Lectura diaria de la Biblia

12 de agosto 2021 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Tenemos que suplicar al Señor que nos dé la gracia de ser misericordiosos con quienes nos hacen daño: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen (Lc 23, 34). El único camino para vencer el mal es la misericordia. La justicia es necesaria, pero ella sola no basta. No tengáis miedo de contemplar los ojos de Jesús llenos de amor infinito hacia vosotros, y dejaos tocar por su mirada misericordiosa, dispuesta a perdonar cada uno de vuestros pecados. ¡Id a él y no tangáis miedo! Y decidle desde lo más profundo del corazón: “¡Jesús, confío en ti”! (15-8-2015).

Acercándose Pedro a Jesús le preguntó: Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?. Jesús le contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos (millones). Como no tenía con qué pagar, el Señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo”. Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios (unas monedas) y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: “Págame lo que me debes”. Él compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré”. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”. Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.

Josué 3, 7-10a.11.13-17; Salmo 113a, 1-6 . Mateo 18, 21-35

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