Archivo de abril de 2021

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 24 de abril de 2021

24 de abril 2021 – sábado. Leed la Biblia, la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Hoy concluye la lectura del capítulo sexto del Evangelio de san Juan (Jn 6, 60-69), Con el discurso sobre el pan de vida, que Jesús pronunció el día después del milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Ni siquiera los discípulos logran aceptar ese lenguaje inquietante del Maestro: ¡Este modo de hablar es duro! ¿Quién puede hacerle caso? Entonces, Pedro hace su confesión de fe: Señor ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de Vida eterna. El problema de fondo no es ir y abandonar la obra emprendida, sino a quién ir. La fidelidad a Dios es una cuestión de fidelidad a una persona, a la cual nos adherimos para recorrer juntos un mismo camino. Y esta persona es Jesús (23-8-2015).

Muchos de los discípulos de Jesús dijeron: Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso? Sabiendo Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: ¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son Espíritu y vida. Y, con todo, hay algunos de entre vosotros que no creen. Pues Jesús sabía desde el principio quienes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede. Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los doce: ¿También vosotros queréis marcharos? Simón Pedro le contestó: Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.

Hechos 9, 31-42; Salmo 115, 12-17 . Juan 6, 60-69

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 22 de abril de 2021

23 de abril 2021 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús había dicho que era el pan bajado del cielo y que daría su carne como alimento y su sangre como bebida, aludiendo así claramente al sacrificio de su misma vida. Estas palabras suscitaron frustración en la gente, que las juzgó indignas del Mesías, no victoriosas. Algunos veían a Jesús como a un Mesías que debía hablar y actuar de modo que su misión tuviera un éxito inmediato. Pero, precisamente sobre esto se equivocaban: sobre el modo de entender la misión del Mesías (23-8-2015).

Disputaban los judíos entre sí: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?. Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre, del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo; no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron. El que come este pan vivirá para siempre. Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.

Hechos 9, 1-20; Salmo 116, 1-2 . Juan 6, 42-59

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 22 de abril de 2021

22 de abril 2021 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Al igual que el primer mártir de la Iglesia, san Esteban, también los que padecen hoy el martirio no buscan otro pan que no sea Jesús, su único pan. ¡En estos días, cuantos Esteban hay en el mundo! Pensemos en nuestros hermanos degollados en una playa de Libia. Pensemos en ese chiquillo quemado vivo por sus compañeros, por ser cristiano. Pensemos en esos migrantes que, en alta mar, fueron tirados al mar por ser cristianos. Pensemos, en esos etíopes asesinados antes de ayer, por ser cristianos, y en tantos otros… Tantos otros que no sabemos, que sufren en cárceles, por ser cristianos… Hoy la Iglesia es Iglesia de mártires: ellos sufren, dan su vida y nosotros recibimos la bendición de Dios por su testimonio (21-4-2015).

Dijo Jesús al gentío: Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al Padre y aprende viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: ése ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo.

Hechos 8, 26-40; Salmo 65, 8-9.16-17.20 . Juan 6, 44-51

Lectura diaria de la Biblia

martes, 20 de abril de 2021

21 abril 2021 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: El corazón se llena de confianza y esperanza pensando en las palabras de Jesús citadas en el Evangelio: El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Vivamos la Eucaristía con espíritu de fe, de oración, de perdón, de penitencia, de alegría comunitaria, de atención hacia los necesitados y hacia las necesidades de tantos hermanos y hermanas, con la certeza de que el Señor cumplirá lo que nos ha prometido: la vida eterna (12-2-2014).

Dijo Jesús al gentío: Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis. Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Ésta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. Ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna y yo lo resucitaré en el último día.

