Lectura diaria de la Biblia

30 de marzo 2019 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: No es suficiente preguntarnos “cuánto rezamos”, tenemos que preguntarnos también “cómo rezamos”, o mejor aún, “cómo es nuestro corazón”, es importante examinarlo para evaluar los pensamientos, los sentimientos y extirpar arrogancia e hipocresía. Pero me pregunto: ¿es posible rezar con arrogancia? No. ¿Se puede rezar con hipocresía? No. Tenemos que rezar solamente poniéndonos delante de Dios tal como somos. Los gestos de penitencia y las pocas y simples palabras del publicano testimonian su conciencia sobre su mísera condición. Su oración es lo esencial. Actúa como un humilde, seguro solo de ser un pecador necesitado de piedad. Si el fariseo no pedía nada porque lo tenía ya todo, el publicano solo puede mendigar la misericordia de Dios (1-6-16).

Dijo Jesús esta parábola a algunos que confiaban en sí mismos, por considerarse justos y despreciaban a los demás: Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”. El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: “¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador”. Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

Oseas 6, 1-6; Salmo 50, 3-4.18-21 . Lucas 18, 9-14

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