Lectura diaria de la biblia

1 de julio 2008 – Martes

                                                

                                                      ¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!
 

  Subió Jesús a la barca y sus discípulos lo siguieron. De pronto, se levantó un temporal tan fuerte que la barca desaparecía entre las olas; Él dormía. Se acercaron los discípulos y lo despertaron, gritándole: ¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!. Él les dijo: ¡Cobardes! ¡Qué poca fe!. Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma. Ellos se preguntaban admirados: ¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el agua le obedecen!

 

Am 3, 1-8 – 4, 11-12; Sal 5, 5-9 . Mateo 8, 23-27

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