Lectura diaria de la Biblia

2 de Mayo 2010 – Domingo

 

Mundo: Jesús no puede odiar a Judas ni a tantos judas que lo traicionan: los ama y quiere encontrarse con ellos.

 

Fe: Es imposible amar en la medida de la cruz si Dios no da ese amor a sus discípulos.

 

Hch 14, 21b-27: Pablo y Bernabé volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar mucho para entrar en el reino de Dios. En cada iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Predicaron en Perge, bajaron a Talía y allí se embarcaron para Antioquia, de donde los habían enviado, con la gracia de Dios, a la misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la comunidad, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.

 

Sal 144, 8-13ab: Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi rey.

 

Ap 21, 1-5a: Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra han pasado, y el mar ya no existe. Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo. Y escuché una voz potente que decía desde el trono: Ésta es la morada de Dios con los hombres: acampará entre ellos. Ellos serán su pueblo y Dios estará con ellos. Enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado. Y el que estaba sentado en el trono dijo: Todo lo hago nuevo.

 

Juan 13, 31-33a.34-35: Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús: Ahora he glorificado el Hijo del hombre y Dios es glorificado en él. (Si Dios es glorificado en él también Dios lo glorificará en si mismo: pronto lo glorificará). Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado. La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os améis unos a otros.

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