Archivo de abril de 2020

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 30 de abril de 2020

30 de abril 2020 – Jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: “Tomad, esto es mi cuerpo” Con este gesto y con estas palabras, Él asigna al pan una función que no es ya la de simple alimento físico, sino la de hacer presente su Persona en medio de la comunidad de los creyentes. Cuando tomamos y comemos ese Pan, somos asociados a la vida de Jesús, entramos en comunión con Él, nos comprometemos a realizar la comunión entre nosotros (7-6-2015).

Dijo Jesús al gentío: Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo.

Hechos 8, 26-40; Salmo 65, 8-9.16-17.20 . Juan 6, 44-51

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 29 de abril de 2020

29 de abril 2020 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

FIESTA DE SANTA CATALINA DE SIENA, VIRGEN Y DOCTORA DE LA IGLESIA, PATRONA DE EUROPA

Papa Francisco: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños”. ¿Qué es lo que Dios ha revelado y ocultado? Dios ha escondido todo a los que están demasiado llenos de sí mismos y pretenden saberlo ya todo. Los “pequeños” son los humildes, los sencillos, los pobres, los marginados, los sin voz, los que están cansados y agobiados. Jesús nos invita: Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría (8-6-2014).

Tomó la palabra Jesús y dijo: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.

1 Juan 1, 5-2, 2; Salmo 102, 1-2, 8-9, 13-14.17-18 . Mateo 11, 25-30

Lectura diaria de la Biblia

martes, 28 de abril de 2020

28 de abril 2020 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La misión y la identidad misma de la Iglesia brotan de la Eucaristía. Una celebración puede resultar impecable, bellísima, pero si no nos lleva al encuentro con Jesucristo, corre el riesgo de no traer ningún sustento a nuestro corazón y a nuestra vida. A través de la Eucaristía, Cristo quiere entrar en nuestra existencia e impregnarla con su gracia, de tal modo que en cada comunidad cristiana exista esta coherencia entre Eucaristía y vida. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Vivamos la Eucaristía con espíritu de fe, de oración, de perdón, de penitencia, de alegría comunitaria, de atención hacia las necesidades de tantos hermanos y hermanas, con la certeza de que el Señor cumplirá lo que nos ha prometido: la vida eterna (12-2-2014).

El gentío dijo a Jesús: ¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”. Jesús les replicó: En verdad en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo. Entonces le dijeron: Señor, danos siempre de este pan. Jesús les contestó: Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás.

Hechos 7, 51-8, 1a; Salmo 30, 3-4.6.7b.8a.17.21ab . Juan 6, 30-35

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lunes, 27 de abril de 2020

27 de abril 2020 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Hay distintas maneras de seguir a Jesús. Lo importante no son los milagros; lo importante es la Palabra de Dios, es la fe. La gente busca al Señor y lo encuentra. ¿Por qué esta búsqueda insistente? También para escuchar a Jesús, pero sobre todo por interés. Y llega reproche del Señor: En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Combinan las dos cosas: una fe, unas ganas de amar a Jesús, pero un poco interesada. Preguntémonos: ¿Cómo seguimos nosotros a Jesús: interesados o no? Y seremos capaces de purificar nuestra fe de todo interés (16-4-2018).

Después que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el mar. Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar notó que allí no había habido más que una barca y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos. Entretanto, unas barcas de Tiberiades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan después que el Señor había dado gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: Maestro, ¿cuándo has venido aquí?. Jesús les contestó: En verdad, en verdad os digo: me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios. Ellos le preguntaron: Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?. Respondió Jesús: La obra de Dios es ésta: que creáis en el que él ha enviado.

Hechos 6, 8-15; Salmo 118, 23-24.26-27.29-30 . Juan 6, 22-29

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domingo, 26 de abril de 2020

26 de abril 2020 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El Evangelio nos habla del camino de los dos discípulos de Emaús, y se puede resumir en tres palabras: muerte, resurrección y vida. 1. Muerte: los dos discípulos regresan a sus quehaceres cotidianos, llenos de desilusión y desesperación. El Maestro ha muerto y por tanto es inútil esperar. Estaban desorientados, confundidos y desilusionados. Su camino es un volver atrás; es alejarse de la dolorosa experiencia del Crucificado. 2. Resurrección: en la oscuridad de la noche más negra, en la desesperación más angustiosa, Jesús se acerca a los dos discípulos y los acompaña en su camino para que descubran que él es el camino, la verdad y la vida. Jesús transforma su desesperación en vida. Quien no pasa a través de la experiencia de la cruz, hasta llegar a la Verdad de la resurrección, se condena así mismo a la desesperación. 3. Vida: el encuentro con Jesús resucitado transforma la vida de los dos discípulos, porque el Resucitado transforma la vida entera y hace fecunda cualquier esterilidad. La Resurrección no es una fe que nace de la Iglesia: es la Iglesia la que nace de la fe en la Resurrección. De nada sirve rezar si nuestra oración que se dirige a Dios no se transforma en amor hacia el hermano. Para Dios, es mejor no creer que ser un falso creyente, un hipócrita (29-4-2017).

