Lectura diaria de la Biblia

25 de marzo 2021 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR

Papa Francisco: Hoy el Evangelio nos señala el final de esta cadena de “síes” (del Antiguo Testamento: Abrahán, Moisés…), pero el inicio de otro “sí”, que comienza a crecer: el “sí” de María. Y este “sí” hace que Dios no solo mira cómo va el hombre, no solo camina con su pueblo, sino que se hace uno de nosotros y toma nuestra carne. El ”sí” de María abre la puerta al “sí “ de Jesús: “Yo vengo para hacer tu voluntad”, este “sí” que va con Jesús durante toda la vida, hasta la cruz. Hoy es un bonito día para dar gracias al Señor por habernos enseñado el camino del “sí”, pero también para pensar en nuestra vida. Todos nosotros durante cada día, debemos decir “sí” o “no” y pensar si siempre decimos “sí” o muchas veces nos escondemos, con la cabeza baja, como Adán y Eva. Hoy es la fiesta del “sí”. En el “sí” de María está el “sí” de toda la historia de la salvación, y comienza allí el último “sí” del hombre y de Dios (4-4-2016).

El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David: El nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Y María dijo al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco varón?. El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”. María contestó: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y el ángel se retiró.

Isaías 7, 10-14; 8, 10b; Salmo 39, 7-11; Hebreos 10, 4-10 . Lucas 1, 26-38

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