Lectura diaria de la Biblia

6 de diciembre 2021 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En el Evangelio están los jefes de los sacerdotes que preguntan a Jesús con qué autoridad actúa. No tienen horizontes, son hombres cerrados en sus cálculos, esclavos de la propia rigidez y los cálculos humanos cierran el corazón, cierran la libertad, mientras que la esperanza nos hace ligeros. Estos eran doctores, pero su ciencia no les salvaba. (Lo opuesto a la anciana que fue a confesarse con el P. Bergoglio en 1992, a la que le dijo:) Abuela, pero usted no tiene pecados. Ella: -Padre, todos los tenemos. Dios perdona todo. (Bergoglio) ¿Y usted cómo lo sabe? Ella: –Porque si Dios no perdonara todo, el mundo no existiría. ¡Sus ojos veían más allá, ojos llenos de esperanza! (14-12-2015).

Un día, estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para realizar curaciones. En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico y trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo, a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Él, viendo la fe de ellos, dijo: “Hombre, tus pecados están perdonados”. Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos: ¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?”. Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo: ¿Qué pensáis en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados -dijo al paralítico-: “A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa”. Y, al punto, levantándose a la vista de ellos, tomó la camilla donde había estado tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios. El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y, llenos de temor, decían: Hoy hemos visto maravillas.

Isaías 35, 1-10; Salmo 84, 9abc-14 . Lucas 5, 17-26

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