Lectura diaria de la Biblia

9 de enero 2021 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Los doctores de la Ley decían la verdad, pero no llegaban al corazón, estaba todo calmado, tranquilo. En cambio, la enseñanza de Jesús provoca estupor, movimiento en el corazón y la gente lo sigue, va detrás de él, porque entiendo lo que dice aquel hombre y lo dice con autoridad. La autoridad no es “yo mando, tú haces”. No, es otra cosa, es un don, es una coherencia. Y Jesús recibió este don: la autoridad. Una de las cosas que da la autoridad es la cercanía y Jesús tenía autoridad porque se acercaba a la gente. Él entendía los pecados de la gente: porque era cercano, entendía, acogía, curaba y enseñaba con cercanía (9-1-2018)

Después de haberse saciado los cinco mil hombres, Jesús enseguida apremió a los discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran hacia la orilla de Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y después de despedirse de ellos, se retiró al monte a orar. Llegada la noche, la barca estaba en mitad del mar, y Jesús, solo, en tierra. Viéndolos fatigados de remar, porque tenían viento contrario, a eso de la cuarta vigilia de la madrugada, fue hacia ellos andando sobre el mar, e hizo ademán de pasar de largo. Ellos, viéndolo andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y dieron un grito, porque todos lo vieron y se asustaron. Pero él habló enseguida con ellos y les dijo: Ánimo, soy yo, no tengáis miedo. Entró en la barca con ellos y amainó el viento. Ellos estaban en el colmo del estupor, pues no habían comprendido lo de los panes, porque tenían la mente embotada.

1Juan 4, 11-18; Salmo 71, 1-2.10-13. Marcos 6, 45-52

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