Lectura diaria de la Biblia

17 de Agosto 2016 – Miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Nadie nos ha contratado… El desempleo. Es triste encontrar a jóvenes “ni-ni”. ¿Qué significa este “ni-ni”? Ni estudian, porque no pueden, no tienen la posibilidad, ni trabajan. El trabajo nos da dignidad, y todos debemos hacer lo posible para que no se pierda una generación de jóvenes. Desarrollar nuestra creatividad para que los jóvenes sientan la alegría de la dignidad que proviene del trabajo. Una generación sin trabajo es una derrota futura para la patria y para la humanidad. Debemos luchar contra esto. Y ayudarnos unos a otros para encontrar un medio de solución, de ayuda, de solidaridad. Los jóvenes son valientes, lo que he dicho, los jóvenes tienen esperanza y –tercero- los jóvenes tienen la capacidad de ser solidarios.

Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido. Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: “¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”. Le respondieron: “Nadie nos ha contratado”. Él les dijo: “Id también vosotros a mi viña”. Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros. Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: “Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”. Él replicó a uno de ellos: “Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”. Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.

Ezequiel 34, 1-11; Salmo 22, 1-6 . Mateo 20, 1-16

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