Lectura diaria de la Biblia

26 de abril 2011 – Martes

 

Mundo: María no podía ver al Señor, por sus lágrimas; otros, porque miran a otra parte.

 

Fe: A Jesús se le reconoce con los ojos de la fe, cuando nos llama por el nombre, cuando nos da la paz.

Fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntaban: Mujer, ¿por qué lloras?. Ella les contesta: Porque se han llevado a mi Señor y no se donde lo han puesto. Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?. Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: Señor, si tú te lo has llevado, dime donde lo has puesto y yo lo recogeré. Jesús le dice: ¡María!. Ella se vuelve y le dice: ¡Rabboni!, que significa ¡Maestro!. Jesús le dice: Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”. María Magdalena fue y anunció a los discípulos: He visto al Señor y ha dicho esto.

 

Hch 2, 36-41; Sal 32, 4-5.18-22 . Juan 20, 11-18 

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