Lectura diaria de la Biblia

22 de Julio 2010 – Jueves

 

Mundo: La Magdalena encontró la vida y la libertad cuando conoció a Cristo: él se hace el encontradizo con todo el que no está cerrado a lo grande.

 

Fe: Conocemos a Jesús cuando nos llama por nuestro nombre y, resucitado, nos lleva a la vida.

 

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y el otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: Mujer, ¿Por qué lloras? Ella les contesta: porque se han llevado a mi Señor y no se donde lo han puesto. Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: Mujer, ¿Por qué lloras?, ¿a quién buscas?. Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: Señor, si tú te lo has llevado, dime donde lo has puesto y yo lo recogeré. Jesús le dice: ¡María!. Ella se vuelve y le dice: ¡Rabboni!, que significa: ¡Maestro!. Jesús le dice: Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”. María Magdalena fue y anunció a los discípulos: He visto al Señor y ha dicho esto.

 

Ct 3, 1-4a; Sal 62, 2-9 . Juan 20, 1.11-18

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