Lectura diaria de la Biblia

20 de junio 2020 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

INMACULADO CORAZÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA

Papa Francisco: La Palabra “misericordia” está compuesta por dos palabras: miseria y corazón. El corazón indica la capacidad de amar; la misericordia es el amor que abraza la miseria de otra persona. Es un amor que “siente” nuestra indigencia como si fuera propia, para liberarnos de ella. Él está cerca y no solo, con su madre. Ella le decía a san Juan Diego: “¿Por qué tienes miedo? ¿Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre?”. Está cerca. Él y su Madre. La misericordia más grande radica en su estar en medio de nosotros, en su presencia y compañía. Camina junto a nosotros, nos muestra el sendero del amor, nos levanta en nuestras caídas -¡y con qué ternura lo hace!-, nos acompaña en todas las circunstancias de nuestra existencia. Nos abre los ojos para mirar las miserias propias y del mundo, pero a la vez nos llena de esperanza (12-12-2015).

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo. Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados. Él les contestó: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?. Pero ellos no comprendieron lo que les dijo. Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Isaías 61, 9-11; Salmo: 1Samuel 2, 1.4-8 . Lucas 2, 41-51

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