La muerte siempre es sentida

Ante la muerte de familiares y amigos.

 

En recuerdo a tantos que han muerto y para consuelo de los que quedan y que tanto hicieron para evitar la perdida y que tanto hacen en el mantenimiento de los lazos familiares y de la amistad.

 

Este mensaje pretende dar ánimo y esperanza a las personas, que la pérdida de un ser querido les deja dolidos y aturdidos, y con el interrogante machaconeo ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?. Como la duda que se nos presenta es un hecho, hay que anticiparse: haciendo todo lo posible en vida, creando un entorno alegre y feliz.

 

La vida es como un viaje en tren, en el que nadie conoce su destino. Una mano visible te sube al tren y otra mano invisible te baja del tren. Unos lo toman cada día y otros lo dejan cada día. ¿Dónde está el secreto de la vida, de sacarle provecho a la vida, de ser lo más feliz en el viaje? Una solución puede ser hacer amigos, cuantos más mejor. Tratando siempre de hacer feliz a los amigos. Y en esa felicidad de los amigos está la nuestra. Si uno es generoso en la vida y la pasa dando, seguro que al final del trayecto se recibirá abundantemente de lo que se haya dado. Dios que es más generoso que nosotros  pagará con creces la amistad y la entrega al amigo.

 

Sabemos que ni aún viéndolo con esa naturalidad que lo he relatado, cuando se pierde un ser querido se sufre bastante. Cristo con toda su personalidad y autosuficiencia lloró la muerte de su amigo Lázaro. Los momentos de dolor hay que vivirlos inevitablemente. Afortunadamente esos vacíos se van llenando con nuevos encuentros y nuevas vivencias… y la vida sigue.

 

Para terminar diré que la mejor forma de sobrellevar estas pérdidas es tener la satisfacción de haber cumplido o más bien de haber amado a esas personas que siendo cercanas a ti se van bajando del tren. Eso trae paz interior. Y no me cabe la menor duda de que la vida en Campanario es así (es entrega) y los buenos recuerdos en los momentos de dolor siempre reconfortan.

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