Lectura diaria de la Biblia

6 de Febrero 2011 – Domingo

 

Mundo: Es mucho el mal que hacen los que, como la ciudad sobre el monte, emplean la autoridad para descristianizar a la sociedad.

 

Fe: Los discípulos de Jesús están llamados a ser, como él, sal de la tierra y luz del mundo: con la palabra y las obras.

 

Is 58, 7-10: Esto dice el Señor: Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que va desnudo, y no te cierres a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la aurora, enseguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor y te responderá. Gritarás y te dirá: Aquí estoy. Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá medio día.
 

Sal 111, 4-9: El justo brilla en las tinieblas como una luz.

                                            

1Co 2, 1-5: Cuando vine a vosotros a anunciaros el testimonio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado. Me presenté a vosotros débil y temeroso; ni palabra ni predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

 

Mateo 5, 13-16: Dijo Jesús a sus discípulos: vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿Con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.

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