Lectura diaria de la Biblia

30 de Julio 2011 – Sábado

 

Mundo: Han pasado siglos, pero hoy sigue habiendo Herodes, Herodías… y mártires.

 

Fe: Caro le costó a Juan decir la verdad, pero fue la verdad –Jesús- quien lo introdujo en la patria.

 

Oyó el virrey Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo a sus ayudantes: Ése es Juan Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso los poderes actúan en él. Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Filipo; porque Juan le decía que no le estaba permitido vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente que lo tenía por profeta. El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos, y le gustó tanto a Herodes que juró darle cuanto pidiera. Ella, instigada por su madre, le dijo: Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista. El rey lo sintió; pero, por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran; y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven, y ella se la llevó a su madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron y fueron a contárselo a Jesús.

 

Lv 25 1.8-17; Sal 66, 2-8 . Mateo 14, 1-12 

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