Lectura diaria de la Biblia

24 de Noviembre 2016 – Jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Hoy la Iglesia nos hace pensar en el fin de este mundo, porque este acabará. La fachada de este mundo desaparecerá. Hay una palabra en el Evangelio que nos impresiona bastante: todas estas cosas sucederán. ¿Pero hasta cuando hay que esperar? Hasta que alcance su plenitud los tiempos de los gentiles: Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas. En tiempos del profeta Daniel no se podía hablar de religión: era una cuestión privada, los signos religiosos se quitaban y era necesario obedecer las órdenes que venían de los poderes mundanos. Cuando los tiempos de los paganos se cumplen, levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación. En efecto, el triunfo, la victoria de Jesucristo es llevar la creación al Padre en el final de los tiempos. Esta apostasía general se llama prohibición de adoración. ¿Adoro al Señor? ¿Adoro a Jesucristo, el Señor? ¿O un poco mitad y mitad y juego con el príncipe de este mundo? Adorar hasta el final con confianza y fidelidad es la gracia que debemos pedir.

Dijo Jesús a sus discípulos: Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que está cerca su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a la sierra; los que estén en la ciudad, que se alejen; los que estén en el campo, que no entren en la ciudad; porque serán días de venganza en que se cumplirá todo lo que está escrito. ¡Ay de las que estén en cinta o criando en aquellos días! Porque habrá angustia tremenda en esta tierra y un castigo para este pueblo. Caerán a filo de espada, los llevarán cautivos a todas las naciones, Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora. Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.

Apocalipsis 18, 1-2.21-23; 19, 1-3.9a; Salmo 99, 2-5 . Lucas 21, 20-28

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