Lectura diaria de la Biblia

22 de Octubre 2011 – Sábado

 

Mundo: Si no os convertís, todos pereceréis. ¿Hay alguien que quiera perecer?

 

Fe: La conversión es tarea de cada día: cuidar la pureza del árbol de la fe, para que dé fruto.

 

En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la mismo manera. Y les dijo esta parábola: Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: “Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?”. Pero el viñador contestó: “Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, haber si da fruto. Si no, la cortas”. 

 

Rm 8, 1-11; Sal 23, 1-6 . Lucas 13, 1-9 

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