Lectura diaria de la Biblia

5 de septiembre 2018 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Madre Teresa, a lo largo de su existencia, fue una generosa dispensadora de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada. Se comprometió en la defensa de la vida, proclamando incesantemente que “el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre”. Se inclinó sobre las personas desfallecidas que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado; hizo sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas ante los crímenes de la pobreza creada por ellos mismos. La misericordia fue para ella la “sal” que daba sabor a cada obra suya. Ella solía decir: “Quizá no hablo tu idioma, pero puedo sonreír”. Llevemos en el corazón la sonrisa y entreguémosla a todos los que encontremos en nuestro camino, especialmente a los que sufren. Abriremos así horizontes de alegría y esperanza a toda esa humanidad desanimada y necesitada de comprensión y ternura (Homilía canonización, 4-9-2016).

Al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella. Él, inclinándose sobre ella, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose enseguida, se puso a servirles. Al ponerse el sol, todos cuantos tenían enfermos con diversas dolencias se los llevaban; y él, imponiendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban y decían: Tú eres el Hijo de Dios. Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. Al hacerse de día, salió y se fue a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se separara de ellos. Pero él les dijo: es necesario que proclame el reino de Dios, también a las otras ciudades, para esto he sido enviado. Y predicaba en las sinagogas de Judea.

1Corintios 3, 1-9; Salmo 32, 12-15.20-21 . Lucas 4, 38-44

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