Lectura diaria de la Biblia

13 de marzo 2024 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: ¿Cómo es mi fe en Jesucristo? ¿Creo que Jesucristo es Dios, el Hijo de Dios? ¿Esta fe me cambia la vida? ¿Hace que mi corazón se renueve en este año de gracia, este año de perdón, este año de acercamiento al Señor? Se trata de una invitación a descubrir la calidad de la fe, conscientes de que esta es un don. Nadie merece la fe. Nadie la puede comprar. (15-01-2016)

Jesús dijo a los judíos: Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo. Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no sólo quebrantaba el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios. Jesús tomó la palabra y les dijo: En verdad, en verdad os digo: El Hijo no puede hacer nada por su cuenta sino lo que viere hacer al Padre. Lo que hace este, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que ésta, para vuestro asombro. Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo todo el juicio, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo envió. En verdad, en verdad os digo: Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida. En verdad, en verdad os digo: llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán. Porque igual que el Padre tiene vida en sí mismo, así ha dado también al Hijo tener vida en sí mismo. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No os sorprenda, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio. Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Isaías 49, 8-15; Salmo 144, 8-9.13cd-14.17-18 . Juan 5, 17-30

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