Lectura diaria de la Biblia

31 de marzo 2021 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: ¿Qué fiesta es la más importante para nuestra fe: la Navidad o la Pascua? – La Pascua, porque es la fiesta de nuestra salvación, la fiesta del amor de Dios por nosotros, la fiesta, la celebración de su Muerte y Resurrección. Y por esto yo quisiera reflexionar con vosotros por esta fiesta, sobre estos días, que son días pascuales, hasta la Resurrección del Señor. Estos días constituyen la memoria celebrativa de un único gran misterio: la Muerte y la Resurrección del Señor Jesús. El Triduo empieza mañana, con la misa de la Cena del Señor y se concluirá con las vísperas del Domingo de Resurrección. Dispongámonos a vivir este Triduo Santo ya inminente –comienza mañana-, para estar cada vez más profundamente integrados en el misterio de Cristo, muerto y resucitado por nosotros. Que nos acompañe en este itinerario espiritual la Virgen Santísima, que siguió a Jesús en su pasión –Ella estaba allí, miraba, sufría…- estuvo presente y unida a Él al pie de la cruz, pero no se avergonzaba del hijo. ¡Una madre nunca se avergüenza del hijo! (28-3-2018).

Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: ¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego? Ellos se ajustaron con él en treinta monedas de plata. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo. El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?. Él contestó: Id a la ciudad, a casa de quien vosotros sabéis, y decidle: “El maestro dice: Mi momento está cerca; voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos”. Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo: En verdad os digo que uno de vosotros me va a entregar. Ellos, muy entristecidos, se pusieron a preguntarle uno tras otro: ¿Soy yo acaso, Señor?. Él respondió: El que ha metido conmigo la mano en la fuente, ese me va a entregar. El Hijo del Hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado!; ¡más le valdría a ese hombre no haber nacido!. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: ¿Soy yo acaso, Maestro? Él respondió: Tú lo has dicho.

Isaías 50, 4-9a; Salmo 68, 8-10.21-22.31.33-34 . Mateo 26, 14-25

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