Hechos 8, 1b-8; Salmo 65, 1b-7a . Juan 6, 35-40

Lectura diaria de la Biblia

martes, 20 de abril de 2021

20 de abril 2021 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La primera lectura evoca el martirio de san Esteban (Hechos 7-8). Los profetas comenzaron a decir la verdad con dulzura, para convencer, como Esteban, pero al final no siendo escuchados, hablaron duro. El profeta es capaz no solo de decir, sino de llorar sobre el pueblo que ha abandonado la verdad. Jesús por una parte recrimina con aquellas palabras duras –“generación perversa y adúltera” dice, por ejemplo- y por otra parte llora sobre Jerusalén. Este es el test: un verdadero profeta es aquel que es capaz de llorar por su pueblo y también de decir las cosas fuertes cuando debe decirlas. El verdadero profeta no es un “profeta de desventura”. Como decía san Juan XXIII, un profeta de esperanza: abrir puertas, sanar las raíces, sanar la pertenencia al pueblo de Dios para ir adelante. Por lo tanto, no es por oficio un recriminador, sino que es un hombre de esperanza: recrimina cuando es necesario y abre las puertas mirando el horizonte de la esperanza. Sobre todo, el verdadero profeta, si hace bien su misión, se juega la piel y lo vemos aquí, en Esteban (17-4-2018).

El gentío dijo a Jesús: ¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”. Jesús les replicó: En verdad en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo. Entonces le dijeron: Señor, danos siempre de este pan. Jesús les contestó: Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás.

Hechos 7, 51-8, 1a; Salmo 30, 3cd-4.6.8a.17.21ab . Juan 6, 30-35

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 18 de abril de 2021

19 de abril 2021 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Escuchad a Dios… “Yo obedezco a Dios antes que a los hombres”. Es la gran respuesta cristiana. Esto significa escuchar a Dios sin reservas, sin demoras, sin cálculos; adherirnos a él para ser capaces de hacer una alianza con él y con aquellos que encontramos en nuestro camino. Pidamos también al Espíritu Santo la fuerza para no asustarnos frente aquellos que nos mandan que nos callemos, nos calumnien e incluso ataquen nuestras vidas. Pidámosle que nos fortalezca interiormente para estar seguros de la presencia amorosa y consoladora del Señor a nuestro lado (28-9-2019).

Después de que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el mar. Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar notó que allí no había habido más que una barca y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos. Entretanto, unas barcas de Tiberiades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan después que el Señor había dado gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: Maestro, ¿cuándo has venido aquí?. Jesús les contestó: En verdad, en verdad os digo: me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios. Ellos le preguntaron: Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?. Respondió Jesús: La obra de Dios es ésta: que creáis en el que él ha enviado.

Hechos 6, 8-15; Salmo 118, 23-24.26-27.29-30 . Juan 6, 22-29

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 17 de abril de 2021

18 de abril 2021 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Estaban todos los apóstoles reunidos y apareció el Señor. Y ellos desde antes se asustaron y creían que era un espíritu. 1. Pero Jesús mismo les dijo: ¿Por qué os alarmáis? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo. ¿Pero por qué no creían? Responde el Evangelio: No acababan de creer, por la alegría. ¡Era mucha esa alegría! ¡Si esto es verdad, es una alegría inmensa! Ah, yo no creo. No puedo. No podían creer que hubiera tanta alegría; la alegría que lleva Cristo. 2. Nos pasa también a nosotros cuando nos dan una buena noticia. Antes de acogerla en el corazón decimos: ¿Pero es verdad? ¿Pero cómo lo sabes? ¿Dónde lo has escuchado?. Lo hacemos para estar seguros, porque si esto es verdad, es una alegría inmensa. Esto nos sucede a nosotros en lo pequeño, ¡imaginad a los discípulos! Era tanta la alegría que era más fácil decir: No, yo no lo creo. ¡Pero estaba allí! Sí, pero no podían aceptar; no podían dejar pasar al corazón esa verdad que veían. Y al final, obviamente, creyeron. 3. Y esta es la renovada juventud (oración colecta de hoy) que nos regala el Señor. Nosotros estamos acostumbrados a envejecer con el pecado… El pecado envejece el corazón, siempre. Te hace un corazón duro, viejo, cansado. El pecado cansa el corazón y perdemos un poco la fe en Cristo resucitado: No, no creo… Sería mucha alegría esto… Sí, sí está vivo, pero está en el cielo por sus cosas. Pero ¡sus cosas soy yo! ¡Cada uno de nosotros! Pero esta unión no somos capaces de hacerla. 4. Hermanos, pidamos la gracia de creer que Cristo está vivo, ¡ha resucitado! Esta es nuestra fe, y si nosotros creemos esto, las demás cosas son secundarias. Esta es nuestra vida, esta es nuestra verdadera juventud. La victoria de Cristo sobre la muerte, la victoria de Cristo sobre el pecado. Cristo está vivo. Sí, sí, ahora recibiré la comunión… Paro cuando tú recibes la comunión, ¿estás seguro de que Cristo está vivo ahí, ha resucitado? Sí, es un poco de pan bendecido… No, ¡es Jesús! Cristo está vivo, ha resucitado en medio de nosotros y si nosotros no creemos esto, no seremos nunca buenos cristianos, no podremos serlo (15-4-2018).

