Feliz Navidad

Queridos amigos: Estoy encantado de poder compartir con vosotros mi última reflexión.

Verdaderamente el misterio de Dios y su creación nos supera.

¡Cuánto nos amará Dios que aunque todos le diésemos la espalda El no dejaría nunca su plan de salvación!

Todo es extraordinario, pero hay algo que me llena de admiración: la grandeza de la humildad. Tres aspectos sorprendentes de lo que se puede hacer por amor cuando la humildad es en grado máximo.

Cristo que fue y es reconocido como hijo de Dios, nace en un establo; cuando cumple 30 años y comienza el anuncio del Evangelio elige a personas humildes e ignorantes para que le ayuden a trasmitir la “Verdad”, y el tercer aspecto “el perdón de los matones vociferantes, su propios asesinos” ¡Perdónalos Padre, no saben lo que hacen!

¿Por qué el más poderoso del Universo se manifiesta con esa humildad extrema? ¿Será acaso por la necesidad de equilibrio entre ricos y pobres, enfermos y sanos, tristes y alegres,…? ¿Querría Jesús poner la primera piedra para que siguiéramos su ejemplo? La triste realidad nos dice hoy que ni la venida del hijo de Dios ha resuelto las diferencias entre pobres y ricos, ni las otras.

Sería conveniente que no olvidásemos que, si nosotros no podemos o no hacemos lo justo para traer justicia al mundo, Jesús si la traerá el último día y, pondrá a su derecha a los benditos y a la izquierda a los malditos. Aquel día sí que habrá lamentaciones.

Celebremos en estos días su nacimiento y cada uno valore este humilde pensamiento de la mejor manera.

      Felices Pascuas,    Feliz Navidad,     y que Dios os bendiga.

                                           Navidad 2008  

 

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