Lectura diaria de la Biblia

21 de Abril 2012 – Sábado

Mundo: En medio de la noche cerrada y los fuertes vientos del mundo, para todo hombre hay una palabra de ánimo y una presencia que reconforta: la de Cristo.

Fe: Soy yo, no temáis. El beato Juan pablo II lo repetía: «No tengáis miedo: abrid de par en par las puertas a Cristo». De él sólo puede venir el bien, la vida y la paz de corazón.

Al oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al lago, embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaún. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte, y el lago se iba encrespando. Habían remado unos cinco o seis kilómetros, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el lago, y se asustaron. Pero él les dijo: Soy yo, no temáis. Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra enseguida, en el sitio adonde iban.

Hch 6, 1-7; Sal 32, 1-5.18-19 . Juan 6, 16-21

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