Lectura diaria de la Biblia

20 de Mayo 2016 – Viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Los fariseos, para ponerlo a prueba, plantearon a Jesús la cuestión sobre el divorcio: Si era lícito a un marido repudiar a la propia mujer. Y Jesús respondió ante todo preguntándoles lo que decía la ley y explicando por qué Moisés hizo esa ley de ese modo. De la casuística va al centro del problema: Desde el inicio de la creación, Dios los hizo varón y mujer; por ello el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne. Así ya no son dos, sino una sola carne. El Señor eligió precisamente esta imagen para explicar el amor que Él tiene con su pueblo. Un amor grande hasta el punto que aun cuando el pueblo no es fiel, Él habla con palabras de amor. Cuán hermoso es el amor, cuán hermoso es el matrimonio, cuán hermosa es la familia. Pero también cuánto amor, y cuánta cercanía, también nosotros debemos tener con los hermanos y las hermanas que en su vida tuvieran la desgracia de un fracaso en el amor. No hay que condenar sino caminar con ellos.

Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba. Se acercaron unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba: ¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?. Él les replicó ¿Qué os ha mandado Moisés?. Contestaron: Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio. Jesús les dijo: Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una solo carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.

Santiago 5, 9-12; Salmo 10, 1-4.8-12 . Marcos 10, 1-12

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