Lectura diaria de la Biblia

28 de Mayo 2016 – Sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: ¿Con qué autoridad haces esto? ¿Por qué Jesús constituía un problema? No es porque hiciera milagros. Ni porque predicara y hablara de la libertad del pueblo. El problema que escandalizaba a esta gente era aquello que los demonios gritaban a Jesús: “Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Santo. Esto, esto es el centro. Lo que escandaliza de Jesús en su naturaleza de Dios encarnado. Y como a Él, también a nosotros nos tienden trampas en la vida; lo que escandaliza de la Iglesia es el misterio de la encarnación del Verbo. También ahora oímos decir a menudo: “Vosotros, cristianos, ser un poco más normales, como las otras personas, sensatas, no seáis tan rígidos”. Detrás, en realidad, está la petición de no anunciar que Dios se hizo hombre, porque la encarnación del Verbo es el escándalo. Si nosotros nos convertimos en cristianos sensatos, cristianos sociales, de beneficencia solamente, ¿cuál será la consecuencia? Que no tendremos jamás mártires. Cuando afirmamos que el Hijo de Dios vino y se hizo carne, cuando predicamos el escándalo de la cruz, vendrán las persecuciones, vendrá la cruz.

Jesús y sus discípulos volvieron a Jerusalén y, mientras paseaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos y le preguntaron: ¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?. Jesús les respondió: Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contestadme. Se pusieron a deliberar: Si decimos que es de Dios, dirá: “¿Y por qué no lo habéis creído?”. Pero como digamos que es de los hombres… (Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta). Y respondieron a Jesús: No sabemos. Jesús les replicó: Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.

Judas 17.20b-25; Salmo 62, 2-6 . Marcos 11, 27-33

Los comentarios están cerrados