Archivo de enero de 2018

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 21 de enero de 2018

21 de enero 2018 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El Evangelio de hoy nos presenta el inicio de la predicación de Jesús en Galilea. Precisamente en el momento en el cual la voz profética del Bautista, que anunciaba la venida del reino de Dios, fue silenciada por Herodes, Jesús comienza a recorrer los caminos de su tierra para llevar a todos, especialmente a los pobres, el Evangelio de Dios. El anuncio de Jesús es similar al de Juan, con la diferencia sustancial de que Jesús no indica ya a otro que debe venir: Jesús es Él mismo la realización de las promesas; es Él mismo la buena noticia que se ha de creer, acoger y comunicar a los hombres y mujeres de todos los tiempos, para que también ellos confíen su existencia a Él. Jesucristo en persona es la Palabra viviente y operante en la historia: quien le escucha y le sigue entra en el reino de Dios (25-1-2015).

Jonás 3, 1-5.10: Vino de nuevo la palabra del Señor a Jonás: Levántate y vete a Nínive, la gran capital, y pregona allí el pregón que te diré. Se levantó Jonás y fue a Nínive, como le había mandado el Señor. (Nínive era una ciudad enorme; tres días hacían falta para atravesarla). Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día pregonando: Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada. Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno, y se vistieron de saco, grandes y pequeños. Y vio Dios sus obras, su conversión de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó.

Salmo 24, 4-9: Señor, instrúyeme en tus sendas.

1Corintios 7, 29-31: Os digo esto: el momento es apremiante. Queda como solución: que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no llorarán; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él; porque la representación de este mundo se termina.

Marcos 1, 14-20: Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el evangelio de Dios. Decía: Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios: Convertíos y creed en el evangelio. Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes, en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación, los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 20 de enero de 2018

20 de enero 2018 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Entre los parientes de Jesús hubo también algunos que a un cierto punto no compartieron su modo de vivir y de predicar. Pero su madre lo siguió siempre fielmente. Y al final, gracias a la fe de María, los familiares entraron a formar parte de la primera comunidad cristiana. Pidamos a María que nos ayude también a nosotros a mantener la mirada bien fija en Jesús y a seguirle siempre.

Jesús llega a casa con sus discípulos y de nuevo se junta tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.

2Samuel 1, 1-4.11-12.19.23-27; Salmo 79, 2-3.5-7 . Marcos 3, 20-21

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 19 de enero de 2018

19 de enero 2018 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El camino hacia la unidad se inicia con una conversión del corazón, con una conversión interior (cf. UNITATIS REDINTEGRATIO, 4). Es un viaje espiritual desde el encuentro a la amistad, de la amistad a la fraternidad, de la fraternidad a la comunión. A lo largo del recorrido, el cambio es inevitable. Tenemos que estar siempre dispuestos a escuchar y seguir las sugerencias del Espíritu, que nos guía hacia la verdad plena (cf. Jn 16, 13) (30-10-2014).

Jesús, subió al monte, llamó a los que quiso, y se fueron con él. E instituyó doce para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar, y que tuvieran autoridad para expulsar a los demonios: Simón, a quien puso el nombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso el nombre de Boanerges, es decir, los hijos del trueno, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el de Caná y Judas Iscariote, el que lo entregó.

1Samuel 24, 3-21; Salmo 56, 2-6.11 . Marcos 3, 13-19

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 18 de enero de 2018

18 de enero 2018 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La reconciliación es un don que viene de Cristo. Semana de oración por la unidad de los cristianos, para avanzar en la unión, porque el amor de Cristo nos apremia. Podemos preguntarnos hoy: ¿Cómo anunciar el Evangelio de la reconciliación después de siglos de divisiones? La reconciliación en Cristo no puede darse sin sacrificio. Jesús dio su vida, muriendo por todos. Del mismo modo, los embajadores de la reconciliación están llamados a dar la vida en su nombre, a no vivir para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos (cf. 2Cor 5, 14-15). Como nos enseña Jesús, solo cuando perdemos la vida por amor a Él es cuando realmente la ganamos (cf. Lc 9, 24). Nuestra oración por la unidad de los cristianos participa en la oración que Jesús dirigió al Padre antes dela pasión, para que todos sean uno (Jn 17, 21). No nos cansemos nunca de pedir a Dios este don. Con la esperanza paciente y confiada de que el Padre concederá a todos los creyentes el bien de la plena comunión visible, sigamos adelante en nuestro camino de reconciliación y de dialogo. Aprovechemos todas las oportunidades que la providencia nos ofrece para rezar juntos, anunciar juntos, amar y servir juntos, especialmente a los más pobres y abandonados (25-1-2017).

Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea. Al enterarse de las cosas que hacía, acudió mucha gente de Judea, Jerusalén, Idumea, Transjordania y cercanía de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una barca, no lo fuera a estrujar en gentío. Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se les echaban encima para tocarlo. Los espíritus inmundos, cuando lo veían, se postraban ante él, gritando: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.

1Samuel 18, 6-9; 19, 1-7; Salmo 55, 2-3.9-13 . Marcos 3, 7-12

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 17 de enero de 2018

17 de enero 2018 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Cuando un padre o una madre, o incluso sencillamente personas amigas llevaban un enfermo para que Jesús lo tocase y lo curase, Él no se entretenía con otras cosas; la curación estaba antes que la ley, incluso una tan sagrada como el descanso del sábado (cf. Mc 3, 1-6). Los doctores de la ley regañaban a Jesús porque curaba el día sábado, hacía el bien en sábado. Pero el amor de Jesús era dar la salud, hacer el bien: y esto va siempre en primer lugar (10-6-2015).

Jesús entró otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Lo estaban observando, para ver si curaba en sábado y acusarlo. Entonces le dice al hombre que tenía la mano paralizada: Levántate y ponte ahí en medio. Y a ellos les pregunta: ¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?. Ellos callaban. Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su obstinación, le dice al hombre: Extiende la mano. La extendió y su mano quedó restablecida. En cuanto salieron, los fariseos se confabularon con los herodianos para acabar con él.

1Samuel 17, 32-33.37.40-51; Salmo 143, 1-2.9-10 . Marcos 3, 1-6

Lectura diaria de la Biblia

martes, 16 de enero de 2018

16 de enero 2018 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La Iglesia se siente en el deber de ser hospital de campaña, con las puertas abiertas para acoger a quien llama pidiendo ayuda y apoyo; más aún, de salir del propio recinto hacia los demás con amor verdadero, para caminar con la humanidad herida, para incluirla y conducirla a la fuente de salvación. La Iglesia enseña y defiende los valores fundamentales, sin olvidar que el sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado (4-10-2015).

Sucedió que un sábado Jesús atravesaba un sembrado; y sus discípulos, mientras caminaban, los discípulos iban arrancando espigas. Los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?. Él les responde ¿No habéis leído nunca lo que hizo David cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre, como entró en la casa de Dios, en tiempos del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes de la proporción, que sólo está permitido comer los sacerdotes, y se los dio también a quienes estaban con él?. Y les decía: El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es Señor también del sábado.

1Samuel 16, 1-13; Salmo 88, 20-22.27-28 . Marcos 2, 23-28

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 15 de enero de 2018

15 de enero 2018 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Los doctores de la ley reprenden a los discípulos de Jesús porque no ayunan, como siempre se había hecho. Y Jesús responde: Nadie remienda con una tela nueva un vestido viejo, porque se rompe más. Y nadie pone vino nuevo en odres viejos, porque los rompe. ¿Esto significa que cambia la ley? ¡No!, Sino que la ley está al servicio del hombre, que está al servicio de Dios… ¿Cuál es el camino? Abrir el corazón al Espíritu Santo, discernir cual es la voluntad de Dios. Que el señor nos dé la gracia de un corazón abierto a la voz del Espíritu, que sepa discernir lo que no debe cambiar, porque es fundamento, de lo que debe cambiar para poder recibir la novedad del Espíritu (18-1-2016).

Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vinieron unos y le preguntaron a Jesús: Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?. Jesús les contesta: ¿Es que pueden ayunar los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Mientras el esposo está con ellos, no pueden ayunar. Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán en aquel día. Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto -lo nuevo de lo viejo- y deja un roto peor. Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos.

1Samuel 15, 16-23; Salmo 49, 8-9.16-17.21.23 . Marcos 2, 18-22

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 14 de enero de 2018

14 de enero 2018 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Todo en nuestra vida, hoy como en tiempos de Jesús, comienza con un encuentro. Un encuentro con este hombre, el carpintero de Nazaret, un hombre como todos y, al mismo tiempo, diverso. Pensemos en el Evangelio de san Juan, allí donde relata el primer encuentro de los discípulos con Jesús (cf. Jn 1, 35-42). Andrés, Juan y Simón: se sintieron mirados en lo más profundo, conocidos íntimamente, y esto suscitó en ellos una sorpresa, un estupor que, inmediatamente, los hizo sentirse unidos a Él… Ese fue el descubrimiento decisivo para san Pablo, para san Agustín, y para tantos otros santos: Jesucristo siempre es el primero, nos primerea, nos espera, Jesucristo nos precede siempre; y cuando nosotros llegamos, Él ya nos estaba esperando. Él es como la flor del almendro: es la que florece primero y anuncia la primavera (7-3-2015).

