Lectura diaria de la Biblia

21 de diciembre 2010 – Martes

Mundo: La vaciedad de quien está de espaldas a Dios contrasta con la felicidad que hay en torno a la fe: María es dichosa y bendita, el hijo de Isabel salta de gozo en su vientre.

Fe: La fe es fuente de felicidad: Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.  

Unos días después, María se puso en camino y fue a prisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.

Zt  2, 8-14; Sal 32, 2-3.11-12.20-21 . Lucas 1, 39-45

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