Lectura diaria de la Biblia

1 de Noviembre 2012 – Jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre. 

Mundo: Bienaventurados los pobres, los perseguidos, los misericordiosos… Dos partes de la existencia humana: este mundo y después de la muerte. Si solo se piensa en este mundo, Cristo dijo locuras.

Fe: Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

Ap 7, 9-10.13-14: Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente: ¡La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!. Y uno de los ancianos me dijo: Esos que están vestidos con vestiduras blancas ¿quiénes son y de donde han venido?. Yo le respondí: Señor mío, tú lo sabrás. El me respondió: Estos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus mantos en la sangre del Cordero.
 

Sal 23, 1-6: Estos son los que buscan al Señor.

1Jn 3, 1-3: Mirad que amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! ¡El mundo no nos conoce porque no le conoció a él! Queridos: ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es. Todo el que tiene esta esperanza en él, se hace puro como puro es él.

Mateo 5, 1-12a: Al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo: Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.

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