1Samuel 3, 3b-10.19: Samuel estaba acostado en el templo, donde estaba el arca de Dios. El Señor llamó a Samuel y él respondió: Aquí estoy. Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo: Aquí estoy, vengo porque me has llamado. Respondió Elí: No te he llamado; vuelve a acostarte. Samuel volvió a acostarse. Volvió a llamar el Señor a Samuel. Él se levantó y fue a donde estaba Elí y le dijo: Aquí estoy, vengo porque me has llamado. Respondió Elí: No te he llamado; vuelve a acostarte. Aún no conocía Samuel al Señor, pues no le había sido revelada la palabra del Señor. Por tercera vez llamó el Señor a Samuel y él se fue a donde estaba Elí y le dijo: Aquí estoy; vengo porque me has llamado. Elí comprendió que era el Señor quien llamaba al muchacho y dijo a Samuel: Anda, acuéstate; y si te llama alguien responde: Habla, Señor, que tu siervo te escucha. Samuel fue y se acostó en su sitio. El Señor se presentó y le llamó como antes: ¡Samuel, Samuel!. Él respondió: Habla, Señor, que tu siervo te escucha. Samuel crecía, y el Señor estaba con él, y ninguna de sus palabras dejó de cumplirse.

Salmo 39, 2.4.7-10: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

1Corintios 6, 13c-15a.17-20: El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el señor para el cuerpo. Dios, con su poder, resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? El que se une al Señor es un espíritu con él. Huid de la fornicación. Cualquier pecado que cometa el hombre, queda fuera de su cuerpo. Pero el que fornica, peca en su propio cuerpo. ¿O es que no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habita en vosotros porque lo habéis recibido de Dios. No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros. Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!

Juan 1, 35-42: Estaba Juan con dos de sus discípulos y fijándose en Jesús que pasaba, dijo: Éste es el Cordero de Dios. Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: ¿Qué buscáis?. Ellos le contestaron: Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?. Él les dijo: Venid y veréis. Entonces fueron, vieron donde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora undécima. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo). Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: Tú eres Simón, el Hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro).

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 13 de enero de 2018

13 de enero 2018 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Yo he venido a llamar a los pecadores. ¿Estamos convencidos de que Dios nos quiere mucho y de que todo aquello que nos ha prometidos está dispuesto a llevarlo a cumplimiento? Pero Padre ¿Cuánto le vamos a pagar por esto? Este es el único precio: abrir el corazón a la fe y Él hará el resto. Pidamos hoy al Señor la gracia de permanecer instaurados no tanto en nuestras seguridades, en nuestras capacidades, sino en la esperanza que surge de la promesa de Dios, como verdaderos hijos de Abrahán. Cuando Dios promete, lleva a cumplimiento aquello que promete. Jamás falta a su palabra. Y entonces nuestra vida asumirá una luz nueva, en la conciencia de que Quien ha resucitado a su Hijo, resucitará también a nosotros y nos hará de verdad una cosa sola con Él, junto a todos nuestros hermanos en la fe. Todos nosotros creemos (29-3-2017).

Jesús salió de nuevo a la orilla del mar; la gente acudía a él y les enseñaba. Al pasar vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos y le dice: Sígueme. Se levantó y lo siguió. Sucedió que, mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Levi, muchos publicanos y pecadores se sentaban con Jesús y sus discípulos pues eran muchos que lo seguían. Los escribas de los fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, decían a sus discípulos: ¿Por qué come con publicanos y pecadores?. Jesús lo oyó y les dijo: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.

1Samuel 9, 1-4. 17-19; 10, 1a; Salmo 20, 2-7 . Marcos 2, 13-17

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 12 de enero de 2018

12 de enero 2018 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La gente que seguía a Jesús arriesgaba para encontrar a Jesús, para encontrar lo que quería. Basta pensar en el episodio que Marcos cuenta en el Evangelio del día: Como no podían presentárselo, por el gentío, abrieron un boquete y descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Estos hombres arriesgaron cuando hicieron el agujero en el techo: arriesgaron que el propietario de la casa les hiciera causa, les llevase al juez y les hiciera pagar: han arriesgado, pero querían ir donde Jesús. ¿Estoy en camino detrás de Jesús, incluso si hago el ridículo alguna vez? ¿O estoy sentado, mirando como hacen los otros, mirando la vida? ¿O estoy sentado, con el alma cerrada por la amargura, la falta de esperanza? (13-1-2017).

Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta y les proponía la palabra. Y vinieron trayéndole un paralítico llevado entre cuatro y, como no podían presentárselo, por el gentío, abrieron un boquete y descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: ¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados sino uno solo, Dios?. Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y dijo: ¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decir al paralítico: “Tus pecados quedan perdonados”, o decir: “Levántate, toma la camilla y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados –dice al paralítico-: Te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Se levantó, tomó inmediatamente la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios diciendo: Nunca hemos visto una cosa igual.

1Samuel 8, 4-7.10-22a; Salmo 88, 16-19 . Marcos 2, 1-12