Lectura diaria de la Biblia

1 de febrero 2012 – Miércoles

Mundo: Los nazarenos de entonces, como los “listos” de hoy, se escandalizan de que un pobre carpintero, Cristo, hable con autoridad y haga milagros. Si abrieran los ojos…

Fe: Jesús se extrañó de su falta de fe: ¡Tú puedes aumentar la fe de tus discípulos!

Fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: ¿De donde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos?

¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?. Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía: No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa. No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.

2S 24, 2.9-17; Sal 31, 1-6 . Marcos 6, 1-6

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