Lectura diaria de la Biblia

20 de Septiembre 2014 – Sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Mundo: Los afanes, riquezas y placeres de la vida, ahogan la semilla de Cristo. Su palabra es la mejor semilla para un corazón limpio y generoso.

Fe: La semilla cayó en tierra buena y, al crecer, dio fruto al ciento por uno: escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando.

Lucas 8, 4-15: Se le juntaba a Jesús mucha gente y, al pasar por los pueblos, otros se iban añadiendo. Entonces les dijo esta parábola: Salió el sembrador a sembrar su semilla. Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso y, al crecer, se secó por falta de humedad. Otro poco cayó entre zarzas, y las zarzas, creciendo al mismo tiempo, lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y, al crecer, dio fruto al ciento por uno. Dicho esto, exclamó: El que tenga oídos para oír, que oiga. Entonces le preguntaron los discípulos: ¿Qué significa esa parábola?. Él les respondió: A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de Dios; a los demás, sólo en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan. El sentido de la parábola es este: La semilla es la palabra de Dios. Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que, al escucharla, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que cayó entre zarza son los que escuchan, pero, con los afanes y riquezas y placeres de la vida, se van ahogando y no maduran. Los de la tierra buena son los que con un corazón noble y generoso escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando.

1ª Corintios 15, 35-37.42-49 Salmo 55, 10-14

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