Lectura diaria de la Biblia

15 de Noviembre 2010 – Lunes

 

Mundo: No hay peor ciego que el que no quiere ver. Si los alejados pidieran a Cristo la fe, verían que hay Dios Padre.

 

Fe: Jesús, hijo de David, ten compasión de mí. El ciego lo pide con fe, aunque le regañen. Tu fe te ha curado.

 

Cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron: Pasa Jesús Nazareno. Entonces gritó: ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!. Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: ¡Hijo de David, ten compasión de mí!. Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le pregunto: ¿Qué quieres que haga por ti? Él dijo: Señor, que vea otra vez. Jesús le contestó: Recobra la vista, tu fe te ha curado. Enseguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.

Ap  1, 1-4; 2, 1-5a; Sal 1, 1-6 . Lucas 18, 35-43

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