Hechos de los Apóstoles 3, 13-15.17-19: Pedro dijo al pueblo: El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y de quien renegasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo. Vosotros renegasteis del Santo y del Justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos y nosotros somos testigos de ello. Ahora bien, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, al igual que vuestras autoridades; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer. “Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados”.

Salmo 4, 2.7.9: Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro.

1Juan 2, 1-5a: Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. En esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus mandamientos. Quién dice: Yo lo conozco, y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente él el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud.

Lucas 24, 35-48: Los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice: Paz a vosotros. Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y Él les dijo: ¿Por qué os alarmáis? ¿Por qué surgen dudas en vuestro corazón?. Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo. Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: ¿Tenéis ahí algo que comer?. Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí. Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y les dijo: Así está escrito: El Mesías padecerá, resucitará entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 17 de abril de 2021

17 de abril 2021 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La Resurrección de Cristo no es una fiesta con muchas flores. Esto es bonito, pero no es esto, es más; es el misterio de la piedra descartada que termina siendo el fundamento de nuestra existencia. En esta cultura del descarte donde eso que no sirve toma el camino de usar y tirar, donde lo que no sirve es descartado, esa piedra –Jesús- es descartada y es fuente de vida (16-4-2017).

Al oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al mar, embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaún. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte, y el lago se iba encrespando. Habían remado unos veinticinco o treinta estadios, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el lago, y se asustaron. Pero él les dijo: Soy yo, no temáis. Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra enseguida, en el sitio a donde iban.

Hechos 6, 1-7; Salmo 32, 1-2.4-5.18-19 . Juan 6, 16-21

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 15 de abril de 2021

16 de abril 2021 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús hace ese milagro de la multiplicación de los panes, pero no con la barita mágica: fue precisamente hecho por el poder de Dios que Jesús tenía en él, porque él es Dios. Y la gente se dio cuenta: la gente, dado el milagro que había hecho, decía: “Este es verdaderamente el profeta –es ese, finalmente ha vuelto, ha venido- el que tenía que venir al mundo”. Ante la gente entusiasta, Jesús, sabiendo que iban a tomarlo para hacerlo rey –porque, cuando el pueblo se mueve así, hace la revolución y lo hace rey- se retiró de nuevo al monte, él solo. Se cansó del triunfalismo, no se dejó engañar por este triunfalismo: era libre (13-4-2018)

Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea o de Tiberiades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: ¿Con qué compraremos panes para que coman estos?. Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo. Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero, ¿qué es eso para tantos?. Jesús dijo: Decid a la gente que se siente en el suelo. Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y lo repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda. Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: Este es verdaderamente el profeta que va a venir al mundo. Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.

Hechos 5, 34-42; Salmo 26, 1bcde-4.13-14 . Juan 6, 1-15

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 15 de abril de 2021

15 de abril 2021 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres (1ª lectura. Hch 5, 27-33). ¿Qué significa obedecer a Dios? ¿Significa que nosotros debemos ser como esclavos, todos atados? No, porque precisamente quien obedece a Dios es libre, no es esclavo. Y no es una contradicción. Obedecer viene del latín, y significa escuchar, escuchar al otro. Obedecer a Dios es escuchar a Dios, tener el corazón abierto para ir por el camino que Dios nos indica. La obediencia a Dios es escuchar a Dios. Y esto nos hace libres. En este momento, tenemos muchos hermanos que, por obedecer, oír, escuchar lo que Jesús les pide, son perseguidos. Recordemos siempre que estos hermanos y hermanas han puesto la carne en el asador y nos dicen con su vida: Yo quiero obedecer, ir por el camino que Jesús me dice. ¿Dónde tenemos la ayuda para ir por el camino de la escucha de Jesús? En el Espíritu Santo, que Dios ha dado a quienes le obedecen (11-4-2013).

Dijo Jesús a Nicodemo: El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.

Hechos 5, 27-33; Salmo 33, 2.9.17-20 . Juan 3, 31-36