Lectura diaria de la Biblia

23 de Mayo 2016 – Lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: ¡Los jóvenes apóstoles! Pensad en Pedro, Santiago, Juan, Natanael, cómo se fueron encontrando con Jesús. Otro joven es el joven rico, ese que se acerca a Jesús con una vida intachable, un muchacho bueno, y le dice: “¿Qué tengo que hacer para madurar mi vida, para heredar la vida eterna?”. Jesús le dice: “Cumple los mandamientos y anda adelante”. “Si ya los cumplí siempre”. El Evangelio dice que: “Jesús lo amó”, y entonces le dijo: “Mira te falta una cosa: da todo lo que tienes a los pobres y ven conmigo, a predicar el Evangelio”. Y ese chico se fue triste. Se fue triste porque tenía mucho dinero y no se animó a dejarlo por Jesús. Y se fue con SU dinero y con SU tristeza. Los primeros estaban con su alegría, con esa hermosa alegría que daba el encuentro con Jesús. Este se fue con su tristeza.

Cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?. Jesús le contestó: ¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre. Él replicó: Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño. Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme. A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios! Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios. Ellos se espantaron y comentaban: Entonces, ¿quién puede salvarse? Jesús se les quedó mirando y les dijo: Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.

1Pedro 1, 3-9; Salmo 110, 1-6.9-10 . Marcos 10, 17-27

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