Lectura diaria de la Biblia

8 de Abril 2012 – Domingo

 

Mundo: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? ¿Por qué lo buscáis sólo en la historia entre los que murieron? ¡Ha resucitado y quiere dar vida a todos!

 

Fe: Ya que habéis resucitado con Cristo, aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.

 

DOMINGO DE PASCUA DE LA RESURRECIÓN DEL SEÑOR

 

VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA

 

Gn 1, 1-2, 2: Vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno.

Gn 22, 1-18: El sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe.

Ex 14, 15-15, 1: Los israelitas pasaron el mar a pie enjuto.

Is 54, 5-14: Con misericordia eterna te quiere el Señor, tu redentor.

Is 55, 1-11: Venid a mí: sellaré con vosotros una alianza perpetua.

Ba 3, 9-15.32-4, 4: Camina a la claridad del resplandor del Señor

Ez 36, 16-28: Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más. Lo mimo vosotros, consideraos muertos al pecado y vivos para Dios.

 

Sal 117, 1-2.16-23: Aleluya, Aleluya, Aleluya.

 

Marcos 16, 1-7: Pasado el sábado, María Magdalena, María la de Santiago, y Salomé, compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y muy temprano, el primer día de la semana, al salir el sol, fueron al sepulcro. Y se decían unas a otras: ¿Quién nos correrá la piedra a la entrada del sepulcro?. Al mirar vieron que la piedra estaba corrida, y eso que era muy grande. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la derecha, vestido de blanco. Y se asustaron. Él les dijo: No os asustéis. ¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado? No está aquí. Ha resucitado. Mirad el sitio donde lo pusieron. Ahora id a decir a sus discípulos y a Pedro: Él va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis, como os dijo.

 

MISA DEL DÍA DE PASCUA

 

Hch 10, 34a. 38-43: Pedro tomó la palabra y dijo: Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de un madero, pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver, no a todo el pueblo, sino a los testigos que él había designado: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de la resurrección. Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que los que creen en él reciben por su nombre, el perdón de los pecados.

 

Sal 117, 1-2.16-17.22-23: Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. 

 

Col 3, 1-4: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria.

 

Juan 20, 1-9: El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aun estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos donde lo han puesto. Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro, se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro y entro en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

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