Lectura diaria de la Biblia

7 de enero 2019 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Juan evoca una palabra de Jesús en la última cena, permanecer: Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él. Y este permanecer es como el respirar de la vida cristiana, es el estilo: un cristiano es aquel que permanece en Dios. –Pero, Padre, ¿cuáles son los criterios para hacer un buen discernimiento?- En esto podéis reconocer el Espíritu de Dios: todo espíritu –toda emoción, toda inspiración que yo siento- que reconoce a Jesucristo venido en la carne, es de Dios; y todo espíritu que no reconoce a Jesús, no es de Dios. El servicio prójimo, al hermano que tiene necesidad, incluso de un consejo, de mi oído para ser escuchado: estos son signos de que andamos por el camino del Verbo de Dios que se ha hecho carne (7-1-2016).

Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: Tierra de Zabulón y tierra de Neptalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló. Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos. Recorría toda Galilea, enseñando en sus sinagogas y proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia del pueblo. Su fama se extendió por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curó. Y le seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania.

1Juan 3, 22-4, 6; Salmo 2, 7-12 . Mateo 4, 12-17.23-25

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