Lectura diaria de la Biblia

7 de octubre 2020 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Hoy, la fiesta de la Virgen del Rosario, dirijo un saludo especial a los fieles reunidos en el Santuario de Pompeya para la tradicional súplica. Renuevo la invitación a rezar el rosario todos los días del mes de octubre, concluyendo con la antífona bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios: no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, mas líbranos siempre de todos los peligros, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!; y la oración a san Miguel Arcángel, para repeler los ataque del diablo que quiere dividir a la Iglesia: ¡Arcángel san Miguel!, defiéndenos en la lucha; ampáranos contra la perversidad y asechanzas del demonio; lanza en el infierno, con el divino poder, a Satanás y a los otros espíritus malignos, que discurren por el mundo para perdición de las almas (7-10-2018).

El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Y María dijo al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco varón?. El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”. María contestó: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y el ángel se retiró.

Hechos 1, 12-14; Salmo: Lucas 1, 46-55 . Lucas 1, 26-38

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