Hechos 2, 14.22-25a.27-33: El día de Pentecostés, Pedro, poniéndose en pie junto a los Once, levantó su voz y con toda solemnidad declaró: judíos y vecinos todos de Jerusalén, enteraos bien y escuchad atentamente mis palabras. A Jesús el Nazareno, varón acreditado por Dios ante vosotros con los milagros, prodigios y signos que Dios realizó por medio de él, como vosotros mismos sabéis, a este, entregado conforme al plan de Dios tenía establecido y previsto, lo matasteis, clavándolo en una cruz por manos de hombres inicuos. Pero Dios lo resucitó, librándolo de los dolores de la muerte, por cuanto no era posible que esta lo retuviera bajo su dominio, pues David dice, refiriéndose a él: “No me abandonarás en el lugar de los muertos, ni dejarás que su Santo experimente la corrupción. Me has enseñado senderos de vida, me saciarás de gozo con tu rostro”. Hermanos, permitidme hablaros con franqueza: el patriarca David murió y lo enterraron, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy. Pero como era profeta y sabía que Dios “le había jurado con juramento sentar en su trono a un descendiente suyo”, previéndolo, habló de la resurrección del Mesías cuando dijo que “no lo abandonará en el lugar de los muertos” y que “su carne no experimentará corrupción”. A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Exaltado, pues, por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, lo ha derramado. Esto es lo que estáis viendo y oyendo.

Salmo 15, 1-11: Señor, me enseñarás el sendero de la vida.

1Pedro 1, 18-21: Ya sabéis que fuisteis liberados de vuestra conducta inútil, heredada de vuestros padres, pero no con algo corruptible, con oro o plata, sino con una sangre preciosa, como la de un cordero sin defecto y sin mancha, Cristo, previsto ya antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos por vosotros, que, por medio de él, creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, de manera que vuestra fe y vuestra esperanza estén puestas en Dios.

Lucas 24, 13-35: Aquel mismo día (el primero de la semana) dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos sesenta estadios (unos once Km). Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: ¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?. Ellos se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió: ¿Eres el único forastero en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado allí estos días?. Él le dijo: ¿Qué?. Ellos contestaron: Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; como lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron. Entonces él les dijo: ¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?. Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda las Escrituras. Llegaron cerca de la aldea adonde iban, y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo: Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída. Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista. Y se dijeron el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?. Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón. Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y como lo habían reconocido al partir el pan.

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 25 de abril de 2020

25 de abril 2020 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

FIESTA DE SAN MARCOS, EVANGELISTA

Papa Francisco: El Evangelio es proclamado siempre en camino. Salid para ir donde Jesús no es conocido y donde Jesús es perseguido o donde Jesús es desfigurado, para proclamar el Evangelio. Nosotros anunciamos a Cristo crucificado, poder de Dios y sabiduría de Dios. Los cristianos están llamados a salir a anunciar, y también en esta salida va la vida, se juega la vida del predicador: no hay seguro de vida para los predicadores. Y, salid: el Evangelio, anuncio de Jesucristo, se hace en salida; en camino, siempre. Tanto en camino físico como en camino espiritual o en camino de sufrimiento: tantos enfermos ofrecen sus dolores por la Iglesia, por los cristianos, siempre salen de sí mismos (25-4-2017).

Se apareció Jesús a los once y les dijo: Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos. Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a predicar por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.

1Pedro 5, 5b-14; Salmo 88, 2-3.6-7.16-17 . Marcos 16, 15-20

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viernes, 24 de abril de 2020

24 de abril 2020 – Viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús hace ese milagro de la multiplicación de panes, por el poder de Dios que él tenía porque él era Dios. Jesús, sabiendo que iban a hacerlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo. Se cansó del triunfalismo, no se dejó engañar por este triunfalismo: era libre. ¿Soy yo libre? Y, cuando viene algún sufrimiento, ¿hablo con Jesús y le digo: Tú has sufrido mucho por mí, para darme de nuevo la dignidad de hijo? (13-4-2018)

Jesús levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: ¿Con qué compraremos panes para que coman estos?. Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo. Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero, ¿qué es eso para tantos?. Jesús dijo: Decid a la gente que se siente en el suelo. Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y lo repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda. Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: Este es verdaderamente el profeta que va a venir al mundo. Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.

Hechos 5, 34-42; Salmo 26, 1.4.13-14 . Juan 6, 1-15

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 23 de abril de 2020

23 de abril 2020 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El pan de Dios es Jesús mismo. Al comulgar con Él, recibimos su vida en nosotros y nos convertimos en hijos del Padre celestial y hermanos entre nosotros. Recibiendo la comunión nos encontramos con Jesús realmente vivo y resucitado. Participar en la Eucaristía significa entrar en la lógica de Jesús, la lógica de la gratuidad, de la fraternidad (26-7-2015).

Dijo Juan el Bautista: El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.

Hechos 5, 27-33; Salmo 33, 2.9.17-20 . Juan 3, 31-36

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miércoles, 22 de abril de 2020

22 de abril 2020 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La luz –Jesús- vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. El corazón del hombre puede rechazar la luz y preferir las tinieblas, porque la luz revela sus obras malvadas. Quien obra el mal, odia la luz. Quien obra el mal, odia la paz (4-1-2015).

Jesús dijo a Nicodemo: Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra mal detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.

Hechos 5, 17-26; Salmo 33, 2-9 . Juan 3, 16-21

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martes, 21 de abril de 2020

21 de abril 2020 martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. Ante la luz de este juez de misericordia, nuestras rodillas se doblan en adoración y nuestras manos y nuestros pies se fortalecen. Podemos hablar de humanismo solamente a partir de la centralidad de Jesús, descubriendo en Él los rasgos del auténtico rostro del hombre. Es la contemplación del rostro de Jesús muerto y resucitado la que recompone nuestra humanidad (10-11-2015).

Dijo Jesús a Nicodemo: Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu. Nicodemo le preguntó: ¿Cómo puede suceder eso?. Le contestó Jesús: ¿Tú eres maestro en Israel, y no lo entiendes? En verdad en verdad te digo: hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero no recibís nuestro testimonio. Si os hablo de las cosas terrenas y no me creéis, ¿cómo creeréis si os hablo de las cosas celestiales? Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.

Hechos 4, 32-37; Salmo 92, 1-2.5 . Juan 3, 7b-15