Lectura diaria de la Biblia

6 de diciembre 2010 – Lunes

Mundo: Los escribas y fariseos decían que Cristo blasfemaba. Para muchos de los actuales, ni existe ni blasfema: indiferencia.

Fe: Jesús pasa haciendo el bien: perdona los pecados y, para demostrar su divinidad, cura al paralítico.

Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor lo impulsaba a curar. Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesus. Él, viendo la fe que tenían, dijo: Hombre, tus pecados están perdonados. Los escribas y los fariseos se pusieron a pensar: ¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?. Pero Jesús, leyendo sus pensamientos, les replicó: ¿Qué pensáis en vuestro interior? ¿Qué es más fácil: “¿tus pecados quedan perdonados”, o decir “levántate y anda? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados –dijo al paralítico-: a ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa. Él, levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios. Todos quedaron asombrados, y daban gloria a Dios, diciendo llenos de temor: Hoy hemos visto cosas admirables.

Is  35, 1-10; Sal 84, 9-14 . Lucas 5, 17-26

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