Lectura diaria de la Biblia

22 de noviembre 2017 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Que estos dones (minas de oro) que el Señor nos dio, sean para los demás, crezcan, produzcan fruto, con nuestro testimonio. Las riquezas, todo lo que Dios me ha dado de espiritual, de bondad, la Palabra de Dios, ¿cómo hago para que crezca en los demás? ¿O solo los cuido en la caja fuerte? El Señor no da a todos las mismas cosas ni de la misma forma; pero en todos hay algo igual: la misma e inmensa confianza. Dios se fía de nosotros, Dios tiene esperanza en nosotros. No lo decepcionemos. No nos dejemos engañar por el miedo, sino devolvamos confianza con confianza (16-11-2014).

Jesús dijo una parábola: Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez minas de oro, diciéndoles: “Negociad mientras vuelvo”. Pero sus conciudadanos lo aborrecían y enviaron tras de él una embajada diciendo: “No queremos que este llegue a reinar sobre nosotros”. Cuando regresó con el título real, mandó llamar a su presencia a los siervos a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: “Señor, tu mina ha producido diez”. Él le dijo: “Muy bien, siervo bueno: ya que has sido fiel en lo pequeño, recibe el gobierno de diez ciudades”. El segundo llegó y dijo: “Tu mina, señor, ha rendido cinco”. A ese le dijo también: “Pues toma tú el mando de cinco ciudades”. El otro llegó y dijo: “Señor, aquí está tu mina; la he tenido guardada en un pañuelo, porque te tenía miedo, porque eres hombre exigente, que retiras lo que no has depositado y siegas lo que no has sembrado”. Él le contestó: “Por tu boca te juzgo, siervo malo ¿conque sabías que soy exigente, que retiro lo que no he depositado y siego lo que no he sembrado? Pues, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses”. Entonces dijo a los presentes: “Quitadle a éste la mina y dádsela al que tiene diez”. Le dijeron: “Señor, ya tiene diez minas”. Os digo, “al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y en cuanto a esos enemigos míos, que no querían que llegase a reinar sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia».

2Mac 7, 1.20-31; Sal 16, 1.5-8.15 . Lucas 19, 12-27

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