en el Hijo posee la vida eterna: la fe en Jesús nos salva.

Dijo Jesús a Nicodemo: El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica la veracidad de Dios. El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.

 

Hch 5, 27-33; Sal 33, 2.9.17-20 . Juan 3, 31-36

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 4 de mayo de 2011

4 de Mayo 2011 – Miércoles

 

Mundo: Dice Cristo: La luz vino al mundo y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz. Están a tiempo de cambiar de preferencias.

 

Fe: El que realiza la verdad se acerca a la luz: eso quieren los discípulos de Jesús.

Dijo Jesús a Nicodemo: Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.

 

Hch 5, 17-26; Sal 33, 2-9 . Juan 3, 16-21

Lectura diaria de la Biblia

martes, 3 de mayo de 2011

3 de Mayo 2011 – Martes

 

Mundo: ¡Si supieran lo que pierden quienes que no conocen a Cristo, o han perdido su amistad! Pero nunca es demasiado tarde.

 

Fe: Toda la vida es corta para llegar a conocer bien a Jesús y al Padre que nos lo ha enviado como camino, verdad y vida.

Dijo Jesús a Tomás: Yo soy el camino, y la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre: Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto. Felipe le dice: Señor, muéstranos al Padre y nos vasta. Jesús le replica: Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí también él hará las obras que yo hago y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.

 

1Co 15, 1-8; Sal 18, 2-5 . Juan 14, 6-14

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 2 de mayo de 2011

2 de Mayo 2011 – Lunes

 

Mundo: ¡Qué bien les haría a los ateos tener la curiosidad de Nicodemo, aunque fuera de noche.

 

Fe: El nuevo nacimiento se realiza en el cristiano por medio del bautismo; entrada en el reino de Dios.

Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Éste fue a ver a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él. Jesús le contestó: Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le pregunta: ¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer? Jesús le contestó: Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: “Tenéis que nacer de nuevo”; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de donde viene y a donde va. Así es todo el que ha nacido del espíritu.

 

Hch 4, 23-31; Sal 2, 1-9 . Juan 3, 1-8

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 1 de mayo de 2011

1 de Mayo 2011 – Domingo

 

Mundo: La incredulidad de Tomás puede servir a los alejados y decirles: Cristo está vivo.

 

Fe: Dichosos los que crean sin haber visto.

 

Hch 2, 42-47: Los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. Todo el mundo estaba impresionado por los muchos prodigios y signos que los apóstoles hacían en Jerusalén. Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y lo repartían entre todos, según la necesidad de cado uno. A diario acudían al templo todos unidos, celebraban la fracción del pan en las casas y comían juntos alabando a Dios con alegría y de todo corazón; eran bien vistos de todo el pueblo y día tras día el Señor iba agregando al grupo los que se iban salvando.
 

Sal 117, 2-4.13-15.22-24: Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

                                            

1P 1, 3-9: Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura, imperecedera, que os está reservada en el cielo. La fuerza de Dios os custodia en la fe para la salvación que aguarda a manifestarse en el momento final. Alegraos de ello, aunque de momento tengáis que sufrir un poco, en pruebas diversas: así la comprobación de vuestra fe –de más precio que el oro que, aunque perecedero, lo aquilatan a fuego- llegará a ser alabanza y gloria y honor cuando se manifieste Jesucristo nuestro Señor. No habéis visto a Jesucristo, y lo amáis; no lo veis, y creéis en él; y os alegráis con un gozo inefable y transfigurado, alcanzando así la meta de vuestra fe: vuestra propia salvación.

 

Juan 20, 19-31: Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puestas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quien les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos. Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: Hemos visto al Señor. Pero él les contestó: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo. A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Contestó Tomás: ¡Señor mío y Dios mío!. Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto. Muchos otros signos que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.        

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 30 de abril de 2011

30 de abril 2011 – Sábado

 

Mundo: Los apóstoles tampoco creían en la resurrección de Cristo, pero no se cerraron a la evidencia y a la fe.

 

Fe: Las vacilaciones de tus apóstoles nos ayudan a reafirmar la fe en tu resurrección.

Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando. Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no la creyeron. Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminando a una finca. También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron. Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación.

 

Hch 4, 13-21; Sal 117, 1.14-21 . Marcos 16, 9-15 

Lectura diaria de a Biblia

viernes, 29 de abril de 2011

29 de abril 2011 – Viernes

 

Mundo: ¡Cuánto más llena estaría la vida de los hombres si tuvieran a Cristo, como los apóstoles!

 

Fe: Jesús en persona multiplica la pesca, enciende el fuego, come con los apóstoles… El resucitado está en la vida de quien lo acepta.

Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberiádes. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Cebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: Me voy a pescar. Ellos contestan: Vamos también nosotros contigo. Salieron y se embarcaron; y aquella noche no pescaron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: Muchachos, ¿tenéis pescado? Ellos contestaron: No. Él les dice: Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: Es el Señor. Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: Traed de los peces que acabáis de pescar. Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: Ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: Vamos, almorzad. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quien era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.  

 

Hch 4, 1-12; Sal 117, 1-4.22-27 . Juan 21, 1-14 

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 28 de abril de 2011

28 de abril 2011 – Jueves

 

Mundo: La mente mundana no entiende que haya en esta vida sufrimientos: para resucitar hay que morir.

 

Fe: ¿Por qué surgen dudas en vuestro interior? Soy yo en persona.

Contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y como habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: Paz a vosotros. Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. Él les dijo: ¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos como veis que yo tengo. Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: ¿Tenéis ahí algo de comer? Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse. Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y añadió: Así estaba escrito: El Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.  

 

Hch 3, 11-26; Sal 8, 2-9 . Lucas 24, 35-48